Capitulo Treintaidos, Acto Dos | MI PEOR ENEMIGO."Si tuviera que pedir un deseo
Volvería para atrás el tiempo
Tantas cosas de las que me arrepiento
Nunca pude dar mi cien por ciento"Los días transcurrían con una rapidez casi imperceptible, como hojas secas arrastradas por el viento en una tarde de otoño. Rika Inazumako, con una seriedad poco vista en su juventud, se había sumido completamente en su entrenamiento. Su mundo se redujo a los antiguos pergaminos que tenía frente a ella, los cuales había estudiado con una dedicación increíble. Durante días enteros no había salido ni se había contactado con nadie; el perfeccionamiento de su técnica lo era todo. Con una disciplina casi obsesiva, leía y releía cada página de los textos que contenían las instrucciones para dominar el jutsu que tanto ansiaba.
Había logrado avances, pequeños y lentos como una flor que apenas empieza a abrirse al sol. Sin embargo, aquellos logros no eran suficientes. A pesar de sus esfuerzos, la invocación del jutsu carecía de la potencia que deseaba. Lo que debería ser un portal robusto, capaz de distorsionar el espacio y tiempo a voluntad, apenas conseguía abrirse; en realidad, no lograba abrirse en absoluto. La energía necesaria para intentarlo drenaba su chakra con una velocidad alarmante, dejándola agotada sin haber conseguido resultados tangibles.
Frustrada, Rika repasaba cada pergamino con esmero, buscando desesperadamente alguna pista, algún detalle que hubiese pasado por alto. Una y otra vez volvía a las mismas páginas, con los ojos ardientes de cansancio y la mente luchando por mantenerse lúcida. ¿Por qué el jutsu, a pesar de la práctica incansable, no se manifestaba correctamente? Parecía que cada vez que lo intentaba, el poder que lograba invocar era tan débil que no podría dañar ni siquiera la pata de un insecto. Sus manos temblaban cada vez que formaba los sellos, y el agotamiento mental y físico comenzaba a hacer mella en su espíritu.
El cuarto donde entrenaba estaba lleno de pequeños rastros de su esfuerzo: marcas de chakra residuales en las paredes, hojas dispersas de pergaminos y restos de comida fría que había olvidado ingerir. El tiempo parecía difuminarse entre las sombras, y cada día que pasaba era una nueva lucha consigo misma. Sabía que estaba cerca, podía sentirlo en lo más profundo de su ser, pero esa cercanía la atormentaba aún más, como si estuviera a punto de tocar la respuesta, solo para que esta se le escapara entre los dedos.
Los ecos de su esfuerzo resonaban en su mente, mientras un pensamiento sombrío comenzaba a arraigarse en su interior: ¿Y si no fuera capaz de dominar este jutsu?
Se dejó caer pesadamente sobre el suelo de madera, su respiración aún entrecortada. El cansancio pesaba sobre sus párpados como si llevara días sin dormir. Cerró los ojos por un instante, permitiéndose un respiro fugaz, pero pronto los abrió de nuevo. Sabía que no podía permitirse descansar demasiado. No ahora. Si Danzo le había confiado esos pergaminos, era porque había visto algo en ella, algo que la hacía digna de ese conocimiento. O, tal vez, porque creía que si lograba dominar aquel jutsu, sería una ventaja invaluable para la aldea. Cualquiera de las dos razones era suficiente para mantenerla en movimiento.
Suspiró con cansancio, pero sin resignación, y volteó la cabeza hacia la derecha. Un pergamino yacía allí, a medio abierto, con sus viejas páginas desenrolladas en parte, como si esperara que ella lo volviera a consultar. Rika, con los ojos pesados y la mente nublada, decidió echarle un último vistazo. Las letras, aunque familiares, parecían cobrar un nuevo sentido mientras las leía.
"Si el aprendiz no logra controlar su cabeza, jamás logrará el objetivo, sin importar su talento."
La frase resonó en su mente, y, de repente, un destello de claridad la sacudió. Se levantó de un salto, arrodillándose frente al pergamino, como si este le ofreciera una nueva respuesta que no había visto antes. Con renovada atención, comenzó a leer más a fondo, desglosando cada palabra como si fueran piezas de un rompecabezas. La frase no hablaba de poder físico o de la cantidad de chakra que pudiera emplear; hablaba de su mente. El control de la mente era la clave que había estado pasando por alto.
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𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑𝐎𝐔𝐒; uchiha sasuke.
FanfictionSolo contra el mundo, ya no hay tiempo para ver atrás la mochila solo pesa más, porque le voy guardando estrellas, Solo contra el mundo, todo va más lento si sé que no estás Le pido verte a una estrella fugaz. 𝐄𝐍 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 𝐒𝐀𝐒𝐔𝐊𝐄 quiere vol...