Capítulo 5

634 105 18
                                    

Kara logró ver a los niños que corrían en el patio del colegio antes de la última clase. Su hermana no se veía aún, pues tenían distintos horarios para salir a jugar y el turno de Ella ya había pasado, era hora de que su jornada escolar terminara.

¿Kara?—Escuchó la voz de su madre del otro lado de la línea.

—Hola mamá, yo... amm, te llamo para decirte que no es necesario que salgas del trabajo para venir por Ella.

Por favor, no me digas que te estás saltando las clases nuevamente. Ya habíamos hablado de esto, Kara, está bien que quieras cuidar de Ella, pero eso no significa que debas dejar tus...

—No, mamá. No me salté ninguna clase, quédate tranquila—Mintió para no hacer enojar a Eliza—La profesora tuvo que resolver un problema y nos dejó salir antes, al parecer tiene complicaciones en su matrimonio, eso es todo.

Espero que no me estés mintiendo.

—No—Comenzó a jugar con los anillos de su mano izquierda—Bueno, debo colgar, me queda poca batería.

Está bien, les dejé algo de comer en casa, adiós cariño.

—Nos vemos, mamá.

Colgó la llamada y conecto los audífonos una vez más para seguir escuchando música. Durante los siguientes quince minutos se quedó sentada en la banca de la pequeña plaza que había frente al colegio de su hermana, los rayos de sol que se colaban entre las ramas de los árboles le daban directo al rostro provocando una sensación de paz. Tenía los ojos cerrados y la mente en blanco mientras escuchaba la voz de Stevie Nicks, "gypsy" era la canción que sonaba en los audífonos.

Your bright eyes—Cantó por lo bajo y abrió los ojos de a poco mientras la melodía se iba acabando.

Una sonrisa apareció en su rostro al ver que su hermanita estaba prácticamente colgada del portón principal para que la dejaran salir, Ella era tan parecida a Kara que daba miedo.

—¡Hoy si viniste por mi!—Celebró apenas la dejaron salir.

—Por supuesto, no podía dejar que mi bichito estuviera todo un día sin verme—Contestó guardando los audífonos antes de tomarla en brazos y darle un beso en la mejilla—¿Cómo te fue hoy?

—Bien, hay un niño nuevo y es muy amable, me dio galletas—Soltó avergonzada.

—¿Pero?—Preguntó al ver la carita de Ella.

—Te juro que no me di cuenta cuando me las había comido todas yo sola, te lo juro por la garrita—Mostró su meñique.

—No hace falta bichito, te creo—Sonrió.

La niña le imitó y vio como su hermana mayor la dejaba en el suelo nuevamente antes de tomar su mano y emprender rumbo, pero alguien las detuvo.

—Tú debes ser Kara.

Una voz femenina logró que la rubia se detuviera para voltearse, frente a ella había una mujer no mayor de treinta años, con una sonrisa demasiado grande para su gusto.

—Así es, ¿y tú eres..?

—Eve Teschmacher, soy profesora de esta niña tan linda. 

—Ah, hola—Kara intentó girarse nuevamente para salir de allí, pero la mujer la detuvo una vez más.

—Necesito hablar contigo un momento, es sobre tu hermana. 

Esas eran las palabras claves para detener a Kara y ganarse su atención, así que se giró del todo y siguió los pasos de la profesora junto a Ella.

Aprendiendo a leerte • AU SUPERCORPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora