capítulo 22

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Todo estaba tranquilo nuevamente, ya
ninguna lloraba.

Becky terminaba de comer su media luna.,
bajo la atenta mirada de freen.

Estaban frentela frente otra vez, en silencio,
cada una pensando en distintas cosas y
evitando decir palabra.

No todo había salido como lo tenía planeado
Becky.

Ella no quería discutir y gritar, ella queria
hablar con tranquili dad las cosas.

Pero no era capaz de hacerlo

-Lo siento- Dijo -Te golpeé muy fuerte.

-No, está bien- freen miró su brazo -No duele. Además, me tenía merecido el golpe.

-Boba-Susurró, dándole un sorbo a su
chocolate.

Freen sonrió de lado, admirando a becky.

Por que no sabía si esta sería la última vez que la vería.

Pensaba que había visto a becky por última
vez en la playa, por que no se esperaba que la
mayor la buscara para hablar las cosas.

Para aclarar todo.

Para poder dejar de sufrir.

Entonces se le ocurrió una idea.

-becky, necesito que me acompañes a un lugar
-La mayor la miró con duda -Es importante,
por favor.

-¿Tiene que ser ahora?- freen asintió -No
tengo ánimos, freen.

-Por favor- Pidió la menor -Después te pyedes ir si quieres, pero acompáñame.

Becky miró los ojos suplicantes de la más
alta, los mismos ojos que amaba con todo su
Corazón.

Suspiró, asintiendo.

-Te acompañaré un rato, luego me iré- freen le sonrió, haciéndola sonreír también.

¿Cuánto había extrañado la sonrisa de freen?

Demasiado, y recién lo había notado.

-Entonces vamos, no perdamos tienmpo.
.
.
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Becky podía jurar que la temperatura había
bajado mucho más, por qué ahora tenía frío,
incluso con la chaqueta de Lalisa encima.

Definitivamente tuvo que haberle hecho caso
a Irene.

A su mente vinieron recuerdos de los
inviernos pasados, esos donde salía con freen
a jugar con los niños y la nieve al parque,
donde comenzaban a lanzarse bolas de nieve
ya reír sin importarle si algún adulto las
miraba raro.

Ellas estaban en su propio mundo.

También recordó las tardes en la que ambas
se quedaban en cama todo el día, viendo
películas o alguna serie entretenida, tomando

chocolate caliente con galletas.

Tenía ganas de volver a repetir todos esos
momentos.

Inconscientemente se fue acercando a la
más alta, buscando algo de calidez. No se dió
cuenta cuando su brazo estaba pegado al
de Lalisa y su cabeza apoyada en el hombro
contrario.

-Si tienes mucho frío te puedo prestar esta
chaqueta también- Cuando escuchó la voz de
Lisa, fue consciente de lo cerca que estaban,
así que se separó un poco.

-Si me das tu chaqueta quedarías expuesta
al frío y tú te resfriarías- Le respondió -Estoy bien, así que no te preocupes.

Siguieron caminando en silencio, un poco más
separadas.

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