| 29; Antes de ti |

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Un par de días después

Casa de los Baji


Keisuke y Hana solían bailar todo el día, toda la tarde, toda la noche. En la cocina, la sala, el cuarto, donde estuvieran, hubiese o no música a su alrededor.

¨¿Por qué siempre bailan?¨

Era lo que solía preguntarle ella a su hijo, porque siempre, todo el tiempo, bailaban. En los días templados, bajo la lluvia, en los días soleados y frente a las fogatas que hacían en las noches estrelladas.

¨Porque ella me hace querer bailar, mamá¨

Era la respuesta corta de su hijo, pero había muchas más que eso, Shinichiro y Haruki tenían mucho que ver con la razón, así que no le sorprendía que fuera callado al respecto. Ellos extrañaban a ese par demasiado y no solían hablar mucho de eso. 

—Hana —la observó con tristeza mientras la pelinegra danzaba sola—, ¿qué estás pensando en este momento...?

♪I can't see me loving nobody but you, for all my life —cantaba junto a la radio—. When you're with me, baby, the skies will be blue, for all my life

Ryoko los veía siempre con una sonrisa sin saber que un día estaría ahí, sentada en la sala a medianoche viendo a la pelinegra bailar con un Keisuke que sólo la menor podía ver mientras Daisuke dormía a su lado.

Daisuke era idéntico a su padre.

Era algo que hacía a ambas felices e infelices al mismo tiempo, la espina cada vez que lo veían era recordarse que su hijo no estaba más, pero la esperanza y felicidad parecía volver a brillar gracias al pequeño bebé.

—Keisuke —la menor sollozaba entre vueltas al ritmo de Happy together—, nuestra canción...

Ryoko bajó la mirada mientras la veía tomar una breve inspiración, sudando por el esfuerzo, Hana estaba intentando fingir que estaba bien como siempre, pero cada día era un poco más imposible para ella.

Especialmente luego de perder a Emma.

Hana estaba perdiendo la razón, poco a poco, cada día más y más, pero se negaba a tomar las pastillas que le recetó el doctor.

—Hana.

La menor se volteó a verla con los ojos cristalizados, ella señaló el lado vacío en el sofá, dando pequeñas palmaditas para que la menor se acercara.   

—Creo que se me ocurrió una nueva canción —comentó—, la llamaré 'Bailando con tu fantasma' ¿Suena bien?

—Sí —le sonrió un poco.

La mayor miró a Daisuke en silencio, le recordaba a Keisuke cuando estaba pequeño, era bastante difícil para ella. Una madre nunca estaría lista para enterrar a su hijo, hacía mucho que vivía sin sentir que su corazón latía realmente y la etapa de la ira había desaparecido.

Ahora sólo quedaba el dolor. 

—Ryoko-san —escuchó a Hana llamarla—. ¿Sabes? Hay personas que me decían en la escuela que debería superarlo ya.

Ryoko frunció el ceño.

—Como si fuera tan fácil para mi superarlo —bajó la mirada—, yo solo... Necesito tiempo.

—Hana...

—Sé que dije que sería la última canción que le escribiría —apretó sus labios—, pero... ¿Cuántas últimas canciones me quedan aún, Ryoko-san?

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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La reina de Tokyo |Manjiro Sano|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora