teddy bear 🐻

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Soobin estaba solo en su recámara, sus dedos jugaban nerviosamente con el pequeño peluche que Beomgyu había olvidado en su casa. Miró el osito con una mezcla de nostalgia y ansiedad. Beomgyu no había respondido a sus mensajes, y con cada hora que pasaba, Soobin sentía que ese pequeño muñeco era lo único que mantenía la presencia de su amigo a su lado.

¿Dónde estás? pensó.

Recorriendo los ojitos del oso, que parecían devolverle la mirada con dulzura. Sin darse cuenta, se encontró sonriendo.

«En realidad, se parecen un poco»

Reflexionó, notando cómo el peluche y Beomgyu compartían una expresión cálida, un aire inocente. Eran como... gemelos.

Tal vez Beomgyu estaba ocupado con cosas de la escuela, o había salido con sus padres, él tendría un buen motivo para no responderle sus mensajes y mientras cuidaría al pequeño peluche.

«¿Dónde deberías quedarte?»
«¿En la cama? No, puedo tirarlo...¿En la ventana? ¡NO! EL AIRE PODRÍA ENSUCIARLO

Inquieto por tomar una decisión, lo dejo miro el escritorio,  tomó con cuidado al osito para colocarlo en la silla de su escritorio. Fue entonces cuando un aroma sutil llegó hasta él, el mismo que Beomgyu siempre dejaba tras de sí, una mezcla suave y acogedora que ahora parecía impregnar al peluche. Soobin dudó un instante, sintiendo una oleada de calidez en su pecho. Sin pensarlo, apretó el peluche contra él, sintiendo como si su amigo realmente estuviera ahí, al menos en algún rincón de su memoria.

—No pensé que aún te gustaran esas cosas —una voz, llena de humor, resonó en la habitación.

Por un momento parecía ajena y lejana a una familiar, su primera impresión fue asustarse.

Levantó la vista de golpe, sus ojos encontrándose con una figura alta y delgada en el umbral de la puerta, ese cabello bien arreglado con los litros de perfume...claro debio suponer quien era, ahí su miedo se fue.

Yeonjun, estaba ahí, apoyado casualmente contra el marco, con una sonrisa burlona en el rostro y unas bolsas colgando de sus manos. La sorpresa le robó a Soobin cualquier reacción inicial, y se apresuró a soltar el peluche, dejándolo sobre el escritorio mientras intentaba componer una expresión neutral. Con rapidez, levantó las manos y comenzó a hacer señas, con un movimiento apresurado.

Hyung, ¿cuándo llegaste?

Yeonjun dejó las bolsas en el suelo y entró en la habitación con una sonrisa de suficiencia, respondiendo de la misma manera, con suaves y fluidos movimientos los dedos del chico mayor respondieron.

Perdón por no venir, tuve mucha tarea.

Yeonjun, siendo dos años mayor que Soobin, era entendible que no tuviera tiempo para ir a verlo, si bien crecieron de alguna manera juntos, no podían fijar el título de amigos, era más un hermano mayor, aunque más de la mitad del tiempo era más un cuidador, no podían juzgarlo, siendo estudiante de medicina, el futuro doctor usaba como conejillo al pobre Soobin para ir practicando lo que aprendía en la facultad.

Aun así tenían algunos momentos -escasos- donde los dos eran unos niños nuevamente.

Se había enterado de la nueva noticia, la audición de Soobin era más clara, no iba a desaprovechar esa oportunidad para ir a verlo.

—¿Cómo te sientes? ¿No te a dolido la cabeza?—preguntó, señalando con una inclinación de la cabeza los nuevos audífonos que Soobin llevaba puestos—. Pensé que este tratamiento nunca llegaria a Corea. Es lindo saber que ahora puedes escuchar la voz de tu hyung donde quiera que vayas —añadió, en tono de broma.

"Dear name" 《SOOGYUN》 |Soobin×Beomgyu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora