La entrevista.

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Al amanecer, la luz suave de París comenzaba a filtrarse por las cortinas de la habitación de hotel. Evelyn abrió los ojos lentamente, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. Era el día de su primera entrevista en un programa de televisión, y a pesar de que se había preparado mentalmente, el cosquilleo en su estómago le recordaba que estaba a punto de enfrentarse a algo nuevo.

Se levantó con cuidado, tratando de no despertar a Jungkook, quien seguía dormido a su lado, su respiración tranquila y profunda. Al mirarlo, sintió un suave golpe de ternura y agradecimiento; él había estado a su lado en todo momento, incluso cuando las cosas se complicaban. Y aunque ayer estaba algo enojada por sus actitudes celosas, igual lo amaba con locura. Sin embargo, en ese momento, sus pensamientos estaban demasiado dispersos, su mente ya estaba ocupada por la anticipación de la entrevista.

Evelyn caminó hacia la ventana y se quedó observando la ciudad de París, respirando hondo y tratando de calmar su ansiedad. "Es solo una entrevista," pensó, "y solo tengo que hablar sobre el desfile." Pero las palabras resonaban en su mente, y el temor a no estar a la altura la invadía.

Jungkook, mientras tanto, comenzó a despertar al notar la ausencia de Evelyn en la cama. Parpadeó, observándola junto a la ventana, con la mirada perdida y los labios apretados. Sintió una punzada en el pecho; después de todo lo que había ocurrido la noche anterior en el desfile, se preguntó si Evelyn seguía molesta con él.

- Evelyn... -dijo en voz baja, sentándose en la cama y mirándola con cierta cautela.

Evelyn se dio la vuelta, sobresaltada al escucharlo. Aunque su expresión era suave, Jungkook percibió la tensión en sus ojos.

- ¿Estás bien? -preguntó él, intentando romper el hielo.

- Sí, sí... -respondió ella, con una sonrisa tensa, volviendo a mirar por la ventana-. Solo... estoy un poco ansiosa, es mi primera entrevista en televisión. -trató de aclarar, sintiendo que su voz revelaba más nervios de lo que quería admitir.

Jungkook se relajó al escucharla. Así que eso era lo que la tenía inquieta.

- Vas a hacerlo genial, créeme. -dijo, levantándose de la cama y acercándose a ella-. Nadie mejor que tú para hablar sobre lo que haces. Además, -añadió en tono de broma- eres muy buena fingiendo confianza, ¿o no?

Evelyn rió, aliviada por sus palabras. Jungkook tenía ese don para hacerla sentir más ligera, como si las preocupaciones se desvanecieran a su lado.

- Fingir confianza... sí, bueno, será cuestión de práctica. -respondió ella, mirándolo con una expresión juguetona-. Pero es que es una entrevista importante, es Dior... y toda esa gente... -su voz volvió a temblar.

Jungkook le tomó suavemente la mano y la miró con ternura.

- Eres increíble en lo que haces, Evelyn. La empresa lo sabe, Dior lo sabe, y muy pronto, todo el mundo también lo sabrá. Solo tienes que ser tú misma. -dijo, dándole un apretón suave en la mano.

Justo en ese momento, sonó la puerta. Evelyn soltó la mano de Jungkook y fue a abrirla, encontrándose con un camarero que empujaba un carrito cubierto con una campana de plata, de la que salía un ligero aroma a café y pasteles recién horneados.

- Bonjour, -dijo el camarero, con una sonrisa cordial, dejando el carrito frente a ellos-. Petit-déjeuner pour deux, -añadió, antes de despedirse con una leve inclinación.

Evelyn y Jungkook intercambiaron una mirada cómplice, y ella levantó la campana de plata, revelando un desayuno cuidadosamente preparado. Croissants dorados y crujientes, pequeñas tazas de café aromático, fresas y frambuesas bañadas en azúcar glas, panes de chocolate y una selección de quesos y mermeladas de frutas exóticas.

" Entre Estrellas Y Realidades"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora