Vecino

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Mudarse a Ansan no había sido tan emocionante como Choi Beomgyu había esperado. Claro, el cambio de aires siempre tiene su encanto, pero, después de un par de días, todas las casas parecían iguales. Filas de ventanas cerradas, edificios, césped bien cuidado, un silencio monótono que lo hacía sentir atrapado. No era el tipo de lugar que uno esperaría para un chico como él, lleno de energía, siempre buscando algo que hacer.

Entendía que debía ir a donde iba la familia, pero como extrañaba Daegu.

Era el primer fin de semana desde la mudanza, y Beomgyu decidió aprovechar el tiempo para organizar las cosas en su habitación realmente no había hecho mucho por ir a la escuela. Su madre insistía en que se tomara el día con calma, pero quedarse quieto nunca había sido su fuerte.

Abrió las ventanas, el aire fresco entrando era la mejor solución para el polvo qué vendría, se asomó por la ventana de su cuarto, buscando algo-lo que fuera-que rompiera con la rutina del lugar. Fue entonces cuando lo vio.

El chico de la casa de al lado.

Choi Soobin, según escuchó de su madre cuando hablaba con una vecina la cual tenía un tono particular de voz, como risa, le causaba gracia que en la calle hubiera dos Choi, era como si la mujer olvidara que había por todos lados un Kim.

Un Kim aquí, un Kim allá, un Kim siempre te saludara.

Choi Soobin siempre estaba solo ¿Por qué? No recordaba haber escuchado el motivo o tal vez la mujer no lo menciono.

El joven en ese momento parecía tan desinteresado como el vecindario mismo, leía un libro, aunque Beomgyu se acercó al marco de la ventana, buscando entender el título del libro, su mirada no enfocaba correctamente, era verdad necesitaba lentes. Arrugo la nariz evitando darle la razón a su madre y se enfocó en ese castaño, debía hacer tarea, esa cara de concentración significaba que estaba en ¿exámenes? Beomgyu sacó más la cabeza curioso por mirar, tal vez estaba muy a fuera y Soobin sintió su mirada o ya se había cansado de leer por qué había levantado la mirada.

Rápidamente Beomgyu sonrió, alzando la mano para saludarlo. Después de todo, un gesto amable nunca estaba de más.

Y si eran vecinos era mejor llevarse con alguien de su edad.

- ¡Hola!

Pero, para su sorpresa, Soobin no respondió. Ni siquiera un leve asentimiento. Solo lo miró durante un par de segundos, completamente impasible, antes de cerrar la cortina de un tirón.

El corazón de Beomgyu se aceleró por la incomodidad. ¿Qué había sido eso? ¿Tan difícil era devolver un saludo?

Tragó saliva, sintiendo una mezcla de vergüenza y algo más que no podía identificar. ¿Se estaba burlando de él? ¿Por qué actuaba así?

A partir de ese día nació un sentimiento que burbujeaba en su pecho, cada vez que veía al chico de la casa de al lado, su humor cambiaba. Era una sensación extraña, un tipo de irritación que crecía cada vez que pasaba por su ventana y veía esas cortinas siempre cerradas.

Con el tiempo, Beomgyu comenzó a hacerse una idea en su cabeza.

"Debe ser uno de esos niños ricos engreídos", pensaba mientras lo veía salir solo para recoger paquetes o recibir comida. "Se cree mejor que todos".

Cada gesto de indiferencia que Soobin tenía alimentaba la molestia de Beomgyu, quien comenzaba a fijarse en todos los detalles de su comportamiento: la forma en que el otro evitaba la mirada, cómo siempre parecía apresurarse para volver a su casa, o como la vez que Soobin evito tirar la basura junto a él, solo se había asomado mientras Beomgyu tiraba la basura, a Soobin le basto con mirarlo para regresar a su casa sin haber puesto un pie fuera.

"Dear name" 《SOOGYUN》 |Soobin×Beomgyu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora