Stuck In Another World (A Genshin Fanfic)

19

-MORGANA, YA ES HORA DE IRNOS, DEBES DESPERTAR - gritó (o más bien destruyó mis tímpanos) la comida de emergencia.

Bostecé mientras trataba de abrir mis ojos para poder ver a la peliblanca que me llamaba, aunque fue una tarea más complicada de lo usual ya que mis ojos parecían haber sido pegados con silicon. Una vez logré que mis ojos pudieran separarse más de tres centímetros, procedí a sentarme y estirar un poco mis huesos, siento una corriente eléctrica muy dolorosa subiendo por mis piernas

Paimon continuaba, está vez agarrando mi ropa con todas sus fuerzas y jalando de ella para poder levantarme de la cama pero tres tocadas a la puerta se escucharon haciendo que la hadita dejara sus quejas y jaloneos por un segundo, luego de un "puede pasar" de mi parte, una cabellera rubia atravesó el umbral.

Aether me dió los buenos días con unos sandwiches y un jugo puesto en una bandeja (los mejores buenos días que me han dado si me preguntas)y yo no pude evitar emocionarme, después de no haber cenado el día de ayer, estaba segura de que mi estómago formaría unos dientes y devoraría mis otros órganos en un dos por tres

- Buen día Morgana, espero hayas descansado -  dijo está vez mientras se acercó a la cama y dejó con cuidado la bandeja en la mesita de noche que estaba cerca de mi - ya te  sientes mejor? No te voy a negar que nos diste un gran susto ayer - comentó preocupado (aunque no tanto comparado a como estaba la noche anterior)

Para resumir, después de obtener mis poderes, venti y Yo hicimos carrerita para ver quien lograba llegar primero al viñedo de Diluc. Era más que obvio quien iba a ganar, sin embargo, Venti tenía un don para sacarme de quicio y también para provocarme lo que terminó en nosotros corriendo por un par de horas. En cuanto pisamos las cercanías del viñedo, mi vista se tornó borrosa y solo pude sentir como la fuerza abandonaba mis piernas y la conciencia desaparecía de mi ser.

Para cuánto volví en mí, me encontraba con una Paimon llorando sobre mi pecho como la dramática que es y un grupo de personas a mi alrededor (entre ellas Venti, Aether y Diluc)

Aunque mi lucidez duró lo mismo que Paimon rechazando una comida (es decir, absolutamente nada).

Y así es como me encuentro aquí en una cama desconocida, pero con Paimon comiendo un poco de la comida que me trajo mi corazón de melocotón, mientras que este me da pequeñas palmadas en la cabeza diciéndome que debo reposar y no esforzarme.

- Si aún te sientes mal no hace falta que nos acompañes, así que por favor, ignora a Paimon y continúa durmiendo - me dió una sonrisa mientras sus ojitos se transformaban en media luna. Paimon se quejó mientras masticaba ganándose un regaño del de trenza.

Bostecé, restregando uno de mis ojos, meditando en qué si debería tomar la palabra de Aether y darme el buen descanso que me merezco luego de unos días tan arduos.

- Bueno...

Aunque prácticamente salte de la cama luego de recordar que era lo que se venía

- YA MISMO ME ARREGLO PARA SALIR, POR FAVOR ESPEREN - grité emocionada, tratando de localizar mi ropa (sí, me habían cambiado de ropa pero asumiré que fue una de las sirvientas de Diluc y no me daré mucha mala vida)

"NO SEÑOR YO NO ME PIERDO DE VER COMO DUVALIN LE GRITA A SU PAPÁ"
pensé mientras agarraba mi ropa, la cual estaba arregladita en la mesita del otro lado de la cama, y me metía en el baño para poder cambiarme y arreglarme.

Después de alrededor de 15 minutos salí, sintiéndome fresca como lechuga, lista para poder presenciar la pelea familiar que se venía y poder comer los sanguchitos que Aether me había traído para desayunar.