Advertencia: mención de heridas, sangre, violencia, un poco triste
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Ser la menor en la gran familia Luthor después de lo ocurrido con Lex y el hecho de que Lena asumiera la presidencia en la empresa para limpiar el apellido, suponía en ella una gran expectativa por demostrar lo importante que era el legado. Lilian, su madre estaba con demasiadas esperanzas para demostrar que podían unirse para acabar con los alienígenas que vivían tranquilamente en la tierra.
Por eso fue una gran decepción que entró a la academia del FBI, convirtiéndose en una gran agente, así como el hecho de que salió del closet a una edad demasiado temprana. Nada en ella se amoldaba a las expectativas que tenía que cumplir un Luthor, ciertamente no podía importarle menos, cuanto más lejos estuviera de ese apellido estaría más tranquila.
Con 28 años, Raven llevaba trabajando un par de años en el FBI antes de recibir una llamada desde National City para proponerle trabajar en la DEO, no tenía idea de que se trataba, pero la curiosidad fue demasiada por lo que no pudo evitar acceder a tener la reunión. Después de todo estaría más cerca de su hermana si aceptaba la oferta, demasiado tentador para recharla después de escuchar a John, aceptó.
Los primeros años en la DEO fueron un dolor de cabeza pues los peligros eran desde luego mucho más grandes que trabajando en el FBI, después de todo allí no tenían que enfrentarse constantemente a alienígenas que rompían las leyes. Trabajar con Supergirl era de las mejores cosas en el mundo, así como ser amiga de su alter ego, Kara Danvers y su hermana Alex.
Compartir sus días con Lena también eran increíbles, lo único negativo de todo eso había sido tener que dejar la vida que tenía en Metrópolis junto a Sam y Ruby, la mujer era mejor amiga de su hermana mayor y desde que la conoció no pudo evitar enamorarse de ella. Cualquiera que las observara de afuera podría suponer que eran una pareja de años con una pequeña hija, pero nada estaba más lejos de la realidad pues a pesar de que Raven había estado siempre incluso en el nacimiento de la pequeña...sabía que Sam jamás la vería de otra manera que la hermanita menor de Lena.
Desde su llegada no había día en el que no hablara con su pequeña a quien consideraba su hija, mencionando lo mucho que se extrañaban, Sam en varias ocasiones no pudo evitar declarar que también la extrañaba provocando que su corazón se alterara más por esa información ¿podían culparla? Por lo que casi arrojó al suelo a Lena cuando le comentó que había invitado a la mujer a unirse a L- Corp, pues había un pequeño detalle y es que está estaba casada...así que no dudo en aceptar luego de firmar los papeles de divorcio pues no tenía ninguna intención de permanecer en la misma ciudad que ese idiota.
Claro que todos notaron el enamoramiento que tenia la menor de los Luthor por su mejor amiga durante la primera noche de juegos de Sam, habían hecho un dúo implacable que ni siquiera Lena y Kara, campeonas invictas pudieron con ellas. No podían dejar de lado la ternura al ver a Ruby llamarla mamá antes de acurrucarse en su pecho para que le hiciera piojito.
- Vaya...sé te da natural ser madre pequeña Luthor – Maggie sonrió molestando a la pelinegra que se sonrojó - ¿Cómo lo haces?
- Supongo que se dio natural – se encogió de hombros mirando a la pequeña dormida en su regazo – lo mejor sería que nos vayamos así pueda dormir mejor
- Está bien – Sam asintió mirándola - después de todo con la mudanza fue un día demasiado largo para ambas
- Mi oferta de que se queden en mi pent – house sigue en pie – Lena miró con una sonrisa a su mejor amiga sabiendo que rechazaría la oferta
- Gracias Lee, pero vamos a quedaron con Rav – se levantó saludando a todos – gracias por invitarnos
- Eres bienvenida cuando deseen unirse – Kara asintió por los demás notando las miradas que compartían ambas mujeres
