capítulo 60

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Maratón 4/3

¿Recuerdas como nos conocimos?

-Lamento por interrumpir, pero el profesor Wang
necesita hablar urgentemente con Rebecca Armstrong.

Desde que pronunciaste palabra, captaste mi atención por completo. El escuchar mi nombre salir de tus labios me provocó una sensación extraña, como una clase de euforia.

¿Recuerdas lo incómodo que estábamos ambas
ientras nós dirigíamos a tú salón?

Era normal, ninguna conocía a la otra, así que ambas nos sumergimos en un silencio bastante incómodo. Yo no sabia que decir y tú tampoco, ambas mirábamos hacia los costados o hacia el frente, evitando mirarnos entre nosotras para no subir la incomodidad.

Resulta que el profesor te había elegido a ti ya mi para dar un discurso por el aniversario del colegio, y quería comunicarnos esa información.

Nos recomendó juntarnos en los descansos para poder organizarnos mejor, y ambas nos miramos con una sonrisa tímida mientras asentíamos al mismo tiempo.

Las primeras veces que nos juntamos fueron
incómodas, pero al pasar el tiempo nos íbamos
convirtiendo en más cercanas, con más confianza, y hasta conociste a mis amigos, que al pasar el tiempo se convirtieron en tuyos también.

Ahora que lo pienso, deberíamos agradecerle al
profesor Wang por juntarnos.

Recuerdo que el día de la ceremonia yo estaba muy nerviosa, me sudaban las manos y me trababa al ensayar el discurso, tú te reiste de mi y luego me abrazaste, diciendo que todo estaria bien, y que si lograba hacer todo bien me invitarias un helado doble.

Obviamente hice todo bien, y obviamente cumpliste promesa ese mismo fin de semana.

¿Recuerdas nuestra primera pelea?

Ahora que lo pienso es vergonzoso, recordar el por qué me enojé contigo, por un motivo tan tonto como ese.

Fue cuando llegó una compañera nueva a tu salón, y te ofreciste a enseñarle el lugar y pasar los descansos cen ella para que no se sintiera sola o excluida. Me molesté, porque estaba acostumbrada a tener tu atención, y que de pronto llegara alguien más simpatizó. Recuerdo que te ignoré un tiempo, y al final de la jornada me preğuntaste que me pasaba, y comenzamos nuestra primera pequeña pelea.

Tú parecías divertida con la situación, mientras yo
estaba muy enojada, incluso en algún momento
dejaste escapar unas risas burlonas, que me
enfurecieron más de lo que estaba.

Ahora que han pasado años, me llego a reír de mi
comportamiento, bastante infantil y algo caprichoso al querer tener toda tu atención dirigida hacia mi persona, pero no podía evitarlo, era una pequeña adolescente enamorada.

Si, yo era de ese tipo de persona que antes de dormir se imaginaba lo hermoso que sería un futuro con la persona que amaba, que se perdía entre sus pensamientos la mayoria del tiempo, que se ponia nerviosa al estar cerca de aquella persona especial, y que de vez en cuando se ruborizaba ante algunas acciones.

Recuerdo que varias veces te acompañé a aquella
academia de baile donde practicabas, y te veia bailar  contigo, y me enseñaste tus propias coreografías y esas que me aprendí al revés y al derecho porque te hacía feliz de irme bailar junto a ti.

Tú también me acompañabas a mis clases de pintura, y me hacías compañía mientras yo me pasaba horas enteras pintando algún cuadro, con algún significado profundo oculto en algún rincón de mi mente.

Todos estos recuerdos llegan a mi en este momento tan dificil, llegan como una gran tormenta, atacando directamente a mi persona. Esa tormenta está destrozando todo mi interior en este mnomento, y no está teniendo piedad en absoluto con mi alma.

¿Recuerdas cuando recién nos mudamos al
departamento?

Estuvimos días y días guardando y decorando el lugar, acostumbrándonos a convivir con la otra por primera vez, a despertar cuando el sol brilla en su máxima expresión y tu rostro, junto a tu cuerpo, descansando a mi lado en la cama, durmiendo en plena calma.

Recuerdo de manera perfecta como fue nuestra
primera noche durmiendo juntas en nuestro hogar. Fue un noche cálida y hermosa, marcada por los actos de amor entre nosotras, al igual que las palabras y los besos dados y recibidos entre ambas.

Es un recuerdo hermoso, tatuado de marnera viva
en mi piel, revivierndo una y otra vez aquellos tactos maravillosos y aquellas caricias que inauguraron nuestra cama y el departamento.

Ahora, sentado frente a esta ventana, temo por que todo esos recuerdos queden en recuerdos, sin poder repetirse otra vez.

tú vida está en un cuerda floja, toda nuestra confianza stá depositaba en los médicos para que ellos puedan salvarte, aunque también depende de tu cuerpo.

Cuando llegué a casa, y vi tú cuerpo tendido en el
suelo, pensé que tu vida había acabado y yo había
llegado demasiado tarde para hacer algo, pero la vida te dio otra oportunidad para seguir a mi lado, y no dejarme sola, como lo prometiste.

Estos dias solamente te he visto dormida, conectada a máquinas y con distintos medicamentos inyectados a la vena, pude ver sutilmente tus ojos abiertos cuando recién legaste, pero ya no los he vuelto a ver durante días y días. Ló que sí, he podido tocar tus manos y dejar pequeños besos en ellas, aungque me rompe el alma verte de esta manera.

Estoy infinitamente agradecida de la familia del
donante, aunque no sé nada de ellos. Gracias a ellos es que tú tienes esta nueva oportunidad para vivir. Si pudiera saber quienes son no dudes en que les agradeceria, pero lamentablemente no cuento con esa información.

Aún, en el fondo de mi corazón, está clavada la espina de la mentira. ¿Por qué decidiste ocultarlo?, ¿querías morir de esa manera?. Son muchas preguntas en mi mente ahora mismo, pero tendré la paciencia necesaria para esperar a que las respondas, y no te presionaré sobre eso.

Solo quiero que estés bien, que vuelvas a despertar a mi lado y me susurres cuanto me amas y que tan importante soy para ti.

Pero ahora que lo pienso, yo también te he mentido.

Te oculté las cartas que me mandaba con Jenni , te oculté a ti y al resto el hecho de que habia hablado con Roseanne mucho antes de que ella apareciera en mi cumpleaños. Te mentí sobre eso, pero no con malas intenciones sino que querías evitar mes sentimiento de la ira que demuestra cada vez que alguien menciona el nombre Jenni .

Hablando de ella, recibí una carta hoy, pero no la
he leído. Esperaré a que el día termine y la leeré en silencio, como siempre suelo hacerlo. Me asusta un poco, por el hecho de que la carta no está enviada desde Japón , sino que tiene mi nombre en la parte frontal y el tuyo en la parte trasera, escritos ambos nombres con tu característica letra.

La operación ya está cerca de su fin, y estamos prontos a saber si todas esas personas iban a salvarte, y si estás en algún riesgo.

Solo pido que estés bien, el karma ya te ha hecho
suficiente daño en todo este tiempo.

Por favor. Freen, mantente fuerte dentro de ese
quirófano.

No me dejes sola.

Por favor.
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Desahóguese aquí ===>

un punto de vista de becky nunca está mal.

¿Cómo se sientern al respecto?

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