⚔ 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈𝐈 ⚔

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Hubiera sido mejor no comentar

sobre aquellos que lo están pasando mal,

él próximo podrías ser tú.

Al medio día del siguiente día, después del almuerzo no hay nada mejor que una caminata por los jardines del castillo con la piel haciendo contacto directamente con el césped. Thea, mi dama de compañía me sigue con mis zapatos en sus manos, pidiéndome que me los ponga nuevamente, sé que de cierta forma trata de hacer que las personas hablen menos de mí, la servidumbre y todo el reino cree que soy una chiquilla desobediente o rara, el termino rara es el que utilizan con frecuencia.

Camino en la orilla de una de las fuentes en el jardín, es cuadrada, con la figura de la diosa que nos rige, Madea, la diosa de las victorias, de la riqueza, de la sabiduría, es nuestra diosa principal, además de otros dioses a quienes se adoran. La pequeña cola de mi vestido de tela delgada y pegada se moja con el agua de la fuente mientras uno de mis pies toca la superficie.

— Princesa tenga cuidado — Dice nerviosa mientras alza una de sus manos hacia mí, como si tratara de sostenerme con una fuerza invisible...justo como la magia, claro...sí aún pudiéramos emplearla.

— Estaré bien...además la fuente ni siquiera es profunda — le digo a Thea mientras extiendo mis manos a los lados para tener equilibrio.

Observo la figura de la diosa, me pregunto como las personas habrán sabido como esta se ve, si ella me está viendo en estos momentos a través de esta, me pregunto si se lamenta de nuestra existencia y si solo nos sigue ayudando por lástima, como lo compacientes y buenos que son los dioses.

Mis pensamientos fueron olvidados en cuanto escuché el estruendoso y amenazante rugido de un animal demasiado grande, es un rugido que nunca había escuchado y que sin dudas hizo que mi piel se erizara en segundos.

— ¡Princesa! — exclama Thea tirando de mi brazo para hacerme bajar de la fuente al suelo. Mientras mis ojos ven a la bestia creadora de ese rugido tan abismal.

Un dragón vuela bajo en nuestro territorio, parece ser que va a aterrizar en alguna parte del jardín, pero...¿Qué hace un dragón aquí?

— Llevaba jinete — comenta Thea con voz asustada mientras ve al Dragón alejarse, su comentario lleno de temor es comprensible, no es un dragón que va solo, un dragón que ataca rebaños en los reinos es común, este dragón lleva jinete...lleva al enemigo.

Comienzo a caminar lentamente hacia el lugar donde creo saber que está el dragón, Thea diciendo mi nombre, precavida por si en algún momento me hecho a correr, quizás es la única que me conoce bien, porque comienzo a correr directo hacía el peligro. La grama hace ligeras cosquillas a mis pies mientras corro hacía el lugar donde creo que aterrizó el dragón, con Thea corriendo detrás de mí, no tuve que correr muy lejos, cuando me encuentro a una muy buena cantidad de soldados rodeando al enemigo.

La danza de dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora