Capítulo 14

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El amanecer trajo consigo una atmósfera densa, casi palpable. El eco de la lluvia de la noche anterior aún se sentía en el aire, dejando un silencio cargado de expectativas. Nick caminaba hacia la escuela, repasando una y otra vez los eventos del día anterior y, sobre todo, ese beso compartido con Maddie. Aún podía sentir la calidez de sus labios, la intensidad de la conexión que, sin palabras, había sellado algo entre ambos.

Llegó a la escuela y, entre el bullicio de estudiantes, divisó a Maddie en su casillero. Al notar su mirada, Maddie le devolvió una sonrisa, una mezcla de timidez y complicidad que le hizo sentir que, de algún modo, estaban en esto juntos. Sin embargo, no tuvo mucho tiempo para analizarlo, ya que Ethan y Lara se acercaron rápidamente, ambos con expresiones serias, lo que le recordó que sus problemas aún estaban lejos de resolverse.

-Tenemos que hablar. - Dijo Ethan en tono bajo, señalando el pasillo vacío al final del corredor.

El grupo se reunió allí, en la penumbra del pasillo, donde podían hablar sin ser interrumpidos. Ethan sacó su teléfono y mostró un artículo de noticias que hablaba sobre eventos extraños en la ciudad: luces inexplicables en el cielo, personas reportando haber visto sombras extrañas y una oleada de desapariciones en las últimas semanas.

-¿Crees que estos fenómenos tienen algo que ver con los círculos del infierno? - Preguntó Lara, su voz cargada de inquietud.

Nick suspiró, frotándose el puente de la nariz mientras trataba de ordenar sus pensamientos.

-Es posible. Lilith dijo que los nueve círculos estaban abiertos, y eso significa que cualquiera de los demonios que escaparon podría estar detrás de estas desapariciones. Tal vez están... Recolectando energía humana o simplemente causando caos. Pero si están en la Tierra, no es para quedarse quietos.

Maddie observó a Nick con preocupación, como si pudiera percibir la creciente presión que se cernía sobre él. A pesar del beso y el momento que habían compartido, algo en su expresión le hacía ver que esto no era un juego. Ella sabía que, para Nick, cada decisión, cada paso en falso podría desencadenar algo mucho peor.

-¿Qué hacemos ahora? - Preguntó Maddie en voz baja, mirándolo a los ojos, buscando en él alguna señal de certeza o seguridad.

Nick respiró hondo, su mente volviendo a lo que Lilith le había revelado sobre sus habilidades y su naturaleza como nefilim. Sabía que tenía poderes, habilidades que había manifestado incluso antes de descubrir su verdadera conexión con Lucifer. Había aprendido a controlar el movimiento de objetos, la habilidad de hacer explotar cosas a distancia, y recientemente, su fuerza y velocidad habían mejorado de manera inesperada. Sin embargo, le preocupaba la naturaleza de esas habilidades y si podría contenerlas sin desatar una amenaza mayor.

-Voy a intentar hacer un rastreo de energía demoniaca en la ciudad. -Dijo finalmente, su tono reflejando una mezcla de determinación y nerviosismo. - Si podemos localizar los puntos con actividad más fuerte, al menos tendremos una idea de dónde están operando estos demonios.

Ethan asintió, observando a Nick con respeto. Sabía que esta decisión lo pondría en riesgo, pero también entendía que no había otra forma de enfrentarse a lo que se avecinaba.

-Podemos dividirnos. - Propuso Ethan.- Lara y yo podemos cubrir las áreas menos concurridas. Si encontramos algo sospechoso, te avisaremos de inmediato.

- Y yo iré contigo, Nick. - Añadió Maddie rápidamente, dejando claro que no pensaba dejarlo solo.

Nick la miró, y durante un instante, sintió una punzada de temor. Sabía que sus poderes estaban conectados a algo oscuro, algo que él mismo aún no comprendía por completo. No quería exponerla a ese peligro, pero también sabía que, con Maddie a su lado, tenía la fuerza para enfrentar lo que fuera necesario.

-Está bien. - Dijo al fin, esbozando una leve sonrisa. - Nos encontraremos después de clases y revisaremos las zonas con más actividad extraña.

Cuando terminaron las clases, el grupo se reunió en el parque cerca de la escuela. Nick y Maddie se prepararon para explorar las zonas más cercanas, mientras Ethan y Lara tomaron la dirección opuesta. La tarde caía lentamente, y la ciudad comenzaba a teñirse de tonos anaranjados y dorados, pero la sensación de inquietud no se disipaba.

Nick y Maddie caminaron en silencio por un rato, observando los alrededores en busca de cualquier signo de actividad sobrenatural. Al pasar por una antigua biblioteca, notaron que las sombras parecían moverse de una forma extraña, como si algo estuviera merodeando en la penumbra.

-¿Sientes eso? - Susurró Maddie, apretando el brazo de Nick, y él asintió, concentrándose en su entorno.

-Sí. Esto no es normal. - Murmuró, acercándose cautelosamente a la entrada de la biblioteca.

Al adentrarse, notaron que el lugar estaba desierto, pero el aire era denso, como si algo estuviera absorbiendo la energía del ambiente. Nick intentó concentrarse en su habilidad de detección, y pronto percibió una presencia oscura. Era como una onda fría que parecía emanar desde el sótano.

-Vamos a echar un vistazo. - Dijo Nick en voz baja, tomando la mano de Maddie mientras descendían las escaleras. La oscuridad en el sótano era abrumadora, y el silencio sólo hacía que el ambiente se sintiera aún más amenazante.

Al llegar al pie de las escaleras, encontraron una figura encorvada junto a una antigua pila de libros, murmurando en un lenguaje ininteligible. Nick se detuvo, manteniendo a Maddie detrás de él, mientras trataba de observar a la criatura sin ser notados. El ser tenía una piel grisácea, ojos brillantes y, alrededor de él, zumbaban pequeñas sombras, como si estuviera invocando algo.

-Belcebú... - Murmuró Maddie, reconociendo la descripción que Lilith les había dado sobre el Señor de las Moscas.

Nick sintió una oleada de adrenalina mientras veía cómo la criatura parecía crecer en tamaño, alimentándose de la energía oscura que impregnaba el lugar. Sabía que debían actuar rápido, pero al mismo tiempo, la presencia de Maddie a su lado hacía que dudara. No podía exponerla a ese peligro, pero, al girarse hacia ella, vio en sus ojos la misma determinación que él sentía.

-No tienes que hacer esto, Maddie. - Le dijo, con una mezcla de miedo y preocupación. - Esto es... demasiado peligroso.

Maddie negó con la cabeza, sosteniendo su mirada con firmeza.

-Estoy aquí contigo, Nick. Lo enfrentaremos juntos.

Sus palabras parecieron llenarlo de una fuerza que ni siquiera sabía que tenía. Nick asintió y, sin perder más tiempo, se concentró, sintiendo cómo su energía comenzaba a manifestarse. Sus ojos se tornaron de un color naranja intenso mientras extendía su mano hacia el demonio. Un destello de energía surgió de él, lanzando un ataque hacia la figura que, al sentir la embestida, se giró con un grito furioso.

La batalla fue breve pero intensa. Nick, usando todo el poder que podía reunir, mantuvo al demonio a raya mientras Maddie lo ayudaba, lanzando objetos y distrayendo al ser cada vez que intentaba acercarse. Finalmente, con un último estallido de energía, Nick logró derrotar a la criatura, que desapareció en una nube de humo oscuro, dejando el sótano en un inquietante silencio.

Ambos permanecieron en silencio, respirando con dificultad mientras procesaban lo que acababa de suceder. La tensión de la batalla, mezclada con el peso de sus emociones, hacía que el momento se sintiera surrealista. Finalmente, Maddie se acercó a él, colocando una mano en su hombro y observándolo con una mezcla de orgullo y afecto.

-Lo hiciste, Nick. Lo logramos. -Dijo suavemente.

Nick la miró, y en sus ojos aún ardía un resplandor de energía que poco a poco se desvanecía. Sonrió levemente, reconociendo que, sin Maddie a su lado, esa victoria no habría sido posible.

-No podría haberlo hecho sin ti. -Admitió en voz baja.

Sin decir más, Maddie lo rodeó con sus brazos en un abrazo firme, sintiendo cómo la tensión en sus músculos se disipaba al estar cerca de ella. Y, en ese momento, comprendió que, sin importar los peligros que enfrentaran, no estaba solo.

Hijo del Diablo y los 9 círculos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora