7

84 17 1
                                    

- como sigue el príncipe - preguntaba Jisoo al ver llegar a Lisa a la cafetería

-mucho mejor, sabes? Me siento mala madre no logré diferenciar que tenia, Jennie ya lo hubiera hecho.

-Lisa eres una excelente madre, nadie nace siendo perfecta y mucho menos para criar un hijo, creeme lo estas haciendo muy bien.

-gracias Jisoo.

-por cierto, nos acaban de encargar 220 cupcakes y popcakes para este sábado, acepte pues son los Collins quienes quieren el pedido.

-Que? Enserió? Son la familia más quisquillosa de esta ciudad, no puedo creer que nos hayan elegido.

-Sip así que manos a la obra. Tenemos mucho trabajo.

-déjame hacer una llamada.

-Rosé? Hola? Se que es demasiado pronto pero necesito tu ayuda... si claro te paso la dirección? Prometo recompensar con un café y un pastel de tu sabor favorito.. si, gracias yo te espero.

-A quien le llamaste?

-es mi vecina, Luca le tiene mucha confianza y ella se ofreció a ayudarme, por esta ocasión le tomé la palabra.

La chica rubia iba entrando al lugar, en cuanto Luca la reconoció dio pequeños grititos de emoción.

-vaya es muy guapa - decia Jisoo

Lisa solo alzaba la ceja ante el comentario de su amiga pues nunca se atrevió a ver a Rosé de ninguna forma más que como su vecina de enorme sonrisa.

-hola bebé - decia la rubia y este sorprendia corriendo hacia ella.

Roseanne atrapaba a Luca para cargarlo y dándole un beso en la mejilla- huy eres adorable!!!! Esos ojitos me derriten, pídeme lo que quieras con esa mirada y te lo dare.

Lisa reia ante ese comentario - lo mismo le decia yo a su madre, tiene su misma mirada así que definitivamente nos hemos vuelto sus esclavas.

-Si! Es un príncipe, me lo comere a besos. - decia la Rubia.

-Sientate Rosé enseguida te traigo algo.

-es hermoso este lugar, se siente como un hogar.

-si la dueña principal quería hacer sentir a los clientes justo eso y ahora Lisa lo ha sabido llevar muy bien-decia Jisoo- eso si, con mi ayuda, no le daré todos los créditos.

-sin duda alguna la esposa de Lisa debe estar sintiéndose muy orgullosa de ustedes desde el cielo.

-Eso crees? - preguntaba Lisa.

-no lo creo lo confirmo, mira nadamas , desde que llegue no ha dejado de entrar gente, lo están haciendo muy bien., pero bueno me llevare a este príncipe para que ustedes puedan trabajar.

-cualquier cosa que pase llámame porfavor, no lo dejes solo ni un minuto. Y vete por la acera.

-Lisa tranquila! Te prometo que lo cuidaré bien, mandare video y mensajes a cada rato

-te lo agradecería mucho.

Rosé y Lisa habían cultivado una amistad profunda y genuina a lo largo de varios meses.

Compartían risas, secretos y momentos especiales, su vínculo se había fortalecido.

Una segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora