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El convoy avanzaba nuevamente por la carretera en dirección a la granja de Hershel, pero el ambiente seguía tenso. El plan estaba claro: ir a la granja, convencer a Hershel y su gente de que se unieran a ellos en Asgard, y no quedarse más tiempo del necesario. Grace, al volante del jeep, mantenía su mente enfocada en esa misión. 

A medida que se acercaban a una curva, el tráfico detenido frente a ellos apareció de la nada. Una fila de autos abandonados bloqueaba el camino, extendiéndose hacia adelante como un cementerio de vehículos que había quedado atrapado en el pánico inicial de la epidemia. Grace, desde su jeep, hizo una señal para que todos detuvieran el avance.

—¡Detengan los vehículos! —gritó desde la ventanilla de su auto, gesticulando hacia los demás.

Los motores se apagaron uno a uno, y todos comenzaron a bajar de los vehículos, con la intención de inspeccionar la situación y planear la mejor manera de continuar. El embotellamiento no solo impedía el paso, sino que también creaba un escenario peligroso para lo que pudiera esconderse entre los autos abandonados.

—Esto no pinta bien —dijo Daryl, mientras se acercaba a Grace con su ballesta preparada.

Grace asintió, observando los autos con cautela. No tenían mucho tiempo antes de que viniera la manada que había provocado la desaparicion de Sophia en la serie.

Justo cuando Rick comenzaba a organizar al grupo para buscar un camino entre los autos, un sonido rompió la calma. Gruñidos, bajos al principio, pero aumentando en intensidad. Grace giró sobre sus talones, escuchando cómo los ecos se acercaban, el ruido inconfundible de una horda de caminantes.

—¡Tenemos que movernos, ahora! —gritó Shane, sacando su arma.

Antes de que nadie pudiera reaccionar completamente, la manada apareció en el horizonte, caminantes arrastrando sus pies hacia ellos, con un hambre insaciable. Era una horda mucho más grande de lo que esperaban, y estaban atrapados entre los autos y el bosque.

—¡Bajo los autos, rápido! —gritó Shane, mientras se lanzaba bajo un vehículo y tiraba de Lori y Carl con él.

Grace no lo dudó ni un segundo. Agarró a Daryl del brazo y se lanzó bajo su jeep, asegurándose de que Merle también la siguiera. Se tranquilizó al ver a Morgan y Duane dentro del jeep, les hizo señas para que se agacharan. El resto del grupo comenzó a hacer lo mismo, ocultándose en el suelo, inmóviles, mientras los caminantes se acercaban más y más.

El sonido de los pasos arrastrados y los gemidos crecían a medida que la horda pasaba junto a los autos. La tensión en el aire era casi insoportable; cada respiración contenida, cada movimiento cuidadosamente controlado para no hacer el más mínimo ruido. Grace, con el corazón acelerado, mantuvo su cuerpo completamente inmóvil bajo el jeep, observando a los caminantes pasar peligrosamente cerca de sus pies.

De repente, un movimiento atrajo su atención. A unos metros de distancia, Sophia estaba escondida sola bajo uno de los autos, respirando con dificultad. Sus ojos estaban llenos de pánico, y su pequeño cuerpo temblaba mientras intentaba mantenerse en silencio.

Uno de los caminantes, más atento que los demás, se detuvo frente al auto donde se escondía Sophia. El muerto inclinó la cabeza hacia el suelo, olisqueando el aire como si pudiera sentir el miedo que emanaba de la niña. Con un gruñido bajo, comenzó a agacharse, sus ojos podridos fijándose en ella.

El miedo de Sophia se convirtió en terror puro, y antes de que alguien pudiera hacer algo, salió corriendo de debajo del auto, huyendo hacia el bosque. El sonido de sus pisadas resonó como un tambor en los oídos de Grace.

REBIRTH (the walking dead)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora