REBIRTH (the walking dead)

12

El día había transcurrido como los anteriores. Me encontraba sentada junto a la cama de Rick, leyendo uno de los tantos libros que había traído conmigo. El hospital estaba en silencio, roto solo por el ocasional crujido de las paredes o el eco de mis pasos cuando caminaba de un lado a otro. Todo estaba tranquilo. Hasta que, de repente, escuché un murmullo.

—Ese florero tiene algo especial, admítelo —dijo Rick, su voz rasposa pero con un toque de humor—. Lo robaste de la casa de tu abuela.

Levanté la vista, encontrándome con la mirada perdida de Rick, que de alguna manera había logrado hacer una broma en medio de su despertar. Una risa suave salió de su boca, pero pronto se convirtió en una tos ronca.

—No te habrás robado su colección de cucharas, ¿verdad? —añadió, intentando mantener el humor, aunque su voz seguía débil.

Me quedé inmóvil, observando cómo sus ojos recorrían la habitación. Estaba desorientado, pero esa chispa de vida en él significaba que había despertado.

—Shane... —murmuró después de un momento, mirando alrededor con un poco más de claridad—. Señorita, ¿está aquí mi amigo Shane o mi esposa Lori?

Lo miré, levantando una ceja con indiferencia.

—No soy tu enfermera —respondí, secamente.

Esas palabras parecieron golpearlo con la realidad. Rick parpadeó varias veces, la confusión dando paso a una creciente preocupación.

—¿Qué haces aquí? ¿Dónde está mi familia?

Mis palabras fueron directas, sabiendo que la verdad lo afectaría profundamente, pero sin tiempo para explicaciones complicadas.

—Probablemente Shane y Lori estén... juntos ahora mismo, mientras dejan a tu hijo con extraños en un campamento que podría ser asaltado en cualquier momento por caminantes.

Rick me miró con una mezcla de pánico y shock. Su respiración se aceleró, y su expresión pasó rápidamente de confusión a miedo. Quizá pensaba que estaba loca, o peor, que le estaba mintiendo.

Sabía que no podía perder tiempo en largas explicaciones. Necesitaba que Rick comprendiera la gravedad de la situación y lo que estaba por venir. Me acerqué a él, poniéndome a su lado.

Grace supo que podía realizar el proceso de transferir recuerdos a Rick gracias al sistema que recibió, cuando despertó en su nueva vida, descubrió que tenía acceso a una serie de habilidades y funciones especiales otorgadas por el sistema. Entre esas habilidades estaba una particularmente útil llamada "Transferencia de Conocimiento", la cual le permitía proyectar recuerdos e información directamente en la mente de otra persona.

En uno de los primeros tutoriales del sistema, Grace había leído sobre la habilidad. La función *Transferencia de Conocimiento* le permitía introducir fragmentos específicos de información o recuerdos en la mente de alguien, haciéndolos experimentarlos como si hubieran vivido esos momentos. Grace sabía que Rick no podría comprender el apocalipsis ni confiar en ella plenamente sin tener una visión clara de lo que estaba ocurriendo. Con el tiempo en contra, esta era la única manera de que Rick recibiera toda la información esencial, sin necesidad de largos y complicados discursos que lo dejarían más confundido.

Así que, cuando llegó el momento, Grace activó la habilidad, sincronizándose con Rick, y le proyectó los recuerdos clave que necesitaba: las imágenes de la caída del mundo, los caminantes, la traición de Shane, y las decisiones cruciales que tendría que tomar para salvar a su familia y liderar a los supervivientes. Sabía que sería un proceso traumático, pero también sabía que, sin esa información, Rick estaría perdido.

—Mira, no quiero perder tiempo explicando todo ahora —dije con firmeza—. Ven aquí.

Me acerqué más, colocando mis manos a ambos lados de su cabeza. Su reacción inicial fue de resistencia, pero antes de que pudiera protestar, lo obligué a entrar en un estado de inconsciencia. Rick se desmayó de inmediato en la camilla, cayendo en un profundo sueño como si hubiera vuelto a caer en coma.

El proceso empezó casi de inmediato. Después de unos segundos, comenzó a moverse de forma errática. Empezó a murmurar cosas entre dientes, susurrando palabras que apenas se podían entender: "No... por favor..."

Su cuerpo se sacudió con espasmos violentos, y sus gritos se intensificaron. Parecía revivir algún tipo de pesadilla, algo que no podía detener. Los minutos pasaron mientras los espasmos y los gritos crecían en intensidad, haciéndome temer que se dañara a sí mismo. Pero no podía detener el proceso. Debía completarse.

Finalmente, después de lo que parecieron horas, recibí la notificación en mi sistema: *Proceso completado*.

Rick despertó de nuevo, pero esta vez había algo diferente en sus ojos. Estaba más desconcertado que antes, como si hubiera visto algo que no podía comprender, algo más allá de su entendimiento. Me mantuve en silencio mientras lo observaba, esperando a que dijera algo.

Respiraba con dificultad, aún sin comprender lo que acababa de pasar. Pero yo sabía que ahora, en lo más profundo de su mente, algo había cambiado. Rick Grimes ya no era el hombre que había caído en coma en ese hospital.

Ahora sabía lo que venía. Y aunque le tomaría tiempo procesarlo, estaba más preparado para enfrentarlo.

—¿Qué... qué fue eso? —preguntó, su voz temblando.

Lo miré con calma, pero sin revelar todo.

—Eso fue la verdad, Rick. Y ahora tenemos trabajo que hacer.

Ahora, Rick Grimes no solo tenía el panorama claro de lo que estaba por venir, sino que, aunque de forma fragmentada y confusa, había experimentado partes de lo que él debía hacer para convertirse en el líder que el grupo necesitaba.

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