Capitulo 34

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La tensión en el aire era palpable. Ryukyu rugió de nuevo, esta vez llamando a la batalla. El suelo tembló bajo su peso mientras se preparaba para embestir. Muscular se lanzó de inmediato, con la intención de destrozarla nuevamente. Ryukyu, anticipando el ataque, lanzó una poderosa ráfaga de viento con sus alas, empujando a Muscular hacia atrás momentáneamente, pero él solo sonrió más ampliamente, excitado por el desafío.

Toga y Twice desaparecieron entre las sombras, listos para aprovechar cualquier apertura. Mr. Compress comenzó a mover sus manos, buscando atrapar a la dragona desprevenida. Mientras tanto, Denki simplemente observaba, su mirada fija en Ryukyu, sin hacer ningún movimiento precipitado, esperando el momento oportuno para desatar el poder de sus Llamas Azules.

Ryukyu sabía que estaba en desventaja numérica, pero no tenía miedo. Esta batalla no era solo por ella; era por la ciudad que juró proteger. Y si tenía que enfrentar a estos villanos, incluyendo al traidor Kaminari, lo haría con todo su poder.

El combate estaba a punto de estallar, y con ello, las calles de la ciudad se convertirían en un campo de batalla entre héroes y villanos, donde la supervivencia no sería garantizada para ninguno.

El aire estaba cargado de tensión mientras Ryukyu, en su imponente forma de dragón, se preparaba para el combate bajo el sol brillante del día. A pesar de estar rodeada por enemigos, no permitió que el miedo se apoderara de ella. Sabía que los villanos frente a ella no eran cualquiera, pero también sabía que su deber era proteger la ciudad, sin importar el costo.

Muscular fue el primero en atacar, lanzándose hacia ella con una brutalidad desenfrenada. Sus puños potenciados buscaban golpear a la heroína con toda su fuerza, pero Ryukyu, con la agilidad que su forma de dragón le confería, esquivó el ataque, dejando que los puños de Muscular se estrellaran contra el suelo. Inmediatamente, contraatacó con una ráfaga de su aliento de dragón, una fuerza imponente que hizo retroceder al villano unos metros.

No hubo respiro. Mr. Compress lanzó más canicas desde la distancia, cada una conteniendo trampas letales. Estas explotaban en una lluvia de fragmentos que intentaban limitar el movimiento de Ryukyu. Spinner y Twice no tardaron en unirse al ataque, coordinando sus movimientos de forma precisa para mantenerla bajo constante presión. Toga, mientras tanto, se movía por los bordes del combate, observando y esperando el momento adecuado para abalanzarse con su cuchillo, buscando una abertura en la defensa de la heroína.

Pero Ryukyu no era llamada una heroína profesional por nada. Aunque estaba en clara desventaja numérica, su experiencia y poder le permitían igualar el campo de batalla. Con un rugido que resonó por toda la ciudad, agitó su cola con furia, derribando a Spinner con tal fuerza que lo envió volando hacia un edificio cercano. Sus garras afiladas destrozaron una de las ilusiones de Twice, quien retrocedió confundido por el ataque. Su táctica de combate era feroz, manteniéndolos a raya.

Entre tanto caos, Denki Kaminari permanecía al margen, observando detenidamente la batalla. Sin embargo, a diferencia de sus compañeros, no sentía ninguna presión por su nuevo rol. Había aceptado completamente su nuevo poder y propósito. Las Llamas Infernales Azules ardían a su alrededor, rodeándolo como una aura mortal, listo para ser liberado.

Con un movimiento decidido, Denki alzó su mano y, sin titubear, lanzó una serie de llamaradas azules hacia Ryukyu. El fuego infernal surcó el cielo diurno como meteoros, acercándose rápidamente hacia la heroína. Ryukyu apenas tuvo tiempo de reaccionar, esquivando algunas, pero no todas. Las llamas la alcanzaron en el costado, haciendo que rugiera de dolor. El calor abrasador atravesó sus escamas, causando un daño significativo.

A pesar del dolor, Ryukyu no estaba dispuesta a rendirse. Reuniendo toda su fuerza, contraatacó con un poderoso aliento de fuego, una ola de calor que obligó a Denki a retroceder y a tomar una postura defensiva. Aún con el cuerpo herido, la voluntad de la heroína no se quebrantaba.

Mientras la batalla rugía en las calles, las cámaras de seguridad capturaban cada momento. En cuestión de minutos, las imágenes del feroz enfrentamiento se transmitieron por toda la ciudad, y pronto, los canales de televisión comenzaron a emitir en directo la lucha entre la heroína dragón y los temibles villanos. Héroes profesionales y ciudadanos por igual observaban, algunos con horror, otros con esperanza. El destino de la ciudad pendía de un hilo, y todos esperaban la llegada de refuerzos.

La batalla estaba lejos de terminar, pero una cosa era segura: Ryukyu no dejaría que los villanos destruyeran la paz de su ciudad sin pelear hasta el final.

mientras tanto, en otro sitio...

En la sala común de los dormitorios, la atmósfera era aún más cargada de tensión. La clase 1-A, junto con Aizawa, observaba con incredulidad y horror lo que sucedía en la pantalla. La transmisión mostraba el combate entre Ryukyu y los villanos, pero lo que más los conmocionaba era ver a uno de los suyos luchando del lado equivocado. Denki Kaminari, el chico despreocupado y siempre sonriente que había sido su amigo, aparecía en la pantalla, envuelto en las aterradoras Llamas Infernales Azules, atacando sin piedad.

Todo comenzó como una transmisión regular de noticias. Habían estado relajados en la sala común cuando Kirishima notó el titular en la televisión: "Villanos atacan la ciudad". Al principio, nadie le dio mucha importancia; los héroes siempre enfrentaban a los villanos. Pero entonces, las imágenes en la pantalla captaron algo que nadie esperaba: Denki, luchando junto a la Liga de Villanos.

“¿Qué demonios está pasando?” murmuró Bakugo, su tono oscilando entre el enfado y la confusión. Al principio, estaba sentado de espaldas a la televisión, pero al ver a Denki, se levantó de golpe, incapaz de creer lo que veía.

Midoriya, con los ojos muy abiertos, miraba la escena en la pantalla con una creciente sensación de preocupación. "No puede ser... ¿Denki?" Apenas podía procesar lo que veía. Sus manos temblaban involuntariamente, mientras observaba cómo su amigo lanzaba esas peligrosas llamas azules contra Ryukyu.

Jirou, que estaba sentada en el sofá, se llevó las manos a la boca, su rostro palideciendo al ver la ferocidad con la que Denki luchaba. “No… él no haría esto... No puede ser...” Sus palabras eran apenas un susurro, llenas de incredulidad.

Kirishima golpeó el brazo del sofá con fuerza. "¡Maldición, Denki! ¿Qué te hicieron? ¡No tiene sentido que estés luchando contra los héroes de esta manera!”

La transmisión continuaba, mostrando cómo Ryukyu luchaba con todo su poder, mientras Denki atacaba con una ferocidad inusual. Jirou, al borde de las lágrimas, se dio la vuelta, incapaz de seguir mirando. "Esto no puede estar pasando... Denki, por favor... detente.”

Las imágenes mostraban cómo Ryukyu, a pesar de estar herida, luchaba con valentía contra Muscular y el resto de los villanos, mientras Denki lanzaba sus aterradoras Llamas Azules. El sonido del combate y las explosiones llenaba la sala común.

"Él nunca fue alguien que quisiera lastimar a la gente... ¿Cómo llegó a esto?" murmuró Uraraka, su rostro mostrando una mezcla de tristeza y confusión. "¿Realmente lo hemos perdido?”

Sero, que solía bromear con Denki más que nadie, se levantó de su asiento, caminando hacia la pantalla con incredulidad. “Siempre pensé que no se atrevería a hacer algo así... incluso después de todo lo que pasó. Pero verlo ahora... ¡Esto no es lo que imaginé!”

Aizawa, quien había estado observando en silencio, se puso de pie lentamente, con una expresión seria. "Es evidente que no podemos seguir esperando que recapacite por sí mismo. Si Kaminari sigue luchando del lado de los villanos, tendremos que enfrentarlo como cualquier otro enemigo. Deben estar preparados para esa posibilidad.”

El aire en la sala común estaba cargado de emociones encontradas. La tristeza, el enojo y la confusión se mezclaban mientras veían cómo Denki, quien alguna vez fue su amigo y compañero, ahora luchaba del lado oscuro, sin señales de remordimiento. El Denki que una vez conocieron parecía haberse desvanecido, y lo que quedaba era un adversario que ya no dudaba en atacar a los héroes.

La oscuridad del rayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora