Un vaso de vinagre

algo

Retrocedamos en el tiempo al 1900 donde las mujeres se vestían con vestidos anchos y con escote bien producido y los hombres con traje y corbata también muy exóticos.

¿Lo normal, no?

Déjame decirte que normal es algo que estamos acostumbrados a oír pero nunca te haz imaginado una dama de gala con moño y boina con saco largo seguramente para esa época.

Entonces ahí es donde entro yo. Sentada en un restaurante demasiado sencillo para una chica con doble estilo y carismático a primera vista. Sus adornos recorren toda la parte del exterior del local. Como siempre, estoy sola con mis dos maletas repletas de ropa tomando un café en una mesa redonda.

-Milady, ¿Desea que le traiga algo más? - Pregunta el hombre con bigote con ganas de que ya me vaya de una vez.

-No, gracias. Ya me iba - Siento que suspira - Ah, por cierto muy bueno el café y agradecida por su espera - Le consigo unas monedas de propina y este sonríe pero niega.

-No puedo aceptarlo, pero gracias por elegirnos...? - Agradece. Trata de que prosiga y le diga mi nombre pero eso no sucede ya que veo la hora en el reloj.

-Disculpe, hasta luego.

Corro hacia el tren y me limpio la frente de los nervios. Si me llegarán a descubrir, estoy frita con papas.

Subo al vagón y un hombre que conozco muy bien se acerca para saludarme pero trato de ignorarlo.

-¿Ya no saluda, señorita Thompson? - Odio su voz, me trae tantos recuerdos que desearía que de una vez por todas le borraran la memoria para que se los olvide de una.

-¿Lo conozco, milord? - Digo al mismo tiempo girando la cabeza y el cuerpo pero las palabras me salen solas.

-No creo que desconozca a su ex-comprometido con quien tenía un acuerdo con su padre para casarse - Duda con una sonrisa pícara.

-¿Es el mismo que me trato de perra y pensó que lo estaba engañando con sus colegas cuando nada que ver? - Digo alzando mi tono de voz para no quedar atrás.

-Si sigue así voy a llamar a su padre para que venga a arrastrarla hacia su palacio donde se alejo y no volvió- Suspira acercándose- Mire que yo no tengo problema en informarle a su padre sobre este temita.

-Desafieme - Lo reto.

-No creo que una mujer mitad hombre pueda derrotarme si no es más que una bestia horrososa que ni siquiera es capaz de ponerse desodorante.

Lentamente saco mi espada y me voy acercando. Este retrocede y yo aprovecho para agarrarlo del cuello y apoyarlo contra la pared.

-Que sea la última vez que me falta el respeto porque yo no tengo miedo de usar mi espada señor.

-Esta bien, esta bien - Suspira levantando las manos de par en par - Déjeme ir por favor.

Lo suelta pero cuando se dan la vuelta le clava la espada en la espalda y un montón de sangre roza el piso.

Gente horrorizada trata de llamar a la policía pero no sucede porque la chica logró dominar el destino.

-No hace falta que hagas nada, el universo está a mi favor - Le explica a la señora de boina roja y esta lo tira al piso - Hasta luego.

Salto del tren y caigo rodando en el pasto verde de un campo de vacas. Me siento orgullosa x haber logrado terminar con ese hombre después de mucho tiempo.

- Asley Willos (Once años).

Por suerte en este ciclo lo pude destruir y no enamorarme completamente de él.

Ahora que lo pienso, ¿En qué momento la historia que escribí cuando era chica se convirtió en mi vida normal?

Lo bueno es que no se como llegué a esto pero mi vida es cada vez mas interesante.

Me refiero a que nunca me había imaginado tener a alguien que se preocupara tanto por mi salud mental y por si no entendes de lo que hablo. Esa carta es lo que siempre estuve buscando toda mi vida.

Una vez, estaba en casa con mi madre después de volver del hospital porque me había agarrado una enfermedad muy fuerte y con la otra sostenía un libro.

-Mami, ¿Querés leer el cuento que hice? - Le pregunta la niña sonriente a la mujer esperando una respuesta positiva por parte de ella.

-No, Asli anda a hacer algo útil - Le ordena su madre - Estuviste haciendo eso todo el día y mañana tenes colegio.

-Dale mami léela- Le insiste - Y después hago todo lo que quieras.

-Cortala, Asli - Le devuelve la mirada amenazante y prosigue: Bueno, después la leo pero anda a hacer la tarea.

Lo que no se, es si la leyó o no pero no la encontré más. Y solo me quedo un pedazo.

No lo entenderan pero era lo único que quería tener de recuerdo de esa niña para nunca olvidarme como soy.

Y hoy ese chico, la trajo.

Dejo una notita más abajo que dice: perdón, no se que carajo me esta pasando pero te pido disculpas si hice algo que te hizo sentir muy mal. Se que es muy de la nada pero después de ese día que viniste llorando a mi casa...

Espera, ¿Que?

Ni en mi sano juicio hubiese ido a su casa y menos derramando lágrimas a menos que me hayan drogado o algo.

...me di cuenta de lo mierda que ha sido mi vida durante todo este tiempo y quería darme una oportunidad a mi también. Te amo, Ashley.

Okey, definitivamente está muy loco de la cabeza.

Imbecil

Perdón si sonó un poco cursi, pero enserio te amo.