capítulo 58

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Maratón 4/1

El viento golpeaba su rostro con suavidad, la luz del sol iluminaba su cuerpo al completo, haciéndola resaltar por sobre el gris lugar en el que se encontraba.

Estiró sus brazos, y cerró sus ojos, sintiendo todo y a la vez sintiendo nada.

Su mente estaba revuelta, mezclada y manchada de un gris Oscuro, casi negro. Sus pensamientos eran raros, fantasiosos y cansadores, pensaba muchas cosas a la vez que no pensaba nada, sentía cosas que a la vez no sentía en absoluto.

Estaba destruida.

Suspiró, y se giró, dando la espalda a lo que estaba viendo antes

Alzó su vista hacia el cielo observando las pocas nubes que lo adornaban ese día, y se dejó caer.

Se dejó Caer como si fuera un peso muerto, un củerpo sin vida, algo completamente vacío.

Sentía que el aire la acompañaba en su caída, riéndose por lo que había hecho.

Solo faltaban unos centímetros, y su cuerpo se
estrellaría por completo. Cerró sus ojos y esperó.

Y sintió como su cuerpo golpeaba la tierra, su rostro mezclándose con el césped, y sus manos a cada lado de su cuerpo.

Con ayuda de sus manos, se levantó del suelo, y
sacudió su ropa, borrando todo rastro de suciedad o algo que desentonara con ella.

Miró al cielo una vez más, perdiéndose en el celeste de este.

- becky- La voz de su hermana la sorprendió, dio un pequeño salto y se giró a verla -La comida está lista, ve a comer antes de que se enfrie.

Asintió, y siguió a su hermana por todo el jardín, hasta que ambas entraron a la casa nuevamente. Caminó hasta la cocina, siendo guiada por el delicioso aroma que emanaba de esta, el aroma a comida, no a unas galletas un poco desabridas.

Se sentó en la mesa, frente a su plato y poco le
importaron los modales de una persona normal,
comenzó a comer con desesperación, mostrando todo el hambre que tenía acumulado desde semanas atrás, y que solo saciaba con unas galletas y un café.

Irene la miraba con una pequeña sonrisa, le gustaba ver a su hermana comer algo saludable, y mucho más si era algo preparado por ella misma. Verla comer era algo que la hacía sentir biern, que le decía que estaba siendo una buena hermana al cuidar de ella en todo momento.

Con cada vez que tragaba, becky se iba sintiendo
mejor y su mente se iba aclarando, pero no del todo. No pensaba mucho, solo se dedicaba a disfrutar del exquisito platillo que le había preparado su hermana, y del cuál no dudó en pedir más comida, con una sonrisa.

Comió hasta que su estómago no pudo más, hasta que sintió que verdaderamente explotaría de un momento a otro.

Su ánimo se había levantado con la comida, pero aun así seguía teniendo mucho sueño, y era normal, ya que dormir en las sillas del hospital no era muy cómodo.

Le agradeció a su hermana con un abrazo, uno muy fuerte, que demostraba lo mucho que la quería, y se dirigió a la habitación de la mayor, con la intención de dormir unas horas antes de volver al hospital, y seguir esperando por algún donante que cada vez se veía más lejano.

Se movió en la cama, algo incómoda.

Abrió un ojo, y lo único que vio fue oscuridad absoluta.

Se giró, y pudo ver la hora en el reloj que tenía su
hermaná en la mesita de noche.

"22:48" marcaba el reloj, y se sorprendió por haber dormido tantas horas.

Se sentó, y estiró su cuerpo, sintiéndose mucho mejor que hace días atrás.

Entonces se dio cuenta que de verdad había
necesitado dormir en una cama cómoda y comer algo contundente, que no podía seguir durmiendo en las incómodas sillas de hospital.

Se levantó, y caminó por a habitación hasta la puerta, y salió en busca de su hermana.

No le tomó mucho tiempo encontrarla, esta estaba en la sala, riendo por un programa de humor que estaban dando por la televisión a esa hora. Se acercó, y se quedó viendo a su hermana reír.

-Debes estar muy mal para reírte de ese chiste tan
aburrido- Dijo, a la vez que se sentaba en el sofa.

-Veo que ya despertaste- Irene hablaba entre risas -Si quieres te puedes dar una ducha, yo te presto algo de ropa.

-¿ De verdad?- La mayor asintió -Gracias, creo que
necesito una.

-La necesitas con urgencia- Bromeó Irene, causando risas entre ambas y que  becky le diera un pequeño golpe en el brazo, antes de desaparecer camino al baño.

Entró al baño, y miró su reflejo en el espejo,
encontrando que tenía mejor aspecto que antes, quizas por la siesta que tomó.

Se desvistió y entró a la ducha, dejando el agua correr hasta que alcanzara una temperatura deliciosa para Su cuerpo.

Comenzó a poner jabón en distintas partes de su
cuerpo, y recordó las miles de veces que se había
bañado con  freen, entre risas y besos por parte de ambas. Recordaba como la menor le ponía shampoo en su cabello y lo masajeaba con cuidado, procurando que no entrara espumä en los ojos de becky.

El pensar que eso no podria pasar nunca más la hizo sentirse un poco triste, pero decidió dejar de pensar en eso y concentrarse en bañarse, porque no se queria desmotivar más de lo que ya estaba.

Lavó su cabello con el mismo cuidado que
acostumbraba a hacerlo  freen, como si la menor
estuviera junto a ella en ese momento.

¿Por que me masajeas el cabello?

-Porque tu cabello es suave, y me encanta hacerlo, ¿A ti no te gusta?

-Si me gusta, pero queria saber la razón- Rió -Me gusta que me trates con tanto cariño y Cuidado.
-Eres lo más valioso que tengo en la vida, no te quiero perder, por eso te cuido tanto. Además de que te amo mucho y me encanta cuidarte y darte mimos.

-Yo también te amo, muchonás de lo que tú imaginas. Te amo mucho mnucho mucho.

Entonces recién notó que estaba llorando, y secó sus lágrimas de manera rápida.

Terminó de ducharse rápido, y salió del baño envuelta en una toalla. Se dirigió a la habitación de Irene y buscó en el armario de la mayor prendas de ropa que le quedaran bieny cómodas. Cuando las encontró, se vistió y secó su cabello, lista para volver al hospital.

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Desahóguese aguí =====>

si hay errores m avisan pli'

dio :c q triste la verdad

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