Príncipe y Prometido - Serie Tribunales Peligrosos #V - Hyunlix.

VII. 🔮🐉

Felix.

El té de Draskora es más fuerte que el té que Felix acostumbra. Culpa a la cafeína de sus intranquilos nervios en este primer día en Ostomar. Al menos tiene mucho que hacer. Guardar sus pertenencias es fácil porque Hyunjin apenas tiene ropa en los armarios. Felix medita. Cepilla el pelaje de Osric mientras éste ensalza las virtudes de la cocina draskorana. Toma más hallabark y luego explora.

Los aposentos de Hyunjin ocupan los dos pisos superiores del cuartel del cuerpo de dragones de Ostomar. Hay escaleras y rellanos públicos hacia el norte, pero también escaleras privadas, por lo que Felix puede explorar toda la suite sin cruzarse con nadie. Ninguna de las puertas está cerrada. Algunos de los gabinetes podrían estarlo, pero Felix no los prueba. Eso sería intrusivo.

Le gusta más el salón del piso inferior, es más un salón multiusos que un simple salón. Además de la mesa del desayuno, hay una barra con barriles a lo largo de una pared y cómodos sofás destartalados. Todo el lado sur es un patio abierto, con lámparas de calor encantadas que mantienen a raya el frío. Felix pasa un rato fascinado por las montañas escarpadas y la resplandeciente ciudad que se encuentra debajo.

El resto de la planta es mayoritariamente un depósito y cuartos varios. Hay una pequeña biblioteca y una armería que huele a cuero y hierro. Una habitación es claramente una especie de sala de reuniones, con una elegante mesa y sillas. Esa habitación está limpia, pero claramente apenas se usa. Un mural recorre la pared sin ventanas, un dragón azul oscuro sobre un fondo de humo blanco y llamas amarillas.

El color coincide con Loska, lo que significa que el jinete debe ser Hyunjin, una pequeña figura que levanta el puño en señal de triunfo.

Ese mural es lo más que ve Felix de Hyunjin el resto del día.

La mañana siguiente en Ostomar es muy parecida a la primera. Se levanta con el amanecer y realiza su secuencia de estiramientos matutinos a pesar de sus dolores y moretones. Luego medita hasta sentirse centrado, lo que le lleva más tiempo del debido. Felix todavía baja las escaleras cuando Yebin trae el desayuno.

A Felix le gusta mucho Yebin. Yebin es una persona alegre y habladora, y Felix no puede apartar la mirada de su cabello rizado verde y naranja.

— ¿De dónde viene el nombre Jinete de Tormenta? —pregunta Felix mientras Yebin ordena la habitación.

—Todo tipo de razones —responde Yebin—. Loska es grande, azul y oscuro como una tormenta. Luego está la magia Miroh, que es evidente. Los magos de la Casa Miroh han montado dragones antes, pero ninguno como Jinete de Tormenta.

Felix bebe su té. — ¿A qué te refieres? Realmente no tengo nada con qué compararlo.

—Correcto, debes volar con él. Bastardo suertudo. —Yebin se apoya en la mesa, olvidando la limpieza—. Hyunjin simplemente tiene instinto para ello. Manipula el clima como si estuviera cabalgando sobre el cielo mismo. Los jinetes más veteranos no dejaban de hablar de él cuando se unió por primera vez.

—Todo el mundo habla de él como si fuera más una leyenda que un hombre —dice Felix—. Es un poco intimidante.

—Bueno, él es una leyenda, ¿no? Conoces la historia, ¿verdad? —Yebin saca una silla cuando Felix niega con la cabeza—. Bien. La mayoría de los dragonbond son intencionales. Enviamos reclutas a acampar en las montañas y esperamos que un dragón salvaje se encariñe de ellos. En las raras ocasiones en que tenemos un nido manso, asignamos un grupo de magos en entrenamiento para apalear mierda. El bebé suele elegir uno de ellos.