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"les juro que si se vuelven a comportan de esa manera no volveré a salir con ustedes".

Al fin termino.. fue lo que pensaron los adolescentes cuando el chico de cabello lila termino su regaño.

"Bueno chicos.. es un poco tarde así que iré a mi casa ya que  decidí que mañana asistiré al colegio no quiero seguir perdiendo clases.. y también quiero disculparme con mis amigos por preocuparlos". Hablo el hanagaki tranquilo.

"Te podemos acompañar Michi". El nombrado negó mientras en su rostro tenía un pequeña sonrisa.

"Han estado conmigo todo el día y no me molesta pero quisiera caminar un rato y también debo comprar comida y cosas que faltan en la casa".

Los chicos querían protestar claro que sí, ellos no querían dejar al ojiazul solo pero al ver esa sonrisa cansada no tuvieron más opción que resignarse y asentir para respetar la decisión del chico.

"Esta bien.. pero cuando llegues a casa no se te olvide avisarnos". Como toda mamá preocupada mitsuya hizo que el chico prometiera llamarlos apenas cruzara la puerta de su hogar.

"Bay Bay~". Se despidió del grupo para luego empezar a caminar.

El silencio lo tranquilizaba aunque todavía podía escuchar el ruido de los autos, los niños corriendo, los perros ladrando igual le resultaba relajante mientras era abrazado por el frío viento que avisaba que ya era de noche.

Takemichi se sintió mal después de dejar a sus amigos de esa manera pero quería pensar.. ya no tenía tantas energías como antes.

Se sentía patetico y no solo eso también sentía que estaba exagerando que solo hacia un drama de algo pequeño.. miestra Hinata seguia con su vida él estaba hay como un llorón.

"Ah.. mejor me apresuró a comprar las cosas".

Llegó a la primera tienda de 24horas que encontró y no dudó en entrar.

Agarró una canasta y se metió en los pasillos para agarrar la comida necesaria y productos de limpieza.. tenía empezar a comer cosas que no fueran papas fritas o ramen.

Lo bueno es que la tienda estaba algo vacía así que no tuvo problema en el momento que se acercó a la caja para pagar sus compras.

"Gracias". Dijo en voz baja a la chica que lo atendió amablemente está escucho al rubio y le sonrió de manera tranquila.

Takemichi ya había arreglado todo y ahora solo tenía que ir de camino a su casa.

En el trayecto no pudo evitar divagar y su estúpido cerebro no tuvo una mejor idea que sea reproducir esos recuerdos que quiero guardar en lo más profundo de su subconsciente..

"Takemichi-kun eres muy lindo pero tienes que mejorar tu gusto en ropa". Una pelirosa se reía de la manera más encantadora que el contrario había escuchado en toda su miserable vida.

"Hina pero que tiene de malo lo que escoji? A mi me gusta". El chico de ojos azules se examinaba pero todavía no lo entendía que tenía de malo su ropa según él era lo más sencillo que tenía en su Clóset.

"¡Takemichi-kun! ¿Es enserio? Literalmente es una camisa que dice camisa en inglés". Oh... Ahora entendía un poco las palabras de la chica.

"Pero incluso con mi mal gusto en ropa tú me quieres así ¿Verdad hina?". Takemichi no pudo evitar que sus mejillas se tiñeran de rojo en el momento que su linda novia entrelazó sus dedos con los suyos, su mano se sentía tan cálida que nunca querría separarse de ella.

"Jamás te cambiaria por nada, me gusta como eres todos tus defectos y virtudes es lo que te hacen takemichi hanagaki.. es lo que te hace tan especial". Sus palabras sonaban tan sinceras que el rubio sin pensarlo mucho se acercó a su novia y le dio un casto beso en los labios.

"Yo tampoco te cambiaria por nada hina, yo te amo demasiado que de solo pensar en tener que dejarte hace que mi corazón duela". Todo a su alrededor desaparicio y para takemichi lo único que se movía y existía en ese momento era hina.

Takemichi quería seguir recordando claro que sí, aunque le doliera el pecho de saber que nunca podrá estar con la chica sus labios no pueden evitar curvarse en una pequeña sonrisa ya que esos recuerdos son tan preciados para él como un diamante.. pero no cualquiera.. es el diamante más valioso y hermoso del mundo.

Él quería volver a su mundo de ensueño pero un estruendo hizo que volviera a la realidad.

Miro a su alrededor buscando el origen del ruido y logro identificar que provenía de un callejón oscuro.

¿Tenía que ver que era lo que estaba pasando?

Obvio que no, ese no era su problema pero..

Pero no podía permitirse ignorar eso quizás alguien necesitaba ayuda y él pensaba en irse a su casa?

No, claro que no podía hacer eso su complejo de héroe no se lo permitía quizás es por esa razón que termina metido en tantos problemas.. bueno esta vez queda rezar para que nada malo le ocurra.

Trangando fuerte y agarrando las bolsas de las compras empezó a caminar hacia el callejón y descubrir que provocó ese estruendo.

Su sangre se heló al ver la escena frente a él incluso casi deja caer todas sus compras.

Esto le hizo preguntarse..

¿Por que era tan metiche?

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