De vuelta a casa... Pero contigo (𝐀𝐩𝐩𝐥𝐞𝐫𝐚𝐝𝐢𝐨|𝐑𝐚𝐝𝐢𝐨𝐚𝐩𝐩𝐥𝐞+18)

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 22. La Luz De Nuestro Amor

Alastor regresó al oscuro bosque, sintiendo una nueva determinación en su corazón. La luz de Lucifer aún brillaba en su mente, un recordatorio de que no estaba solo en su lucha. Con cada paso, se repetía a sí mismo que debía enfrentar sus miedos, no solo por él, sino también por el amor que compartía con Lucifer.

Mientras caminaba, las sombras parecían menos amenazadoras. Las voces que antes lo atormentaban ahora eran ecos lejanos, y aunque aún sentía su presencia, sabía que debía seguir adelante.

- No soy una decepción - se dijo a sí mismo. - Soy más que mis fracasos.

De repente, el bosque comenzó a cambiar. Las sombras se disiparon, y un claro iluminado apareció ante él. En el centro, un pedestal sostenía un espejo, pero esta vez, no era un espejo de tortura. Era un espejo que reflejaba su verdadero yo.

Alastor se acercó con cautela, y al mirarse, vio no solo sus debilidades, sino también su fortaleza. Vio a un niño que había luchado, que había amado y que ahora estaba dispuesto a enfrentar cualquier desafío por el bien de aquellos que le importaban.

- Eres más fuerte de lo que piensas - murmuró, sintiendo un impulso de confianza. - No te rindas.

Con esa afirmación, el espejo comenzó a brillar intensamente, y una nueva visión se formó dentro de él. Vio a Lucifer, sonriendo, apoyándolo en cada paso. La imagen lo llenó de energía, y decidió que no podía dejar que sus miedos lo definieran.

Con renovada determinación, Alastor se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la salida del bosque. Las sombras, al ver su resolución, comenzaron a desvanecerse, y el camino se iluminó a medida que avanzaba.

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Mientras tanto, en el cielo, Lucifer sentía una oleada de esperanza. Había sentido el cambio en Alastor, una chispa de luz que lo guiaba a través de sus pruebas.

- ¿Cómo va todo? - preguntó Miguel, observando a su hermano con interés.

- Siento que está encontrando su camino - respondió Lucifer, su voz llena de confianza. - Sé que puede hacerlo.

Miguel sonrió, complacido. - Eso es lo que necesitamos. La fe es poderosa, hermano.

Lucifer asintió, sintiendo que cada segundo de espera valía la pena si significaba que Alastor podría superar sus miedos.

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Alastor finalmente emergió del bosque, sintiendo el aire fresco y limpio en su rostro. Había superado la segunda prueba, y aunque sabía que las siguientes serían aún más difíciles, se sentía listo para enfrentarlas.

La siguiente etapa de su viaje lo llevó a un vasto campo, donde el viento soplaba suavemente, llevando consigo sus pensamientos y preocupaciones. En el horizonte, vio una figura familiar: era el serafín que lo había guiado al inicio de sus pruebas.

-Alastor - dijo el serafín, su voz resonando como un eco en el aire. - Has superado la primera y la segunda prueba. Pero la tercera será la más desafiante.

Alastor sintió un escalofrío recorrer su espalda. - ¿Qué debo enfrentar esta vez?

-Esta prueba te llevará a confrontar tu verdadero ser, tus deseos más profundos y la esencia de tu amor por Lucifer - explicó el serafín. - Prepárate, porque lo que experimentarás será una revelación.

Alastor respiró hondo, sintiendo una mezcla de miedo y emoción. - Estoy listo.

El serafín extendió su mano, y un portal se abrió ante ellos, revelando un paisaje lleno de luz y color, donde todo parecía posible. Alastor dio un paso adelante, decidido a descubrir la verdad que lo esperaba.