Sinopsis

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Sebastián

Si no fuera por mi silenciosa costumbre de perseguir su estela de limón y pimienta, ya estaría preso.

Limpio todos sus desastres porque los percibo como míos.

Nunca he tenido nada, pero él es mío.

Soy su acosador.

Su guardián.

Su dueño.

Cada uno de sus mechones rubios me pertenece y ya me he cansado de velar por su seguridad desde lejos.

Que no me conozca es irrelevante.

Lo hará en cuanto abra los ojos.

Lo hará en cuanto abra los ojos

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Mi guardián BonaccorsiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora