Rock me. -Juantin.-

capítulo 19

Martin

-Que quieres Juanjo?- Honestamente soné un poco borde de mas pero es que no podia mas, estaba exhausto y queria irme a casa.

-Hijo mio que solo venia a ver si estabas bien, te he visto salir de la discoteca y me he preocupado, ademas que estaba un poco tirado.- Me dijo con verdad en su voz. -Bueno, pues estoy bien, gracias, solo me he agobiado.- Dije volviendo a mirar al frente, el tomo esto para sentarse lentamente a mi lado en el bordillo.

Juanjo

-Te he dicho alguna vez que eres guapisimo?- Dijo derrepente el vasco girando su cabeza para verme de perfil. -No la verdad, pero gracias.- Dije poniendome nervioso. -No se muy bien porque me odias pero, honestamente, no me importa porque tienes un magnetismo que me hace querer siempre estar cerca tuya.- Dijo volviendo su mirada a un coche que estaba aparcado ahi. -No se porque sera.- Dije. -Puedo besarte?- Finalizó el bohemio.

Acaba de perdirte que le beses... Justo después de decir que sabe que le odio?

Antes de tener la oportunidad de pensar en eso el del bigote ya habia estampado sus labios sobre los mios en un beso lento pero lleno de ganas. -Perdon.- Dijo antes de levantarse, justo antes de que se fuera le agarre del brazo y le pegue a una pared para continuar cone se beso que tan desconcertado me habia dejado.

Juanjo, que haces, no le odiabas? No era insoportable?

Esos pensamientos irrumpieron en mi cabeza pero no por ellos me aleje de el chico que era ligeramente mas bajito que yo, media cabeza mas o menos, de por si era mas pequeño que yo, era flaco y mediria metro setenta y pico.

El beso siguio pero era diferente al primero, era con mas intensidad y mas apasionado. Mis besos bajaron lentamente al cuello del otro dejando pequeños besos y mordidas esparcidas entre el cuello y la clavicula.

Martin

No se que hago. Me odia. Como se me ocurre.

Los pensamientos no paraban de llegar pero mi mente solo estaba pendiente de los besos que Juanjo dejaba en mi cuello.

Esto tiene que parar.

Era el mejor beso que me habian dado en mi vida, Juanjo besaba todas las partes necesarias.

En un momento paró. -Perdoname, de verdad.- Fue lo unico que me dijo antes de dejarme tirado en el aparcamiento cutre que tenia la jodida discoteca.