Capítulo 8

366 80 36
                                    

Serendipity (Full Length Edition) BTS - Jimin


Llegué a nuestros chicos más dulces 

Llegué a nuestros chicos más dulces 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


──── ∗ ⋅ÁNGELO⋅ ∗ ────

Es increíble que lleve más de un mes trabajando en este lujoso taller. Tengo mi propio espacio y nadie me molesta.

Firmé por tres mil dólares mensuales. Me pareció excesivo. Sebastián me dijo que estaba bien y lo creí.

Me mintió y ahora gano demasiado dinero.

Él es un hombre poderoso. Cuando está en su casa o viene a la mía mientras yo leo o cocino, atiende asuntos importantes en sus dispositivos electrónicos.

Me recoge del trabajo a diario y todo el mundo lo mira como si fuera una pieza importante en el tablero de ajedrez que es Bonaccorsi. Igual que hizo aquel policía.

No me dijo nada cuando le mencioné que ahora traen clásicos americanos, cuando este lugar es de deportivos.

Es tan complicado sacarle información...

Lo dejaré pasar, de momento, porque me siento bien.

Ya he sufrido mucho a lo largo de mis veintiocho años. Me permitiré disfrutar de esta racha de suerte que parece que estoy teniendo.

Mis hermanos estarían de acuerdo conmigo.

—Eh, niño bonito, espero que todo esté en orden o haré que te despidan —me gruñe el cliente al que le estoy entregando un Dodge recién reparado—. ¿Estabas hablando solo? Loco de mierda...

La suerte no es perfecta.

Me voy a mi mesa de trabajo para que capte la indirecta y se marche.

Lo hace después de interponerse en mi camino, escupirme e intentar darme una desagradable palmada en el culo que esquivo a tiempo.

Cuando termino mi turno, escucho el motor del Ferrari de Sebastián. Tomaré una buena ducha en el vestuario del taller antes de interactuar con él.

Quince minutos después, cuando he frotado bien mi cabello y mis manos para quitarles la grasa, salgo limpio y oliendo a limón.

Resulta que el vestuario está bien abastecido de productos que huelen a mi cítrico favorito.

Fingiré demencia prematura.

Me tropiezo con el ramo que Sebastián ha puesto delante de mis narices. Tulipanes y mimosas amarillas. Me trae uno cada pocos días.

—¡Oh, vaya, genial! —Intento, sin éxito, apartarme de las flores. Hemos entrado en un bucle en el que aparta el ramo hacia un lado y yo hago lo mismo porque su intimidante presencia me pone nervioso—. ¡Bas, no!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi guardián Bonaccorsi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora