Canción del capitulo: Out like a light de The honeysticks
Un beso, es una demostración de amor, es la intimidad, el acercamiento que me unió a él de una manera que nunca podré deshacer de mi. Un beso fue lo que terminó de unir las hebras de la pasión que nos mantenía juntos —Kim Jade
Zemantis se regocijó por la recién titulación del nuevo rey que los gobernaría.
La celebración de la coronación de Thanael no solo tuvo lugar en el castillo, con bailes y músicas especiales, un enorme banquete y desfiles ostentosos, sino también en las calles y tabernas, donde cantaban con felicidad la proclamación de su nuevo rey, que para algunos su juventud traía novedades, para otros seguía siendo demasiado joven para gobernar Zemantis.
Luego de haber saludado con una sonrisa radiante y sintiéndose menos rígido que cuando entró a la abadía, fue mucho más receptivo al banquete de coronación, un evento de prestigio reservado para quienes eran parte de la jerarquía social y militar del reino.
Thanael se sentó en el centro de la mesa principal en forma de L, con su familia a su lado. Junto a ellos, la princesa Janeth Winferd de Zaquira tenía un lugar destacado junto al rey Thomas Winferd de Zaquira. Los demás que conformaban la mesa, eran el rey Gael Jones de Zithis, junto a su esposa la reina Saira Jones de Zithis y algunos de sus caballeros.
La música del violín y el arpa llenaban el salón donde los consejeros y caballeros reales de alto rango danzaban en el centro, junto a damas nobles que presumían sus vestidos elegantes y peinados extravagantes. Thanael se mantuvo en su lugar sin decir mucho, se limitó a sonreír cada vez que algún dirigente hacía contacto visual con él. Agradecía tener a su hermana a su lado y a su madre del otro, pues sus hermanos no estaban tan felices como el resto de la corte y la Iglesia, de que él fuera el rey.
La comida del banquete se extendía frente a él y además de sonreír por cortesía a sus dignatarios, disfrutó mucho más de la música, el baile y por supuesto, la comida. Mientras llenaba su copa de vino, rio por los comentarios de su hermana.
—¿No luce el señor Cavilien bastante chistoso con esos pantalones ridículos? —cuestionó en un susurro.
—Creo que solo intenta dar una buena impresión y quizás conseguir a alguna noble que desposar. No creo que haya otro motivo para tal engalane tan reforzado —masculló tomando del vino en su copa de cristal, para ocultar su sonrisa burlona.
—No creo que le sea de mucha ayuda, ni sus pantalones, ni ese parloteo sobre política —señaló Hanna tras una risita que hizo sonreír a Thanael—. Temo que esa pobre mujer pronto estará muerta del aburrimiento con tanta palabrería.
El señor Matthew Cavilien era el maestro de campo, un hombre alto de piel morena y cuerpo musculoso, siempre cuidaba su imagen y no fue la diferencia para ese día. Aunque en sus cuarenta años se ha casado algunas cinco veces y el tiempo que duraban su matrimonio era una gran cuestión para todo el reino.
—Pueden por favor comportarse, los puedo escuchar parlotear sobre el señor Cavilien —les interrumpió su madre.
—Madre, tienes que relajarte, es una fiesta. Nadie está prestando atención a lo que hablamos.
—Todos tienen la atención en ti, Thanael —corrigió—. Ya no eres un príncipe, eres el rey de Zemantis, esas risillas para otro momento. De hecho, deberías invitar a la princesa Janeth a caminar por el salón y hablar con ella, después de todo es tu futura esposa.
Thanael apretó sus dientes, inflando su pecho y levantando su barbilla con seriedad. Hanna bajó la mirada y se dispuso a comer en silencio, sintiendo la mano de su hermano mayor sobre sus hombros, aunque él quiso reconfortarla, sabía que éste pronto dejaría su lado en la mesa para cumplir con su deber como rey y anfitrión de la festividad.
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El rey de Zemantis ©
RomanceThanael Thornfield es rey de uno de los tres reinos de la época triada, viudo, con un único hijo legítimo y que ha mantenido en su pecho un amor tan secreto como peligroso con su caballero, Aldric Dray. La visita de otro rey a Zemantis desata un cao...