POV Nami
"¿Por qué decirle a Seonghwa que eres B+ cuando eres B-, eh?", preguntó recriminando, aunque su tono denotaba una clara curiosidad.
"Y-yo pensaba que era B+, me... me debí de equivocar", dije con voz temblorosa mientras limpiaba las lágrimas que habían caído por mis mejillas previamente. No pude evitar dejar escapar un suspiro de alivio, esto significaba que no me iban a sacrificar... ¿no?
Hongjoong sonrió suavemente y sus palabras me atravesaron como una punzada en el pecho, un día me va a dar un infarto, llegados a este punto no sabía si sentirme aliviada o asustada.
"Has sido como un grano en el culo... tenía todo preparado para tu sacrificio, ¿sabes?, pero uno de mis chicos me enseñó eso", dijo mientras señalaba los papeles, los cuales contenían mis datos médicos y mi grupo sanguíneo.
Miré a Hongjoong, su sonrisa ligeramente ladeada, aún señalando los papeles. Él estaba tan calmado y compuesto mientras yo me sentía tan vulnerable y desesperada. Me esforcé por mantener la calma y reunir el valor para formular alguna pregunta, pero mi mente seguía luchando con todas las nuevas información y emociones que estaba experimentando.
"Entonces.. ¿estoy a salvo?", murmuré, mi voz salió débil y temblorosa, pero al menos las palabras fueron dichas. Hongjoong se rió ligeramente y se incorporó de su asiento, caminando frente a mí y se detuvo a unos pocos centímetros de distancia, su mirada clavada en la mía.
El peso de su presencia era abrumador y me hacía sentir aún más pequeña que antes. Él se inclinó sobre mí, cerrando aún más la distancia, su cara estaba tan cerca que podía percibir su aliento caliente en mi piel.
Mis ojos estaban fijos en los suyos, llenos de incertidumbre y nervios, mientras él permanecía allí, tan cerca que podía sentir el calor que emanaba de su cuerpo. El silencio se extendió por la habitación, sólo interrumpido por el sonido de nuestra respiración.
"¿A salvo... hm? Yo no lo diría de esa manera", dijo él, su voz susurrante y un tanto burlona, sus ojos aún clavados en los míos. Su respuesta me tomó por sorpresa y me llenó de incertidumbre, ¿qué quería decir con eso? Antes de que pudiera reaccionar, él siguió hablando.
"Verás...", dijo con tono enigmático, cuando de pronto levantó su mano ligeramente, y con un gesto, me hizo seguir su dirección hasta enfocarme en un pequeño espejo que estaba colgado en una pared cercana. Mi reflejo me devolvió la mirada.
Cualquier señal de alivio que había sentido se desvaneció cuando vi mi reflejo en el espejo, sentada allí, vulnerable y con expresión inquieta, a comparación de Hongjoong, que estaba de pie, cerca de mí, con su sonrisa ligeramente ladeada. Su mano seguía señalando el espejo, como si estuviera haciendo hincapié en algo.
Después de un momento de silencio, él se inclinó hacia mí, su presencia abrumadoramente cerca una vez más, su rostro a escasos centímetros del mío. Su mano volvió a moverse hasta alcanzar mi barbilla, y la tomó suavemente, haciendo que levantara mi rostro hacia él, obligándome a encontrar su mirada.
"Puede que no seas un regalo para la presencia divina que trato de invocar, pero sí serás un regalo para mí", añadió él, su sonrisa ampliándose ligeramente mientras me sostenía la barbilla como si fuera un objeto preciado. Su voz era tan baja que sus palabras parecieron reverberar alrededor de mí, llenando el silencio de la habitación.
"Hm, mi dulce y delicado regalo...", dijo con voz baja y llena de control. Su sonrisa se volvió más grande mientras sus ojos recorrían mi rostro.
Sentí como Hongjoong se acercaba aún más, su rostro estaba a centímetros del mío, tan cerca que podía sentir su aliento caliente en mis labios. Su mano seguía en mi barbilla, sosteniéndome en su lugar frente a él, sin darme la oportunidad de apartar mi mirada o alejarme.
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Peccavia Obscura - ATEEZ
Fanfiction"Bienvenida a casa, princesa", dijo San, su voz suave y seductora contrastaba con su apariencia intimidante. "¿No nos esperabas, eh?" Me retorcí con más fuerza, pero Mingi me sujetaba con determinación. San se acercó lentamente, sus pasos resonando...