OUR DESTINY [2MIN / KNOWMIN]

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El castaño sintió unas caricias lentas en el puente de su nariz, que lo motivaron a despertar. Minho estaba en su forma humana, sentado junto a él con las rodillas soportando su barbilla mientras su mano seguía repasando su pelaje. Seungmin gruñó ante ello, sintiendo la creciente ira en el ambiente por la mera presencia del azabache sin embargo, Minho le jaló uno de los bigotes sin pensarlo ni un poco, haciéndolo chillar.

---Abstente de pelear conmigo, de ser por mí, ni siquiera habría pensado en ayudarte y te habría dejado agonizar en la depresión ---advirtió.

Seungmin sobó su mejilla con su pata, luego lamió el rostro del otro sólo para molestarlo. Minho le gruñó en advertencia, pero luego volvió a dejar una nueva caricia en la trompa del animal. Habría querido hablar con el humano, pero ya habían pasado dos lunas desde que el lobo emergió y ya no se ocultó. Jeongin y el sacerdote los habían visitado, pero el lobo parecía estar completamente reacio ante la idea de traer de vuelta a su humano.

La compañía de Minho afortunadamente lo tenía tranquilo, pero las represalias de su encuentro violento seguían presentes entre momentos. Bang Chan tuvo que hechizar el anexo para que ambos alfas estuvieran envueltos en una aura pura donde no se sintieran más que somnolientos y pasivos.

En ese momento resultaba una enorme ganancia que ambos se soportaran.

Aún así, Minho no podía pasar de largo el desagradable hecho de que a ese punto estaba totalmente empapado de las feromonas y el aroma del lobo, ya ni siquiera podía recordar su propio aroma. No obstante, lo aceptó sólo porque Jeongin le platicó de la situación el día anterior durante la visita de Bang. La preocupación de una transformación permanente era evidente en los tres, debido a que el animal podía volverse salvaje e incontrolable, orillando a que su humano muera dentro de él.

---Jisung probablemente te jalaría de las orejas por ser tan testarudo ---mencionó en voz baja.

La mención de su destinado lo hizo bajar las orejas y un gimoteo tristón se extendió por toda la habitación. Minho se recorrió un poco más cercano y le acarició la trompa, exactamente en el bigote que había jalado.

---Entiendo que sea doloroso escuchar su nombre ---murmuró---. Pero no puedes vivir el resto de tu vida ignorando la existencia de tu otra mitad sólo para evitar el dolor... Todos nuestros muertos, incluso los miembros de la cámara, deben ser recordados con honor por nosotros... Tu padre siempre nos invitaba a olvidar los rencores, ¿recuerdas?

El lobo gimoteó de nuevo y dejó su trompa en el regazo del otro para recibir sus caricias. Minho tuvo que descubrir por sí mismo los puntos erógenos de su compañero. Al principio le resultó tremendamente incómodo sin embargo, se obligó a acostumbrarse lo más rápido posible para no molestarse en ese momento. Aún había un ápice de rencor en su pecho, la enemistad de ambos por su naturaleza había surgido y tomado fuerza cuando pelearon. Minho realmente pensó en estrangularlo el primer día, pero el buen juicio de su humano era mucho más fuerte que las decisiones del animal.

---Minho.

El aludido giró la mirada y se levantó de la cama, dejando una palmada en la coronilla del animal. Se acercó a la puerta y tomó la bandeja que flotaba junto a Jeongin para dejarla en la mesa del tocador, luego volvió para tomar por separado a la rata que el otro le ofreció como recompensa por su buena conducta. Minho no lo contempló y la comió en ese instante, importándole poco que sus ropas se llenaran de sangre.

---¿No hay indicios del humano?

---No ---negó el puma, acercándose un poco---. Se niega a mostrarme a Seungmin... A este paso es mejor que nos resignemos y me dejes marchar, el humano moriría pasadas las dos lunas.