El Espacio Entre Nosotros - Serirei

Capítulo 2: Mediados de noviembre

Serizawa ha empezado a ir a clases nocturnas. La idea fue suya; investigó, se matriculó y un día le dijo a Reigen que tenía que irse a las cuatro.

En el mundo de Reigen, esto significa que necesita más ayuda de Mob por las tardes, justo cuando parece que el chico está más interesado en hacer cualquier otra cosa. Pero no le dice a Serizawa que sea un inconveniente. Está realmente contento de verle esforzarse por mejorar y aumentar su independencia. Claro que es agradable contar con la ayuda del esper, pero sabía que no debía depender de él. Cuando Serizawa se recupere, seguirá adelante. Mob también seguirá adelante, un pensamiento que nunca deja de causar una punzada en el pecho de Reigen, por inevitable que sea. Incluso Hoyuelo, que Reigen suponía que sería el más permanente entre ellos, ha estado ausente sin permiso durante los últimos días.

Todo parece estar cambiando a su alrededor, pero Reigen se siente estancado en su lugar.

No va a repetir su error de depender demasiado de otra persona. Puede llevar bien su negocio él solo, siempre que sea inteligente. Gracias a su nueva fama, puede permitirse el lujo de ser exigente con los clientes. Suele tener claro desde el principio qué casos puede llevar él solo y cuáles no. Así que por ahora, mientras dispone de ayuda, llena las horas diurnas de Serizawa con espíritus y maldiciones, y deja los hombros rígidos para él.

De hecho, los turnos de Serizawa están repletos, casi de pared a pared de clientes. Algunos días no vuelven a la oficina en absoluto entre las 9 y las 4. No se debe únicamente a la demanda. Reigen siente el impacto ahora que tiene que pagar un sueldo a un empleado a tiempo completo. Otro adulto que depende de él para mantenerse: pagar el alquiler, comprar comida, pagar las facturas. Espíritus y Demás nunca ha tenido el margen de beneficios más amplio, pero Reigen siempre se las ha arreglado para permitirse su modesto estilo de vida y dejar algo de calderilla y tazones de ramen para Mob.

En las últimas semanas, Reigen ha pasado más de una noche en la oficina, haciendo números, calculando si tenía que subir las tarifas y, en caso afirmativo, cuánto. Al final, decide que mientras el negocio siga yendo bien -realmente bien- podrán salir adelante.

Es miércoles, otro día completo de trabajo; Reigen y Serizawa llevan recorriendo la ciudad desde las nueve de la mañana, siguiendo la ruta cuidadosamente planificada por Reigen para maximizar la eficiencia. Ha previsto entre cuarenta y cinco y noventa minutos por cliente, dependiendo del nivel de complicación esperado y añadiendo un margen para las amabilidades. Estudió las rutas de los autobuses, las conocía al minuto y tuvo en cuenta los retrasos. También ha previsto algunas paradas para comer o ir al baño a intervalos regulares.

Todo ha ido según lo previsto y ya están en la última visita de la tarde. A juzgar por la consulta telefónica, Reigen está seguro de que el problema espiritual de esta clienta es real. Su gato había fallecido recientemente y ahora, cada mañana, se despierta con los muebles destrozados por garras. A lo largo de los años se ha topado con un puñado de espíritus de mascotas; son bastante fáciles de tratar para cualquier esper, pero a menudo hay complejidades en torno a los sentimientos de los clientes. Es comprensible que algunos se sientan incómodos ante la idea de exorcizar a sus queridos compañeros.

Esta clienta parece bastante sensata. Les hace pasar, les ofrece té o agua -Reigen declina cortésmente por los dos- y les enseña el salón.

"Creo que es Miruku", dice. "Pero... no estoy segura. Podría ser otro espíritu, supongo".

Reigen echa un vistazo a la sala de estar; el armario de madera está lleno de arañazos, la tapicería de tela de la silla está hecha jirones. "Hm. ¿Serizawa?" Reigen dice. "¿Puedes encargarte de éste?"

Serizawa asiente. "Sí". Vuelve a mirar al cliente y añade: "Es tu gato. Justo como pensabas".

Mientras están allí de pie, se forma otra larga rasgadura en el lateral del sofá; se arranca un poco de relleno.