CAPÍTULO 10: Mi primera vez fue...

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Sentir algo dentro de mí era una sensación extraña. 

Jamás había permitido que nadie me penetrara antes, aunque más de una vez habían jugado con sus lenguas en mi interior. 

La lengua de la maestra Irene era increíblemente larga, el doble de la de Jinhe, y podía sentir cómo se enrollaba dentro de mi vagina, explorando cada rincón.

El sonido húmedo resonaba en la habitación.

Slurp. Slurp. Slurp.

—Hnn~ ♪ mmm...

—Bleaw, Yumm, Hnnn~ ♪ chup, mmm.

El líquido de su boca recorría mi espalda y abdomen, dejándome caliente por donde pasaba. 

Mi piel, sensible y cálida, absorbía parte de la saliva antes de que siquiera llegara a la cama.

—Mmm~ ♪ Hnn...

No podía evitar ruborizarme ante los sonidos de succión que se producían al contacto de su lengua con mi vagina. Era demasiado vergonzoso.

Slurp. Slurp. Slurp.

«No importa cuánta Esencia absorba no puedo lograr que su libido aumente y se mantenga constante. No entiendo cómo es que no puedes sentir placer —pensaba la maestra Irene—. He conocido a muchas, pero nunca alguien con tan poco deseo sexual. ¿Estará maldita esta niña?».

Ella se detuvo por un momento, su imponente figura de milf era suficiente para calentar a un millón de grados a quien sea. 

Su voluptuoso cuerpo me hacía sentir aún más avergonzada.

De su espalda emergía una larga cola que se agitaba como un látigo, Su cabello castaño caía en ondas suaves junto a sus cuernos blancos. 

las alas de demonio que se despliegan a su espalda esparcía el olor por todo el salón.

Con un movimiento, me colocó de tal manera que mi trasero quedó justo encima de su miembro, aunque aún no estaba completamente erecta.

La posición de recién estaba bastante incómoda.

Se me vino toda la sangre a la cabeza.

—Nirbradea, querida, el problema es más complicado de lo que parece. tendremos que pasar a la siguiente fase.

—Maestra Irene... haga lo que sea necesario —respondí, tratando de ocultar la vergüenza en mi voz. 

Quería imitar a alguien espero que funcione.

—¡...! 

Irene pone una cara de asombro.

«Por alguna razón eso me calentó demasiado. ¿Cuáles serán sus fetiches o al menos sus partes sensibles del cuerpo? porque no puedo ver ninguna, hay algo que las está reprimiendo. lo sé. Tengo que pensar en algo ¿Podría decir que debe tener los mismos gustos que Reyna... no? Ella está casada con una iveridian. Lo he hecho muchas veces con esas razas, tienen enormes penes, su altura alcanzan los 2 metros, cuerpos definidos y musculosos. Acaso ¿Reyna es masoquista?» 

—Fufufu Nirbradea~ ♪ voy a meterlo.

Irene empezó a rozar mi vagina y mi ano con su miembro creciente, que se iba endureciendo lentamente.

—Voy a empezar con algo pequeño unos 9,3 centímetros lo mismo que la profundidad de tu interior, Controlando mi impulso sexual puedo lograrlo.

El calor en mi interior comenzaba a aumentar. 

Irene, con destreza, comenzó a sobar mi vulva antes de entrar. Cada centímetro era palpable, pero no sentía dolor ni placer, solo una extraña neutralidad.

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⏰ Última actualización: 5 hours ago ⏰

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