Noche.
A menos que seas un obsesionado con la salud, a esta hora cualquier estudiante de preparatoria estaría despierto. Utilicé el contacto que habíamos intercambiado al enviar los puntos y le mandé un mensaje a Karuizawa.
«Perdona por el mensaje repentino. Karuizawa-san, ¿Estás sola ahora?»
«Sí. ¿Qué pasa?»
«Es que necesito consultarte algo. Estoy justo frente a tu dormitorio, ¿Podrías dejarme entrar?»
No hubo respuesta. Pasaron unos minutos hasta que la puerta se abrió. Karuizawa apareció, luciendo cautelosa.
「…¿Qué sucede?」
「Es sobre una consulta, pero es algo que preferiría no discutir en voz alta. ¿Podrías dejarme entrar?」
「Lo siento, pero mi dormitorio está un poco…」
「Tienes razón, es incómodo que llegue sin avisar. Entonces, ¿Qué tal si vamos a mi dormitorio?」
「Preferiría buscar otro lugar, ¿No crees?」
Estaba totalmente a la defensiva. No le había contado a nadie lo que estaba a punto de hacer, así que no había forma de que Karuizawa supiera algo por adelantado. Quizás su experiencia pasada la mantenía alerta.
Miré a mi alrededor. No había nadie cerca. Sin embargo, con las cámaras de seguridad instaladas por toda la escuela, no podía permitirme usar la fuerza todavía.
Esto estaba dentro de lo previsto. Ya había considerado que Karuizawa no me dejaría entrar fácilmente, así que decidí seguir con el plan que tenía en mente.
「Está bien, aquí mismo servirá. En realidad, lo que quiero consultarte es algo personal, Karuizawa-san. Alguien de la Clase C me contó que en secundaria fuiste víctima de bullying.」
「Entra.」
「¿Estás segura? Bueno, con tu permiso.」
Karuizawa abrió la puerta un poco más, permitiéndome entrar. Tal vez fue por lo que dije, o simplemente por costumbre, pero cerró la puerta con llave y puso la cadena, ahorrándome ese esfuerzo.
Me alejé de la entrada y me situé en el centro de la habitación. Karuizawa se volvió hacia mí, con el rostro pálido, claramente aterrorizada por lo que yo sabía sobre su pasado.
Era momento de tomar la iniciativa. Me acerqué lentamente y le di un puñetazo en el estómago.
En mi cabeza, la pelea debería haber terminado ahí. Karuizawa se doblaría del dolor, quedando incapacitada para moverse. Pero no fue así.
En lugar de caer, Karuizawa corrió hacia la puerta con una agilidad sorprendente. No había surtido efecto. No fui lo suficientemente fuerte.
Soy débil. No tengo experiencia en artes marciales, ni en esta vida ni en la anterior. Nunca he peleado, ni sería capaz de enfrentar a los maleantes de la Clase C. Probablemente perdería ante cualquier chico.
Pensé que dominar a una chica común sería fácil. Fui demasiado ingenua.
No podía dejar que escapara. Desesperada, la tacklé, haciendo que su espalda se estrellara contra la pared. Karuizawa intentaba a toda costa quitar mis brazos de su cintura.
「¡¿Qué crees que estás haciendo?! ¡Alguien, ayúdenme!」
No sirve de nada gritar. Las habitaciones de este dormitorio están bien insonorizadas. Lo había comprobado antes con Haruka cuando jugábamos karaoke.
No podía golpearla con las manos; estaban ocupadas sujetándola.
Si no puedo usar las manos, usaré los pies.
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Cote [Una chica descontrolada]
RandomEl protagonista, quien ha renacido como Maya Satō tras un cambio de género, no posee una inteligencia excepcional ni habilidades físicas destacadas. Sin embargo, hay algo peculiar en su personalidad que lo diferencia. ※Es posible que el personaje de...