Un secreto familiar se ha mantenido oculto durante 25 años, hasta que Joe decide buscar la verdad sobre la muerte de su padre, encontrándose con una red de mentiras y engaños que lo llevan a cuestionar todo lo que creía saber, tanto del pasado como...
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Joe
En el momento en que Andrew convocó a una reunión en su casa, no pensé que fuera para anunciar algo tan drástico como su retiro, y menos que lo haría como parte de un plan.
Andrew es un hombre impredecible, astuto y sumamente inteligente; por ello, solo confié en él cuando ese hombre vino a verme. Él sabe lo mucho que necesité a mi padre durante todos estos años, y le duele de la misma forma que a mí el hecho de que ya no esté. De lo que no fui consciente fue hasta dónde sería capaz de llegar para ayudarme.
El mismo día en que convocó a la reunión, se presentó en mi oficina y me dijo que teníamos mucho que planear. Su idea es matar dos pájaros de un mismo tiro: por un lado, quiere la verdad, al igual que yo; y por otro, quiere recuperar algo que perdió hace un poco más de diez años, la cercanía con su hija. Él sabe perfectamente que Minerva no volverá a menos que sea por algo importante, y siente que si no hace nada, eso importante será su muerte.
El plan, respecto a la investigación, es buscar un motivo o un detonante por el cual alguien querría acabar con la vida de mi padre, cosa que, según Andrew, es extraño, ya que mi padre no era la clase de persona que tendría más de un enemigo, o por lo menos uno que esté tan loco y desesperado como para matar.
A primera vista, podría parecer que estoy perdiendo el tiempo. Pero desde que supe que su muerte podría no haber sido un crimen aleatorio, me propuse descubrir la verdad. Mi tío Roger es el primero que viene a mi mente, ya que siempre he sospechado que podría haber estado involucrado en la muerte de mi padre.
La boda de mi madre y mi tío, un año después de la muerte de mi padre, fue un golpe para mí. Siempre me pareció que era demasiado pronto, y aunque todos pensaron que era una aberración, lo cierto es que con el paso del tiempo lo aceptaron. Todos a excepción de mí normalizaron su matrimonio, pues nadie vivió la mierda que viví con él
—Necesito un receso, Joe. ¿Quieres capuchino? —me pregunta Darcy entrando a mi oficina con dos vasos.
—Claro, ¿paso algo?
—Todo este asunto de mi Minerva me pone los pelos de punta. Detesto que papá la traiga de vuelta.
—Darcy, a tu padre le duele tener lejos a su hija. Es entendible; además, si todo sale bien, será solo un tiempo. Prometo apresurarme todo lo que pueda.
—Lo bueno es que me prometió que no vivirá en casa. Le dará algún apartamento vacío.
No me dijo nada aún.
—Lo definimos hace un rato. Me pidió que te lo diga —sonríe.
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Después de dos días de incertidumbre, Andrew me ordenó que alistara uno de los dos apartamentos que tenemos en un hermoso edificio en Soho, lo que es ideal porque está a una distancia aceptable de Darcy, pero no demasiado lejos de la agencia.
