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—¿Profesor Jung?

—¿Sí, Sunghoon?

—Yo... es que yo estoy elaborando una autoficción, mi vida no es muy interesante, pero estoy tratando de crear una versión... una versión atractiva—este replicó—. Quiero entrar al concurso de la editorial con ese escrito.

—¿Perdón?

El hombre frunció el ceño, pero cayó en cuenta que el pelinegro quizá no estaba enterado de la novedad.

—¿Diga? ¿Qué sucede?

—¿No estás enterado, hijo?

—¿Ya no hay concurso? ¿O es muy... tarde?

—Hijo, fuiste seleccionado para el concurso y estás dentro de los finalistas. Tu blog theinkcorner fue entregado —el hombre explicó animado—. Deberías ver las visitas que tiene, eres increíble. Eres muy talentoso, Sunghoon.

« Mi vida... literalmente toda mi vida ha sido expuesta. »

—¿No estás emocionado? ¿No fuiste tú quien lo entregó?

—Yo...

« No puede ser... »

El chico se giró en sus talones para marcharse, y caminó hacia la puerta. Una vez afuera del aula, cruzó al pasillo de la salida, pero su corazón empezó a acelerarse al reconocer una figura al otro extremo del pasillo.

Sim Jaeyun.

El castaño dejó su bolsa en el suelo y se acercó corriendo al pelinegro. Su rostro estaba sonrojado.

—No viniste a la clase.

—N-no... —Jaeyun contestó, en un hilo de voz. Su mirada podía decir todo, aún sin hablar.

—¿Estás bien?

—Es tiempo de entregar mi carta.

—No... no la he terminado, Jaeyun, yo–

El castaño no le dejó terminar de hablar cuando jaló su brazo y le puso un sobre de papel en su mano.

« Esto no puede ser real. Voy a vomitar. »

—Esta la escribí yo.

Sunghoon se quedó tieso. Sus pupilas se dilataron y sus rodillas estaban temblando. Seguía sosteniendo el sobre de papel, pero no lo había mirado, evitaba hacerlo.

—Es para ti, Sunghoon, c-creo que... ya lo sabías desde el primer momento en que te hablé —Jaeyun murmuró—. Es la primera vez que hago esto, nunca he escrito algo así, yo... p-por favor... léela.

De un fuerte apretón, el pelinegro jaló al castaño por los pasillos y los condujo a un aula vacía, era un salón de música con distintos tipos de instrumentos y una larga pizarra.

—Debo confesarte algo.

—Yo... yo te escucho —Jaeyun asintió—. Soy todo oídos, Sunghoon.

El castaño empezaba a emocionarse, creyó que ese sería el momento donde Sunghoon le correspondería y le diría que también sentía lo mismo. Y ambos serían felices por fin.

—Todo esto es un malentendido.

Un Jaeyun desilusionado se quedó callado, mientras le temblaba su labio inferior.

—Yo no escribí esas cartas, yo ni siquiera te conocía, Jaeyun.

« Esto me duele más a mí que a él. »

—¿Q-qué?

—Seonho es el dueño de todas esas cartas.

—¿Qué?

Jaeyun solo miraba al suelo, procesando la situación.

—¿"N-ni siquiera me conocías"?

—No... digo, sí, ¡espera! —el de lentes bramó y sacudió su cabeza— ¿Por qué no me dijiste que habíamos estudiado juntos? No quise decir eso, yo... Jaeyun, yo no sé.

—Creí que no me recordarías y me tomarías por un raro —Jaeyun se sentó en una mesa y suspiró—. Todo fue un error mío, perdón si te incomodé. Creo que debería irme.

—Jaeyun...

El castaño se apoyó en el marco de la puerta y elevó sus cejas.

—Tú le gustas a Seonho, y mucho —el pelinegro tragó saliva—. Yo, de veras aprecio la carta, nunca había recibido algo así, pero–

—El que me gusta eres tú, Sunghoon. Esa es la verdad. Y no sé qué voy a hacer.

Jaeyun le interrumpió y resopló. Se preparó para salir.

—¿Sunghoon?

El de lentes le miró y asintió. Caminó hacia la salida donde se encontraba el otro, cabizbajo.

—Felicidades por entrar al concurso, sabía que lo lograrías.

« ¡Fue él! Jaeyun entregó mi blog. »











necesito darle un abracito a ikeu, muchos abrazos:(((((( no podré actualizar en estos días (empecé parciales ayer) (me quiero morir) (te amo enhypen) pero volveré con mucho jakehoon y mucho amor<333<3

sincerely, anonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora