Capítulo 14

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Lujosa era la palabra con la cual Rebecca definía la fiesta. Desde la entrada todo deslumbraba, Rebecca se sentía incómoda en aquel lugar, era un como un pez fuera del agua. Sabía que haber elegido aquel vestido había sido una mala opción, todas las mujeres que estaban ahí deslumbraban con sus elegantes vestidos largos, mientras Becky había optado por uno mas sencillo y corto.

Jaidee se encontraba sujetando la mano de Rebecca, mientras Freen iba solo unos pasos delante de ellas.

— Creí que no vendrías— Heng se acercó a Freen— ¿Quién es esta hermosura? — tomó en sus brazos a Jaidee y al levantarla se percató de la chica que venia junto a ella.

Ambos se miraron. Heng encontró linda a Becky y le sonrió, Rebecca por su parte le causó un cierta confianza el chico, así que le devolvió el gesto. Jaidee y Freen miraban la escena sin decir nada.

— Ella es Rebecca, la niñera de Jaidee — habló Freen interrumpiendo las miradas que se daban entre su mejor amigo y la chica. Heng desvío la mirada de la chica y miró a Freen.

—Me lo imaginaba —habló Heng. Volvió a mirar a Becky —Es un gusto — Heng tomó la mano de Rebecca y la besó, lo que causo un pequeño sonrojo de su parte.

— El gusto es mío.

-— Es para mamá — le susurró en el oído Jaidee a Heng. Estaba molesta por el beso que su tío le había dado a Rebecca.

Heng rió y negó con la cabeza, tanto Becky cómo Freen se preguntaron que era lo que le había dicho la pequeña para que le causara tal gracia a Heng.

— Mejor hay que entrar — dijo Heng. Dejó a Jaidee nuevamente en el piso y los cuatro entraron en el salón.

Muchas personas los miraban y era algo evidente. Freen y Heng eran los mas jóvenes en aquel lugar, además de que todo el mundo veía mal hecho de que Freen haya sido madre tan joven. Simplemente eran un blanco el cual todas aquellas personas de sociedad criticaban.

(...)

Unos minutos habían pasado desde que habían llegado a una mesa y tomado asiento. Jaidee permanecía acostada sobre la mesa aburrida y jugaba con unos cubiertos, constantemente recibía reclamos de Freen para que dejara de hacerlo. Heng miraba constantemente a Becky. Disimulaba tomando vino de su copa.

Becky por su parte se sentía tan incómoda como al principio, pero desviaba aquel nerviosismo tratando de evitar que su cara se pusiera roja por la atención que el italiano le prestaba, aunque de vez en cuando le sonreía. Freen estaba de pie hablando con unos ejecutivos y permanecía ajena al coqueteo que había entre Heng y Becky.

La música comenzó a sonar. Freen terminó su conversación y se sentó al lado de su amigo.

—Deja de mirarla, se siente incómoda — le dijo Freen en un susurro a Heng.

— ¿Incomoda? Pero mira como me sonríe — Heng le guiñó el ojo a Becky, y evidentemente ella le volvió a sonreír antes de volver agachar la cabeza.

— Pues no parece —Freen se sentía extraña por la forma en que sus miradas estaban conectando. — Deja de coquetear con ella, está Jaidee presente.

—  ¡No tiene nada de malo! Espera, ¿le molesta a Jaidee o a ti?.

—¿Qué me va andar molestando a mi? Por mi llevatela, si la conocieras no la soportarías.

— No lo creo. Si me permites, iré a bailar con ella -— Heng se levantó de su asiento dejando a Freen con las palabras en la boca.

Becky aceptó bailar con Heng y tomados de la mano se dirigieron hasta la pista, donde algunas parejas ya estaban bailando.

—No sé bailar —admitió Rebecca en el momento que Heng tomó su cintura con una de sus manos mientras la otra sostenía la mano de ella.

—Solo deja que la música te guíe — le susurró Ruggero muy cerca de su oído.

Ambos comenzaron a dar los primeros pasos mientras la música seguía sonando. A Rebecca la situación le causaba nerviosismo, mientras Heng reía cada vez que ella lo pisaba.

— Perdón— repetía cada vez.

— A tío Heng le gustó Becky— habló Jaidee desde la mesa, mientras junto con Freen observaban la escena que tenían unos metros de distancia.

— No, solo quiere jugar con ella — habló fastidiada. Freen en esos momentos ya no era consciente si era ella realmente la que hablaba o era aquella extraña voz en su interior que le decía que estaba celosa.

¿Estas molesta?— preguntó con —inocencia Jaidee. Freen dejó de un lado aquella escena de su mejor amigo con Rebecca y se centro en mirar a Jaidee. La pequeña mantenía un poco de esperanza que su mamá se haya molestado, lo había visto en las películas y las personas lo llamaban celos.

—Un poco —admitió Freen.




¡SORPRESA!

BUSCANDO A MAMÁ (BAM #1) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora