Capítulo 7: Más celos

211 34 1
                                    

Lara García

—¿Así estoy bien? —pregunto a la rubia, la cual está aplicándose un poco de pintalabios.

—Perfecta —responde esta.

Tanto una como la otra nos estábamos arreglando para ir de fiesta porque teníamos la necesidad de saber como eran las fiestas aquí, en Alemania.

Las dos nos apuntamos, los tíos no. Habían preferido quedarse en el hotel jugando al FIFA como unos completos críos. Antes de irnos quisimos pasarnos por la habitación de los chicos, así nos despedíamos de ellos.

—¿Seguro que nadie quiere venir con nosotras? —pregunto entrando en la habitación de los chicos.

Vi cómo me repasaba ese moreno con la mirada de arriba a abajo. Me había puesto un vestido corto negro que resaltaba mi escote. Pasaría frío por la noche, pero me daba igual, el alcohol siempre me hacía entrar en calor y más si lo doy todo bailando. 

—¿Podemos hablar un momento? —el canario se acerca a mi seguro de sí mismo. 

Yo asentí y él me cogió de la mano hasta llevarme a una parte de la habitación más privada. Berta todavía no había llegado de nuestra habitación, así que le daba tiempo a hablar.

—¿Ha pasado algo? —pregunto preocupada. 

Creía que todo iba bien hasta ahora, no quería que todo se fuera a la mierda. 

—No, no te preocupes —sonríe dulcemente. —Es que tengo que contarte algo. 

Pero no le dio tiempo a más. Berta entró casi disparada a la habitación interrumpiéndonos la conversación. 

—¡Ya estoy! —grita con la respiración agitada haciendo reír a los chicos. 

Yo miré a Pedri, estaba con algo de mala cara, seguramente por algo que me quisiera decir, pero no pude quedarme. 

—Debo irme —le abrazo. —Luego en la noche me lo cuentas. Vente a mi habitación a dormir. 

Solo asintió y me dejó sola en aquel rincón. No parecía molesto ni nada por el estilo, pero no le gustó para nada que nos cortasen el rollo. Debía de ser importante lo que me quería decir, hasta tenía intriga, pero le escucharía después de que yo llegase de fiesta. 

Berta me cogió de la mano y salió conmigo de la habitación, no sin antes despedirnos de todos. Fermín y Pedri se encargarían de recogernos después, ellos se quedaban más tranquilos si lo hacían y a nosotras nos parecía medianamente bien. Me daba un poco de pena porque al día siguiente ellos entrenaban pronto ya que dentro de dos días juegan los cuartos de final, donde se decide si pasan a semifinales o no. Parecía estar más nerviosa yo que ellos, aunque seguramente no sería así. 

Nos cogimos un Uber, el cual no tardó en llegar y llevarnos al lugar de la fiesta. Era una especie de discoteca donde solo podían acudir mayores de edad, pero parecía haber bastantes menores. 

—Tía, ahí están mis viejos amigos del instituto —la escucho decir con voz bastante baja. 

Era casi imposible escucharnos con la música del lugar, estaba muy pero muy alta. 

—¿Vamos a ir con ellos? —pregunto. 

—Saludamos y ya está. 

Ambas caminamos en dirección a la barra donde se encontraban esos chicos. Eran dos, uno rubio de ojos azules bastante alto y otro moreno con rizos, ojos verdes y bastante alto también.

No pasó mucho más, nos acercamos a ellos y no dudaron en quedarse con nosotras bebiendo un par de copas. La verdad que eran bastante majos pero intimidaban bastante. Nos pasamos la mayor parte de la noche con ellos, Berta insistió en quedarnos junto a ellos por si llegaba a pasar algo, no me iba a negar tampoco.

Demuéstrame amor | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora