𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑𝐎𝐔𝐒; uchiha sasuke.

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Capitulo Treintaisiete, Acto Dos | A Soulmate Who Wasn't Meant To Be.

"Tu luz brilla tanto, no te quiero lastimar
Yo ya estoy, yo ya estoy en el fondo de la olla"

Danzo yacía inerte en el centro del puente, mientras su cuerpo comenzaba a enfriarse. A su alrededor, la brisa cargaba con el peso de una batalla finalizada, aunque las emociones estaban lejos de disiparse. Rika Inazumako apartó ligeramente la mirada, incapaz de ver el cuerpo sin sentir un nudo en su garganta. Su pecho se comprimía, pero no por el hombre que había caído, sino por todo lo que había simbolizado para ella: una vida de manipulación, control, y un pasado del que apenas estaba empezando a liberarse.

Madara, que observaba desde las sombras, rompió el silencio con una pregunta mordaz.
—Era tu maestro, ¿no?
Rika negó de inmediato, apretando los labios, con sus manos temblorosas. —No... nunca lo fue. Solo me veía como un arma, algo que podía usar para proteger a la aldea... y para su propio beneficio. Siempre tuvo una fijación con utilizar a mi clan, como si fuéramos piezas en su tablero.

Madara simplemente asintió. —Ya veo... estuvo cerca.
Con esa breve respuesta, el Uchiha decidió cerrar el tema, como si el peso emocional que cargaba Rika no mereciera más comentarios. Sasuke, en cambio, se acercó más a ella, notando el temblor en sus manos. Sin decir una palabra, tomó su mano entre la suya, en un gesto suave pero firme. Rika sintió el calor de su contacto, un ancla que la devolvía al presente.

—Nos dirigiremos a Konoha —dijo Sasuke, con la frialdad característica en su voz.
—¿Konoha? —Rika giró su rostro hacia él, confundida—. ¿Para qué? ¿Y Karin...? Ella sigue delicada.
—No te preocupes por ella... ya la sanaste, no morirá —respondió él, su tono distante y cortante.
Rika frunció el ceño, pero antes de que pudiera protestar, Madara intervino. —Le quitaré el ojo —dijo mientras se agachaba sobre el cuerpo de Danzo, observando el Sharingan oculto en su brazo—. Sasuke, no te precipites. Vuelve al escondite y descansa. Has abusado demasiado de tus ojos.
Sin más preámbulos, Madara absorbió el cuerpo de Danzo, cerrando su cuello con un movimiento rápido y letal.

Madara se volvió hacia Sasuke, señalando a Karin, que seguía herida y apoyada contra la pared. —Un consejo, Sasuke... si ya no necesitas a esa mujer —dijo en tono despectivo—, asegúrate de eliminarla. Sabe demasiado sobre nosotros. Inazumako podría cumplir mejor su papel.
Las palabras cayeron como un balde de agua fría sobre Rika, cuyo rostro se endureció al escuchar la sugerencia. —¿"Nosotros"? —interrumpió Sasuke, visiblemente molesto—. ¿Desde cuándo me uní a ti?
Madara soltó una pequeña risa bajo su máscara. —Olvídalo, solo un consejo.
—Qué consejo más estúpido —espetó Rika, fulminando a Madara con la mirada—. Karin es una mujer muy talentosa, un sensor excelente, el simple hecho de matarla es..!

Madara ignoró la reprimenda de Rika y se desvaneció en un abrir y cerrar de ojos. Sasuke se giró hacia Rika, mirándola con una expresión impasible.
—Espera aquí —le dijo—. No tardaré.
Rika lo observó con preocupación mientras veía los signos del cansancio reflejados en sus ojos. —Sasuke, tus ojos... —murmuró, pero él desvió la mirada rápidamente. —No tardaré —repitió, alejándose sin darle tiempo a insistir.

Sasuke se acercó a Karin, que seguía débil y tosiendo, con sus ojos vacíos de toda emoción. Sin previo aviso, activó su Chidori. Su intención era clara: eliminarla.
Rika, al verlo, sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo. Su mente no lograba procesar lo que estaba por ocurrir. Karin, la chica que había arriesgado tanto por Sasuke, iba a ser traicionada sin piedad. "No puede ser", pensó Rika, horrorizada. "Sasuke... ¿qué estás haciendo?"

De repente, una voz conocida rompió el aire, haciendo eco en los oídos de ambos.
—¡Sasuke-kun!
Sasuke se detuvo en seco y giró la cabeza con lentitud. —Sakura —dijo con voz vacía—. ¿Qué haces aquí?
Rika, que había estado observando desde la distancia, sintió una punzada de confusión y preocupación al ver a Sakura. "¿Qué hace aquí?", pensó. No tenía sentido.