Alex miraba con atención a la pelinegra esperando una respuesta, sin embargo Lena no contestaba. Sentía que sus nervios la iban a traicionar en cualquier momento.
—¿Me dirás?
—Sí... lo que pasa es que... Jack y yo tenemos problemas en nuestro matrimonio y se encuentra un poco paranoico. Cree que me acuesto con la primera persona que se me cruza.
—Oh, entiendo ¿Pero qué tiene que ver Kara en todo esto?
—Tuve el taller de literatura con ella todo el semestre, a solas, y tontamente Jack sospecha hasta de mis alumnos.
—Dios, está loco—Alex rodó los ojos—Ven aquí y toma una copa de vino con nosotras, necesitas relajarte después de tanto estrés.
Lena no tuvo más opción que aceptar mientras Sam la miraba intentando transmitirle un "te salvaste, perra".
—Al parecer mi hermanita se lleva mejor contigo que conmigo—Comentó Alex antes de beber de su copa—Tal vez deberías tomar mi lugar y recomendarle que vaya por un buen camino.
Sam casi se ahogó con su propia saliva al escuchar aquello, y tuvo que contener la risa al ver la cara de Lena, de lo contrario iba a ser demasiado evidente.
—Bueno, sé que tal vez nos vemos más unidas últimamente, pero no creo que exista aún la confianza para reemplazarte a ti.
—A mi me reemplaza cualquiera—Volvió a beber—Si tan solo hubiera cumplido con mi palabra nada de esto estaría pasando.
Sam puso su mano en la espalda de la pelirroja y la acarició para darle ánimo.
—No te culpes por algo que no es...
—Sí, es mi culpa Sam. Además, es por eso que ella se junta con esos chicos que no sirven para nada más que beber, fumar y salir de fiesta. Incluso Maggie cayó en eso por mi culpa.
—¿A qué te refieres?—Sam la miró con el ceño fruncido.
—Yo pago su colegiatura, sabía que Kara no querría dejarla así que hice lo que creí correcto—Se encogió de hombros—Y ahora resulta que las dos niñas que logré sacar de un hogar roto para intentar darles una mejor educación, cayeron en los mismos vicios. Schott, Nal, Dox, Marsh y Ardeen no son más que unos hijitos de papi malcriados.
—Frénate ahí—Lena frunció el ceño—Está bien. Puede que salgan a fiestas, que beban, y todo lo demás... pero eso no quita que han estado para Kara en todos los momentos difíciles que ha pasado a lo largo de su adolescencia. Incluso han estado para Stella, sobre todo Imra.
—Kara no sabe que una vez que salgan del colegio la dejarán tirada, eso es lo que hacen los niños ricos.
—Por favor, ella es mucho más madura que nosotras dos juntas. Sabe perfectamente como reconocer personas cínicas con solo verlas a los ojos.
—Son solo chicos inmaduros, Lena.
—Pues yo no lo veo de esa forma. A Kara le ha tocado salir adelante prácticamente sola. Se guarda sus propios sentimientos para que Stella no la vea sufrir. Se despierta por las mañanas y lo primero que hace es asegurarse que la niña esté bien, y está todo el día al pendiente de su celular en caso de que la llamen del colegio de la pequeña. Por las tardes me pedía permiso para poder cuidarla si estaba enferma. Y cuando no teníamos taller, lo único que le preocupaba era ir por ella al colegio.
—¿Y eso qué tiene que ver?
—Que ni siquiera nosotras dejaríamos de lado tantas cosas por cuidar a nuestras hermanas pequeñas, ¿no crees?—Le dedicó una mirada profunda, haciendo referencia a lo sucedido—Y sabemos perfectamente que si llegáramos a tener una niña a nuestro cuidado en este preciso momento, más de la mitad de nuestros amigos desaparecerían. Así que no, no son chicos inmaduros.
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Aprendiendo a leerte • AU SUPERCORP
FanfictionPara los demás, Kara Danvers siempre fue una alumna problemática. Para las personas que la rodeaban, Lena Luthor no era más que una esposa. Pero entre ellas se vieron como un llamativo y misterioso libro, y aunque al principio se les dificultó y tu...