Through the Depths of Heartache ~ Chestappen

Capítulo 5 🌧️

~ 1 año después.

Una noche, después de un largo día de trabajo, me encontré caminando hacia mi edificio, con la mente aún ocupada en los detalles del caso. Pero al doblar la esquina y acercarme a la puerta, algo me llamó la atención. Había luz en el departamento de Sergio.

Me detuve en seco.

La confusión me golpeó primero, seguida de una oleada de emociones que no sabía cómo manejar. ¿Había vuelto? Después de todo este tiempo, ¿Sergio había regresado sin que yo lo supiera? El corazón comenzó a latirme con fuerza en el pecho, una mezcla de alivio y temor. No estaba preparado para verlo, no después de todo lo que había sucedido. No después de saber que mi presencia, en cierta forma, había causado todo esto.

Respiré hondo y me acerqué lentamente a su puerta, tratando de calmar el torbellino en mi cabeza. La luz que se filtraba por debajo de la puerta era la única señal de vida en todo el edificio. Me quedé un momento en silencio, dudando si debía tocar. ¿Y si no era él? ¿Y si sí lo era, pero no quería verme?

Finalmente, me armé de valor y golpeé suavemente.

Los segundos se alargaron. Al principio, no hubo respuesta, solo el sonido sordo de la ciudad detrás de mí. Me preparé para irme, pensando que quizás había sido un error o que simplemente no estaba en casa. Pero entonces, la puerta se abrió lentamente.

Frente a mí no estaba Sergio, sino otro hombre, delgado, con el pelo despeinado y una expresión de sorpresa. Sus ojos se abrieron ligeramente al verme, y una sonrisa tensa apareció en sus labios.

—Hola... ¿puedo ayudarte? —dijo, con un tono que intentaba ser relajado, pero que traicionaba cierta incomodidad. Me estudió con la mirada, como si no supiera exactamente quién era yo.

Yo también me quedé un poco perplejo. Definitivamente no esperaba a este tipo.

—Disculpa, pensé que Sergio había vuelto —dije rápidamente, tratando de sonar tranquilo mientras mis ojos lo examinaban—. Vi la luz y... bueno, como no ha estado por aquí en un mucho tiempo, me sorprendió.

El hombre parpadeó varias veces, claramente desconcertado por mi presencia, y luego bajó la mirada por un segundo antes de responder.

—Ah, sí, bueno... no, Sergio no está. —Vaciló, como si no estuviera seguro de cómo continuar—. Soy Charles, su... mejor amigo. —Rió nerviosamente—. Estoy aquí para recoger algunas cosas. Él... no está muy bien como para venir.

El aire en mis pulmones pareció detenerse por un segundo. Algo en la manera en que Charles lo dijo, en la forma en que bajó la mirada, me hizo sentir un nudo en el estómago. No está muy bien. Las palabras flotaron en mi mente, cargadas de un significado más profundo que no necesitaba explicación.

—¿Qué quieres decir con que no está muy bien? —pregunté, tratando de mantener mi tono neutral, aunque el miedo ya se había instalado en mi pecho.

Charles me miró de nuevo, esta vez más nervioso. Parecía incómodo, como si no quisiera hablar del tema, pero al mismo tiempo, algo en su expresión me decía que no podía evitar ser honesto.

—Sergio... —vaciló, frotándose el cuello con una mano—, bueno, está... lidiando con muchas cosas. Desde la muerte de Jules, no ha sido el mismo. No sale mucho, apenas come. Sus padres están preocupados, pero... no saben qué hacer.

Sentí que el mundo se detenía.

Sabía que Sergio no estaría bien después de perder a Jules, pero escuchar las palabras salir de la boca de alguien más, alguien que lo había visto de cerca, me hizo darme cuenta de que el daño era mucho mayor de lo que había imaginado. No podía soportar la idea de Sergio sufriendo de esa manera.