𝐯𝐢𝐢.

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—Hey, Sera, despierta.

La mano de Sunoo en mi hombro me sacude suavemente. Cuando abro los ojos, me topo con su figura parada enfrente de mí. Levanto la cabeza del cuaderno, y poco a poco mis ojos se acostumbran a la luz del sol en el salón.

—Es hora del receso, Sullyoon se adelantó a apartar nuestra mesa.

Giro mi mirada hacia el espacio vacío al lado mío. Sunghoon no había venido a clases en al menos tres días, y no lo había visto desde el incidente en mi casa campestre.

—Tranquila, Jang, de seguro está bien.—Me molesta Sunoo, extendiéndome la mano. La tomo y tan pronto como estoy de pie, entrelazo mi brazo con el suyo.

—No estaba pensando en Sunghoon.—Le dije, disimulando mi interés, pero me aprieta más hacia él.

—No mencioné el nombre de Park en lo absoluto.—Se encoge de hombros, y juntos recorremos el camino a la cafetería.

Minji parece estar dándole una entrevista a Yuna y Gaeul, que sostiene la cámara enfrente de ambas. Me recargo en Sunoo tratando de disipar el disgusto, esa debería ser yo.

Cuando llegue a inicios de semana del brazo de Wonhee y no del de Sunghoon, los rumores no tardaron es esparcirse. Desde una pelea de la que no nos habíamos recuperado, un viaje a Europa con su padre, o hasta su ausencia siendo una coartada para encubrir un microblading, porque en palabras de Yuna, no hay forma de que esas cejas tan perfectas sean naturales.

Normalmente los rumores me tienen sin cuidado. Duran un par de horas hasta que algo más sucede y el tren de chismes llega a otra estación.

Pero ya van días.

Días que he pasado borrando hate comments de mi perfil de Instagram hasta altas horas de la mañana, y revisando los comentarios en el perfil de Sunghoon.

—"Oppa, recupérate pronto. Te querré siempre, sin importar que estés con una arrimada."—Leo en voz alta mientras reporto el comentario.

—Sera, ¿por qué no le pides que cierre sus comentarios?—Me pregunta Sullyoon, pero ella sabe bien la respuesta. No tengo ni forma de contactarlo, y la secretaria de papá no puede enterarse de que necesito el número del heredero al imperio Park porque serían muchas preguntas que no podría responder.

—Como sea, iré por una bandeja.—Resoplo y hago mi camino al buffet de la cafetería. Me decido por un manojo de uvas, pero al extenderme para agarrar las pinzas, mi mano se encuentra con la de alguien más.

—Sera, querida. ¿Dónde te habías metido?—La profesora Bae me sonríe cálidamente.—Ten, no te preocupes, sírvete tu primero.—Cede las pinzas con gracia, y hago una reverencia en agradecimiento.

—Hola, profesora Bae. ¿Sí ha recibido mis observaciones de la nueva colección de Jean Paul Gautier?

—Claro, y debo de admitir, son refrescantes. De hecho, lo suficiente para refrescar mi propia mente.—Sonríe mientras le devuelvo las pinzas.—Ésta noche de Viernes, Vogue estará organizando un pequeño desfile privado. Asistirán varias figuras reconocidas del medio, me gustaría pudieras darte una vuelta por ahí, tal vez hacer algo tras bambalinas. Podría recomendarte yo misma a ti y otros estudiantes.—Mi sonrisa se ensancha y asiento frenéticamente.

—¡Claro, profesora! Sería un honor para mí, le agradezco mucho la consideración.—Hago una reverencia en agradecimiento cuando me devuelve la sonrisa.

𝐛𝐞𝐠 𝐟𝐨𝐫 𝐲𝐨𝐮 | park sunghoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora