Perdón.

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Evelyn estaba en su cocina, tratando de concentrarse en algo tan simple como preparar una taza de té, pero su mente no dejaba de volver a los mensajes que había ignorado. Cada notificación en su teléfono le recordaba la última conversación con Jungkook, las dudas y los celos que la habían invadido. A pesar de sus intentos por calmarse, el dolor seguía ahí, latente. Ya iba un día entero que se sentía así y no podía evitarlo mi distraerse con nada.

Justo cuando estaba a punto de sentarse en el sofá, el sonido del timbre la sobresaltó. Evelyn frunció el ceño, no esperaba a nadie. Caminó lentamente hacia la puerta, preguntándose si sería Jimin que había regresado quizás. Pero cuando abrió la puerta, su corazón dio un vuelco.

Jungkook estaba ahí, parado frente a ella. Sus ojos oscuros, que solían hacerla sentir en casa, ahora reflejaban preocupación, cansancio y arrepentimiento.

-Evelyn... -murmuró con voz suave, como si temiera que ella le cerrara la puerta en la cara-. Por favor, déjame explicarte. No pude esperar más.

Evelyn sintió que todo el aire se escapaba de sus pulmones. Su mente la instaba a alejarse, a no ceder tan rápido, pero su corazón, que aún latía por él, la mantenía inmóvil.

-No sé si hay algo más que puedas decirme que no haya escuchado ya, Jungkook -respondió, su tono cargado de cansancio y resignación.

Él dio un paso adelante, rogando con la mirada.

-Por favor, Evelyn, escúchame solo unos minutos. Necesito que entiendas lo que realmente pasó. No quiero que te quedes con esa idea... no quiero perderte por un malentendido.

Ella lo observó por un momento, el dolor en su pecho palpitaba con fuerza, pero algo en su interior le dijo que lo dejara hablar. Dio un paso hacia atrás y lo dejó entrar.

Jungkook caminó lentamente hacia el centro del salón, sus manos temblaban ligeramente, y la tensión en sus hombros era evidente. Evelyn lo siguió, cruzando los brazos, intentando mantener una postura firme.

-Sé que te lastimé, y no te culpo por estar enojada conmigo -comenzó él, su voz baja pero cargada de sinceridad-. Lo de Park Sewon no fue lo que tú crees. Ella estaba pasando por un mal momento, y sí, me acerqué para apoyarla, pero no hay nada más. No he vuelto a sentir nada por ella desde que terminamos.

Evelyn entrecerró los ojos, recordando la captura de pantalla, las dudas aún consumiéndola.

-¿Y por qué no me lo dijiste desde el principio? -preguntó, su voz tensa-. ¿Por qué tuviste que ocultármelo? Si no había nada, ¿por qué me dejaste enterarme por las redes?

Jungkook suspiró, pasando una mano por su cabello.

-Lo sé, debí decírtelo. Fui un cobarde. No quería que pensaras mal de mí, no quería que esto afectara lo que tenemos... y terminé haciendo todo lo contrario. Lo siento tanto, Evelyn.

Él dio un paso hacia ella, pero Evelyn mantuvo la distancia, su mirada fija en la de él, buscando alguna señal de verdad.

-Sé que cometí errores, pero te prometo que no hay nada entre ella y yo. Solo quiero estar contigo. Desde que te conocí, no he dejado de pensar en ti. No puedo soportar la idea de perderte por esto.

Evelyn sintió que sus defensas comenzaban a ceder. La sinceridad en los ojos de Jungkook era palpable, y aunque su mente seguía dándole motivos para desconfiar, su corazón latía más rápido con cada palabra que él decía.

Después de un largo silencio, Evelyn, aún con el peso del dolor en su pecho, rompió la distancia entre ellos.

-No te imaginas lo que sentí cuando vi esa historia, Jungkook. Fue como si todo en lo que había confiado se desmoronara frente a mis ojos. Intenté seguir adelante, ser fuerte, pero... -Evelyn vaciló, tragando el nudo en su garganta- no pude evitar sentirme traicionada. Como si todo lo que me decías fuera... una mentira.

" Entre Estrellas Y Realidades"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora