La fiesta.

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El sol se filtraba a través de las cortinas de la sala, creando un suave resplandor dorado que iluminaba el apartamento de Evelyn. Tras la confusión de los últimos días, ambos se sintieron agradecidos por el silencio compartido y la tranquilidad del momento. A pesar del caos del mundo exterior, allí, juntos, todo parecía en su lugar.

Evelyn se encontraba en la cocina, lavando algunos platos mientras Jungkook la observaba desde la mesa. Había algo simple y hermoso en la forma en que se movía, su cabello cayendo sobre su rostro y una expresión de concentración en sus ojos. Sin poder evitarlo, Jungkook se levantó y se acercó a ella.

-Déjame ayudarte -dijo con una sonrisa, tomando una esponja y sumergiéndola en el agua jabonosa.

-No, está bien, de verdad -respondió Evelyn, pero la calidez de su sonrisa era innegable.

-Insisto -dijo Jungkook, riendo suavemente mientras comenzaba a lavar los platos-. No puedo dejar que mi chica limpie sola. Eso no se hace.

Evelyn sintió una oleada de calidez en su pecho al escuchar sus palabras. Giró la cabeza para mirarlo, sus ojos brillando con cariño.

-No puedo creer que digas eso -dijo, bromeando mientras le pasaba un plato para que lo enjabonara-. Te estás convirtiendo en un caballero.

-Solo por ti -respondió él, mirándola fijamente, su voz llena de sinceridad. Sus ojos oscuros reflejaban un profundo afecto que hacía que el corazón de Evelyn latiera más rápido.

Tras terminar con los platos, Jungkook la sorprendió envolviéndola con sus brazos por detrás, apoyando su cabeza en su hombro. La calidez de su cuerpo y la suavidad de su aliento sobre su piel la hicieron sonreír.

-¿Sabes? -dijo Jungkook, su tono de voz bajo y suave-. No hay nadie más con quien quisiera estar en este momento.

Evelyn se sintió emocionada al escuchar eso. Se volvió para enfrentarlo, sintiendo la cercanía de sus cuerpos. Jungkook la miró a los ojos, y en ese instante, el mundo exterior desapareció.

-Yo también lo siento, Jungkook. Esto es... perfecto -respondió Evelyn, sintiendo que la conexión entre ellos se profundizaba.

Con un gesto impulsivo, se acercó más, y sus labios se encontraron en un beso suave y tierno. Era un beso lleno de promesas y de una complicidad que solo ellos compartían. La calidez de su amor llenaba la habitación, y todo lo que había fuera de esas cuatro paredes se desvaneció.

Una Tarde de Películas:

Después de lavarse las manos, Evelyn sugirió una tarde de películas. Jungkook aceptó con entusiasmo, así que se acomodaron en el sofá, con un tazón de palomitas entre ellos. Ella eligió una comedia romántica que habían visto juntos antes, y mientras la película comenzaba, Jungkook pasó su brazo por los hombros de Evelyn, atrayéndola hacia él.

-¿Te acuerdas de la parte donde él la sorprende con un picnic? -preguntó Evelyn, riendo mientras recordaba su propia experiencia.

-¿Cómo podría olvidarlo? -respondió Jungkook, sonriendo-. Me hiciste prometer que te llevaría a hacer eso algún día.

-Y lo harás, ¿verdad? -dijo ella, mirándolo de reojo.

-Por supuesto. Haré todo lo posible para hacerte sentir tan especial como te mereces -prometió él, su tono más serio.

Un juego de preguntas:

Mientras la película avanzaba, comenzaron a jugar un juego de preguntas, una forma de conocerse aún más.

-Si pudieras viajar a cualquier parte del mundo, ¿a dónde irías? -preguntó Evelyn, inclinándose hacia él con curiosidad.

-Hmm, difícil elección. Creo que Japón. Siempre he querido explorar los templos y la cultura allí -respondió Jungkook, sus ojos brillando con emoción.

" Entre Estrellas Y Realidades"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora