Estoy criando bebés lindos en los últimos días (3 Parte)

Capítulo 422

Los compañeros asintieron y continuaron comiendo y bebiendo.

Después de saciarse, era hora de que el combate en el norte estuviera en su punto álgido, así que empezaron a recoger sus cosas y prepararse para rescatar a las personas.

El grupo que venía hacia ellos también estaba llegando.

El gran equipo no tenía intención de mostrarse. Le Bao, con su cabezón y regordete, parpadeó: "¡Mamá, son el tío gordinflón y el abuelo gordinflón!" El pequeño tenía muy buena memoria; solía recordar a las personas y cosas que había visto.

El gran equipo se quedó atónito por un momento antes de darse cuenta de a quién se refería Le Bao.

He Lian pudo ver a los recién llegados y dijo: "Son los padres e hijos de la familia Rong. ¿Los verás, Shiruo?"

Lan Shiruo pensó un momento y luego sonrió. "Claro, los necesitamos para que nos ayuden."

Los compañeros levantaron las cejas. Eso era un poco ridículo.

El grupo de Hong Deju solo se dio cuenta de la presencia del gran equipo cuando estaban a menos de cien metros de ellos, a pesar de que el gran equipo estaba claramente en medio del camino. La falta de sentido de crisis era bastante alarmante.

Al ver las sombras entre el viento y la arena, Hong Deju se asustó un poco. No debería haber nadie en la carretera a esta hora. ¿Acaso eran como ellos, que habían discernido todo y estaban listos para huir?

Era la posibilidad más grande en este momento, lo que demostraba que todavía había muy pocas personas inteligentes.

Después de un momento de autocomplacencia, Hong Deju levantó la mano: "¡Alguien, ve al frente a investigar!"

Un leal aceptó la orden y llevó a otros dos a correr hacia adelante, sin pensar en si deberían ser un poco más cautelosos. ¿Y si era una trampa del enemigo? Así que, como era de esperar, un líder así atraía a un grupo de subordinados similares.

Cuando el hombre se acercó, vio a los miembros del Dragon y el Fénix, poniendo los ojos en blanco al unísono, y de inmediato...

"Bien, bien..." Se quedó en blanco, no pudo completar la frase, y se dio la vuelta, corriendo de regreso con la cara roja. Probablemente sabía por qué los del Dragon y el Fénix estaban poniendo los ojos en blanco. Había enemigos justo bajo sus narices, y él había ido a investigar por gusto.

"¡Jefe, sí, sí, sí!"

"¿Qué es?" Hong Deju se sorprendió, "¿Eres un tonto que no sabe hablar?"

El hombre tembló, y con un tono más claro dijo: "¡Es el Dragon y el Fénix!"

"¿Qué?" Al escuchar eso, Hong Deju dejó de lado su desánimo, saltó de alegría y gritó, "¡Mi querido ha venido a recogerme!"

Hong Deju no reaccionó de inmediato; fue solo al escuchar el grito de su hijo que se dio cuenta, y le dio una palmada en la cabeza al hombre que había ido a investigar. "¡Tonto, ¿por qué no dijiste antes?!"

El hombre se quedó con la boca abierta y no se atrevió a replicar. Su jefe ya había corrido tras su querido hijo, saltando y respirando pesadamente.

La madre de Hong Dazhi estaba algo confundida. "¿Qué pasó?"

El hombre se rió de manera nerviosa. "Nos encontramos con unos amigos. El jefe y el joven fueron a ver a sus amigos."

La madre de Hong Dazhi se tocó la cara, preguntándose qué amigos podrían provocar tal emoción.

También se bajó del coche y siguió corriendo tras ellos.

El hombre hizo un gesto para que el grupo lo siguiera.