Estoy criando bebés lindos en los últimos días (3 Parte)

Capítulo 428

Wei Mengyao miró a Wei Yin con una expresión atónita. "¿Qué quieres decir con que nuestro papá ya no es nuestro papá?"

Wei Yin sacudió la cabeza. "No lo sé, solo siento que papá ya no es el mismo. Su comportamiento, su tono, sus hábitos, todo ha cambiado. Es como si algo lo hubiera poseído, es extraño, no puedo explicarlo, pero puedo sentirlo. Es peligroso. Por eso, Mengyao, por favor, escucha a tu hermano. Llévate a mamá y vayan a la Ciudad Dragón y Fénix. No tengo a nadie más en quien confiar para esto. ¿Puedes prometerme que lo harás?"

La mente de Wei Mengyao estaba completamente aturdida, incapaz de procesar lo que estaba ocurriendo. Con el rostro pálido, fue llevada a un vehículo hacia la Ciudad Dragón y Fénix, acompañada de su madre. Wei Yin le había dicho a su madre que era para cuidar de Mengyao, y aunque ella tenía dudas, Wei Yin no le dio tiempo para hacer muchas preguntas, organizando un equipo de cien personas para escoltarlas.

El número de personas era alto, y Wei Yin temía llamar la atención. Hasta que no supiera qué le estaba pasando a su padre, debía proceder con cautela.

Después de despedir a su madre y hermana, Wei Yin suspiró aliviado. Aunque al final él y su padre murieran, al menos quedaba alguien de su linaje, alguien que recordaría a su familia. Eso ya era suficiente.

En la Ciudad Dragón y Fénix, no sabían lo que estaba ocurriendo en el norte.

Estaban ocupados también. Desde hace una semana, varios extranjeros de piel blanca y negra habían estado llegando por mar. La mayoría de ellos tenía habilidades especiales similares a las de los ciudadanos locales. Estos extranjeros, cuyos hogares ya habían sido devastados por el clima extremo, se vieron obligados a vagar por el mar. Creían que estaban condenados, pero llegaron a la Ciudad Dragón y Fénix, lo que les ofreció una nueva oportunidad de vida.

La Ciudad Dragón y Fénix los recibió con los brazos abiertos, integrándolos en sus filas. Estos recién llegados, que en sus países habían enfrentado guerras, incluían tanto a aquellos que luchaban desde las clases bajas como a aquellos que ocupaban posiciones de poder. Habían soñado con gobernar el mundo, pero el hombre no puede luchar contra las fuerzas de la naturaleza. Finalmente, sus tierras sucumbieron a los desastres naturales, de una manera similar a lo que había ocurrido en el centro de su propio país, haciéndolas inhabitables.

Los que sobrevivieron eran los más capaces. Unirse a la Ciudad Dragón y Fénix fortaleció aún más sus filas, que ya se acercaban en número a las del norte. Era algo digno de celebración.

Incluso los seres marinos mutantes parecían sentir la atracción, y empezaron a acercarse a la ciudad.

Estos mutantes, como las bestias mutantes en la tierra, eran los amos en el agua. Los equipos de la ciudad no tenían intención de dejarlos pasar, y se mantenían en las áreas menos transitadas, capturando a estas criaturas en su espacio de almacenamiento.

La vida continuaba así. Mientras el norte no declarara la guerra, ellos disfrutaban de un respiro, aunque no se atrevían a bajar la guardia. Nadie sabía qué planes siniestros estaba tramando el enemigo, lo que resultaba inquietante.

En el sexto año del apocalipsis, la lluvia ligera había caído durante dos o tres meses seguidos. El suelo estaba lleno de agua, y las tierras, ya arruinadas por las tormentas de arena, se erosionaban con la lluvia, dejando el terreno lleno de charcos y agujeros. Los antiguos cauces de los ríos estaban bloqueados por el lodo, lo que impedía que el agua fluyera, creando profundos pantanos de barro imposibles de atravesar.

El grupo de Wei Mengyao tardó más de un mes en llegar a las afueras de la Ciudad Dragón y Fénix debido a las malas condiciones del camino. Más de la mitad de las personas del grupo se perdieron en el camino, y los sobrevivientes llegaron agotados y en un estado deplorable. Al ver las imponentes murallas de la ciudad y su vegetación exuberante, sus ojos se llenaron de lágrimas, una mezcla de alegría y una profunda sensación de vulnerabilidad.