Capitulo 7

157 13 2
                                    

Capítulo 7

La chica miraba por la ventana del autobús; aquel recuerdo le dolía. ¿Porqué Max era así? Un día la amaba con todo su ser, y al siguiente, la reemplazaba, y para peor, con alguien del instituto. Por ella, que se besaran e hicieran lo que les diera la gana. Pero no allí, no en la entrada del instituto, no en el preciso momento en que ella iba saliendo con sus amigas. Quizá si ellas, si sus amigas se hubiesen percatado, quizá si Sophie no hubiese sido tan despistada, quizá si su hombro no hubiese chocado con el de Max, quizá ahora ella no estaría recordando las palabras del susodicho.

-¡Eh, Sophie! Camina con cuidado.

Aquello le había dolido mas que si él hubiese negado a su nueva conquista. Le dolió mas que si él hubiese ido tras ella.

Le dolió y punto.

El día anterior, cuando Sophie llegó a su cuarto y se metió bajo las mantas, su teléfono no dejaba de pitear. Su ventana de notificaciones estaba al tope.

Philippe Dubois: Hola otra vez guapa. Estoy aburrido. No tengo sueño. Mi papá trajo comida china, estaba deliciosa.

Philippe Dubois: Pero me he enfermado del estómago. Si sientes ruidos extraños, es mi estómago.

Philippe Dubois: Eh. ¿Porqué no contestas? Siempre estas en línea.

Philippe Dubois: Ya pasó una hora. Sophie, nunca llegas tan tarde. ¿Pasaste donde alguna amiga? ¡Ya se! Estas haciendo la tarea.

Philippe Dubois: Comienzo a creer que debes darme tu numero de teléfono. Así podría llamarte y no hablar solo como un idiota.

Ella no respondió. No porque no quisiera, solo no podía. Quería comprobar que tanto él podía estar así. Algo apresurado, pero necesario para el corazón de la joven. La mayor parte del tiempo, él le hablaba porque estaba aburrido, o porque no tenía nada mas que hacer.

Philippe Dubois: Te extraño.

Esas nueve letras bastaron para que ella riera como infante.

Sophie Martinez: ¡Hola! Lo siento mucho. Estaba algo ocupada. Toma alguna hierba, o medicina para que no te duela el estómago. Después puedes empeorar. ¿Mi número?

Philippe Dubois: La reina de Niza se ha dignado a hacer su aparición.

Sophie Martinez: No seas melodramático.

Philippe Dubois: Manda tu numero. Lo guardaré y te llamaré luego.

Ambos intercambiaron números, pero Sophie no espero que aquella llamada fuese a causarle aquel explosión de hormonas. Tampoco esperó que leer la palabra desconocido en la pantalla, le hiciese tanta ilusión.

-Hola reina.

El corazón se le hinchó a tal punto que sintió sus pulmones aprisionarse contra sus costillas. Soltó un jadeo. Lo suficiente para que Philippe lo escúchase.

-¿Te he dejado sin aliento, no?

La garganta de Sophie estaba siendo aprisionado por un mar de palabras que no lograban encontrar el túnel de salida. Su pecho estaba contraído, y sus manos no encontraban la paz que necesitaban para estar quietas. Se sentía estúpida, muy estúpida.

-Eh, no me gusta hablar con el silencio. Di algo Sophie.

El chico con el teléfono entre el hombro y su oreja, veía vídeos cómicos en Youtube.

-Yo...Eh.

-¿Tú? -Sonrió, arqueando su ceja. Solo quería oír su voz. Y olvidarse del drama con Mariana. Sí, eso sin dudas.

900 KilómetrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora