Un vaso de vinagre

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Estoy sentada en la mesa de la cocina comiendo un plato de ravioles como más me gusta, viendo mi película favorita de spiderman.

Los protagonistas se besan y agradezco que no estén mis papas para que escuchen mis gritos ahogados de emoción.

Me pregunto si alguien me amara de la misma forma que me obsesiono yo.

De pronto tocan el timbre en medio de la noche y me preguntó si ya habrán volvido mis papas de su cita romántica que mi mamá había ansiado tener.

-¿Quién es? - Pregunto con una mano en el picaporte de la puerta.

-Tu novio - Suspira supongo con sarcasmo mi mejor amiga y como ve que me tardo un rato en abrir exclama: - Amor, ábreme que me congelo, no querrás que el amor de tu vida se congele, o no?

Suelto una risita y tiro.

-Hola, Adri, ¿Que haces tan tarde?

-Me dijiste que estabas sola así que vine a acompañarte.

La dejo pasar y se sienta del otro lado de la mesa al frente y coloco la pantalla para que nos enfoque a las dos.

-¡Spiderman! Hace mil años que no la veo - Levanta las cejas abriendo la boca y saca el plato del microondas - ¿Te acordas cuando en el colegio la pusieron?

Conozco a Adri, es capaz la única persona que me va a entender del todo y con ella conecto diferente al resto. A veces me da miedo haberla idealizado un poco y que resulte no ser así al final.

Es que me da miedo perderla.

Pero si, la gente intento separarnos mil veces pero no pudieron. Se inventaban mentiras que hasta donde se ni ella sabia que había hecho. Pero no se, perdí tanta gente en mi vida que a veces dudo que sea igual y debo admitir que me hace sentir vacía o muy mal algunas veces.

Justo me llega otra notificación a mi celular y brilla la pantalla llamando la atención a adri que inmediatamente lo agarra como si fuera suyo.

-¿Quién es imbecil? - No quiero decirle ya que ella seguro va a seguirlo y quiero mantenerme algunas cosas en privado osea es personal pero como me chupa un huevo, le explico.

-Es un taradito de la uni, no te preocupes, ¿Que puso?

- Se enojo porque no le contestaste - Hace una mueca y me dedica una mirada atrevida - Para mi que aca hay algo.

Veo que se levanta y corre al baño para que no pueda volver a sacarselo de las manos.

-¿Que estas haciendo? - Noto que teclea.

Uy no, Adriana Lima te odio.

-Dice que esta en la puerta - La miro con una mirada asesina - Deja atras todo rencor amiga.

-Juro que tengo unas ganas de matarte en este momento - La señalo.

-¿A besos? - Pregunta y me tira un beso con la mano - Mentira, mentira. Llevate abrigo eh.

-Si viene mi mama decile que sali con unas amigas y que era urgente, ¿Entendido?

-Si, señora.

-Voy a terminar con ese tarado.

[...]

Lo veo parado en el escalon de la puerta de entrada y sigo de largo ignorandolo.

-¿Ya no saluda, señorita Thompson? - Odio su voz, me trae tantos recuerdos que desearía que de una vez por todas le borraran la memoria para que se los olvide de una.

-¿Lo conozco, milord? - Digo al mismo tiempo girando la cabeza y el cuerpo pero las palabras me salen solas.

-No creo que desconozca a su ex-comprometido con quien tenía un acuerdo con su padre para casarse - Duda con una sonrisa pícara.

-¿Es el mismo que me trato de perra y pensó que lo estaba engañando con sus colegas cuando nada que ver? - Digo alzando mi tono de voz para no quedar atrás.

-Si sigue así voy a llamar a su padre para que venga a arrastrarla hacia su palacio donde se alejo y no volvió- Suspira acercándose- Mire que yo no tengo problema en informarle a su padre sobre este temita.

-Desafieme - Lo reto.

-No creo que una mujer mitad hombre pueda derrotarme si no es más que una bestia horrososa que ni siquiera es capaz de ponerse desodorante.

Lentamente saco mi espada y me voy acercando. Este retrocede y yo aprovecho para agarrarlo del cuello y apoyarlo contra la pared.

-Que sea la última vez que me falta el respeto porque yo no tengo miedo de usar mi espada señor.

-Esta bien, esta bien - Suspira levantando las manos de par en par - Déjeme ir por favor.

Lo suelta pero cuando se dan la vuelta le clava la espada en la espalda y un montón de sangre roza el piso.

Gente horrorizada trata de llamar a la policía pero no sucede porque la chica logró dominar el destino.

-No hace falta que hagas nada, el universo está a mi favor - Le explica a la señora de boina roja y esta lo tira al piso - Hasta luego.

Eso me gustaría que hubiese pasado pero en realidad paso que salí a la puerta y me dio una rosa negra con una carta.

-Solo quería darte eso y espero que leas la carta a solas - Hace una pausa como indiferente - Mas adelante lo entenderás.