Estoy criando bebés lindos en los últimos días (3 Parte)

Capítulo 424

He Lian llevó a sus compañeros junto al foso, manteniéndose en estado de invisibilidad. Allí todavía había mucha gente custodiando.

Al observar a las personas en el foso, parecían estar en una situación peor que la de los perros, acurrucados en el fango, rodeados de excrementos y basura, un lugar más asqueroso que un vertedero. Cada uno tenía una expresión de desesperanza, pero en sus ojos aún se podía ver un destello de ira reprimida; el resto de su humanidad parecía haber desaparecido.

"Estos animales," murmuró un compañero, incapaz de contenerse.

La voz era tan baja que el ruido de la batalla exterior ahogó su lamento.

Lan Shiruo frunció el ceño. Había más de un centenar de guardias en la zona, y los que patrullaban por allí. Aunque la lucha afuera era feroz, la seguridad dentro de estas fuerzas no había disminuido, de hecho, era aún más estricta.

No era de extrañar que quienes lideraban esas grandes fuerzas no fueran incompetentes y tuvieran tales medidas de seguridad.

"Taozi, crea niebla. Shuiyao, usa las enredaderas para sacar a la gente y luego crea una ilusión para ganar más tiempo."

"Entendido."

"Lebao, tú y Xiaofeifei vigilen a los psíquicos que estén alrededor, no queremos que nos descubran." Aunque estaban invisibles, podían evadir la vista y la vigilancia de los humanos, pero no la detección de los psíquicos.

"Lo sé, mamá."

Feng Tao creó una densa niebla, poco a poco, para evitar causar pánico y alertar al enemigo.

Guo Zi abrió una brecha en la red eléctrica.

Las enredaderas se extendieron al máximo, penetrando en el foso y levantando a las personas una a una.

Las personas en el foso apenas tenían vida, pero su conciencia estaba despierta; reconocían las enredaderas.

Así que, cuando las enredaderas se acercaron, cooperaron en silencio, llenos de emoción. Sabían que su líder vendría a rescatarlos; lo sabían.

Los otros compañeros estaban afuera del foso, recibiéndolos y colocándolos en los vehículos preparados. Duan Jianghe realizó un chequeo básico, tratando a los más graves y diciéndoles a los demás que aguantaran un poco; lo más importante era salir rápido y asegurar que no murieran.

En total, cerca de mil personas fueron rescatadas en unos diez minutos, justo antes de que los descubrieran.

Los vehículos en marcha hacían ruido, pero el gran equipo se quedó en su lugar, invisibles, sin moverse.

Fue solo cuando el gran grupo, que había llegado a investigar por la niebla se marchó que Miao Miao, comenzó a mover los vehículos.

Usaron camiones grandes, cada uno capaz de llevar entre cuatrocientos y quinientas personas, por lo que dos camiones podían llevar cerca de mil. Con las habilidades actuales de Miao Miao, moverlos no le suponía un esfuerzo.

Arrastrar los vehículos hacía menos ruido que conducir, y en medio del bullicio, era menos probable que los detectaran, aunque debían tener cuidado de no chocar con nadie en el camino.

Lü Chaoyang planeó la ruta más corta para salir del territorio, donde no había muchas personas. Sin embargo, se tardaron más de diez minutos en salir, y durante todo el trayecto, nadie se atrevió a respirar fuerte.

Una vez confirmaron que no serían detectados, condujeron hacia el lugar donde Hong Deju había ordenado que los recibieran.

Las personas para recibirlos no eran muchas, apenas un centenar; más de eso podría atraer atención.