Capitulo 1: Decisiones

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Reino de Somnaris, Cámara del Gran Rey Somnius Rex

El gran Somnius Rex, el rey de los sueños, encargado del equilibrio absoluto entre ellos, estaba sentado en su trono, su figura debilitada tras meses de lucha contra una enfermedad que lo consumía lentamente. Sabía que el tiempo de tomar una decisión crucial se acercaba y, por ello, había mandado a llamar a sus dos consejeros de confianza: Hypnos, consejero de la paz del sueño, y Phobetor, el visionista oscuro.

Somnius (con voz grave y cansada):
—Los he llamado porque necesito su consejo. Debo decidir qué sucederá con el reino tras mi muerte.

Somnius los miraba con tristeza, consciente de la gravedad de la situación.

Hypnos, siempre sereno, respondió primero:
—Majestad, es hora de que elija un heredero. Su estado ya no le permite esperar más. No creo que le quede mucho tiempo —dijo con calma.

Phobetor, con su habitual tono sombrío, añadió:
—La muerte... uno de los mayores temores, incluso entre nosotros. Es inevitable, mi señor. Y ahora, debe tomar la decisión más importante de su reinado.

Somnius asintió, sus pensamientos volviendo a sus hijos.

Somnius (con voz quebrada):
—¿Cómo han visto a mis hijos?

Phobetor (con tono de seguridad):
—Luna, apodada Nocturna, comprende el equilibrio y control de los sueños. Tiene la visión necesaria para ser una gran reina. Sería una heredera excepcional, mi señor.

Hypnos, sin perder su compostura, replicó:
—Cosmos ha demostrado una gran capacidad para comprender el balance entre los sueños y las pesadillas. A diferencia de Nocturna, él entiende la importancia de la cooperación entre ambos aspectos del sueño.

Phobetor interrumpió, elevando un poco la voz:
—¡Nocturna también lo entiende! Ella controla el equilibrio de manera impecable.

Los consejeros comenzaron a discutir, pero Somnius los interrumpió con un gesto severo.

Somnius (con voz grave):
—¡Silencio ya! Esta decisión será más difícil de lo que imaginé...

El rey, agotado, miró al cielo a través de la ventana, recordando disputas pasadas entre sus hijos y los dilemas que había enfrentado.

Somnius (después de una pausa):
—Solo hay una manera de saber quién debe ser mi heredero... El control sobre los humanos.

Con esa declaración, el rey ordenó a sus consejeros retirarse, mientras él se sumía en sus pensamientos, preparando el evento que decidiría el futuro de su reino.

El Torneo: "Corona del Sueño"

Al día siguiente, el palacio real se encontraba en tensión. En la gran sala del tribunal, Cosmos y Nocturna, los dos herederos, habían sido convocados junto con sus guías de sueños y pesadillas. La luz suave del amanecer entraba por las grandes ventanas, iluminando el rostro solemne de Somnius, quien se encontraba sentado en el centro de la sala, su presencia aún majestuosa.

Somnius (con voz poderosa, pese a su debilidad):
—Queridos hijos, Cosmos y Nocturna, y a ustedes, sabios guías de los sueños y las pesadillas, hoy nos reunimos no solo como familia, sino como los guardianes del reino de Somnaris. Mi tiempo en este mundo llega a su fin, y el equilibrio de nuestros sueños depende de la decisión que tomemos hoy.

Somnius hizo una pausa, mirando a cada uno de los presentes.

Somnius:
—Para decidir quién será el nuevo rey o reina de los sueños, he convocado el torneo 'Corona del Sueño'. Este torneo pondrá a prueba la verdadera comprensión de lo que significa ser el guardián de los sueños. Cada uno de ustedes, mis hijos, elegirá a un campeón para representarlos. Estos campeones lucharán en desafíos mortales, manifestando los sueños y pesadillas creados por nuestra gente. Las batallas no solo medirán su fuerza, sino también su ingenio, empatía y la capacidad para mantener el equilibrio esencial entre la luz y la oscuridad.

Somnius levantó una mano, y una luz mágica envolvió la sala, creando un ambiente etéreo.

Somnius:
—Este torneo será diferente a cualquier otro. Las reglas son simples, pero estrictas:

Las batallas serán a muerte. Los combatientes deberán luchar hasta el último aliento, pero cuando caigan, su forma humana regresará al plano real, permitiéndoles observar el resto del torneo desde las gradas del estadio. Los campeones solo podrán utilizar las habilidades manifestadas en sus sueños. Esto significa que cualquier poder o fuerza que hayan creado en su subconsciente será lo que los defienda en la arena. Sin embargo, sus debilidades también se reflejarán en su estado onírico. Cada combatiente tendrá una única oportunidad. Si son derrotados en la arena, no podrán volver a luchar, pero su espíritu permanecerá para aconsejar o guiar a sus compañeros desde las sombras, siempre presentes como observadores silenciosos. El entorno de cada batalla cambiará. Cada duelo tendrá lugar en un escenario de sueño o pesadilla diferente, diseñado por las mentes de los soñadores. Los campeones deberán adaptarse a terrenos cambiantes, donde los elementos del sueño pueden volverse tanto aliados como enemigos. El equilibrio es clave. El campeón que logre mantener el equilibrio entre la luz y la oscuridad en sus acciones, decisiones y combate, tendrá una ventaja. No se trata solo de ganar, sino de comprender y respetar el delicado balance entre los sueños y las pesadillas.

Somnius miró a sus hijos una última vez.

Somnius:
—Que el torneo comience. Que los mejores sueños y las pesadillas más profundas guíen a nuestros campeones hacia la victoria. ¡Por el futuro de Somnaris!

Con esas palabras, Somnius abandonó la sala, dejando a sus hijos y consejeros en un mar de emociones y expectativas. Nadie sabía aún quién sería el primer combatiente en saltar a la arena, y el misterio envolvía el aire.

El Misterio de los Campeones

En la cúpula del sueño, Cosmos se encontraba observando los sueños de miles de humanos. Su mirada se detenía en uno: un joven de energía inagotable, levantando pesadas mancuernas con determinación en un gimnasio onírico.

Yael (entrenando con intensidad):
—¡Vamos, podemos hacerlo! ¡Seremos los más fuertes!

El vigor de Yael impresionó a Cosmos, quien decidió investigar más profundamente en su mente.

Mientras tanto, Nocturna exploraba las creaciones de las pesadillas humanas. Buscaba algo poderoso, algo capaz de destruir ciudades enteras.

Nocturna (con una sonrisa oscura):
—Necesito una bestia. Algo indomable...

Sus ojos se posaron en una criatura mágica, feroz pero tranquila, que vagaba por un reino sombrío creado por un joven soñador.

Nocturna (con determinación):
—Este chico ha creado algo formidable. Será mi campeón.

Así, ambos herederos seleccionaron en silencio a sus primeros combatientes, mientras el resto de Somnaris esperaba con intriga el inicio del torneo. Las trompetas resonaron en el estadio vacío, señalando que el momento había llegado. Los campeones aún no habían sido revelados, pero la tensión era palpable.

El torneo "Corona del Sueño" estaba por comenzar.

Somnium: Guerra de los SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora