capítulo 40

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Cuando freen come algo, se le suelen marcar los hoyuelos.

Y eso era algo que había cautivado a becky desdeel primer momento Recordalba con exactitud las miles de veces que se quedó embobado viendo al mayor comer, y como los hoyuelos se le marcaban suavemente.

Era una de las razones por la cuál amaba ver a Lalisa Comer.

Yahora la estaba viendo nuevamente, frente a ella.

No como un recuerdo ntido en su mente, sino como parte de la realidad.

Y  becky  amaba esta realidad.

Freen se veía tierna, y eso llamaba por completo la atención de la mayor.

Becky armaba cada cosita de freen, por minima que fuera.

Como ahora, que se encontraba amando el color gris en el cabello de la menor. Le gustaba como se veía con el cabello naranja, pero no negaría que con el cabello gris se veía más sexy de lo normal.

Freen tampoco alejaba su vista de becky.

Observalba detenidamente cada detalle del rostro de la mayor, cada pequeña célula de piel la analizaba, para legar a la conclusión que amaba a becky al completo.

Yel cabello corto hasta sus hombros le quedaba estupendo y nuy tierno a la vez.

Todo de  becky le provocaba ternura.

Becky emanaba ternura ante sus ojos.

Más con esa sudadera con un estampado de un Cachorro en el centro.

Sonrió, dándose cuenta de la suerte que tenía.

La suerte de tener a alguien como  becky a su lado, a pesar de todas las cOsas malas que le hizo.

El corazón de becky era puro, sin malas intenciones.

Y freen estuvo a punto de perderle.

Sabía que había sido una completa idiota en el pasado, pero estaba orgullosa de haber detenido todo y pedir perdón por sus acciones.

Agradecía que  Jenni estuviera lejos, porque ella solo hecho de verla le daba náuseas.

Náuseas al recordar todo el daño que había causado, y todo el rencor que le tenía a Jenni.

Era algo que no podía evitar sentir, como cuando te golpeas y no puedes evitar sentir el dolor.

Dejó de pensar ern el pasado, y se concentró en ver a la pequeña que estaba sentada frentea ella, con una Sonrisa en su rostro.

Becky le alegraba el corazón.

Si algo le legaba a pasar, freen se derrumbaría.

Se haría trizas en el mismo instante en el que
escuchara la noticia.

No, no podía ponerse pesimista.

No debía tentar a la suerte.

-¿Que quieres hacer?- Preguntó la mayor, con una sonrisa marcada,

Freen lo pensó.

-No lo tengo claro, pero ló que tu quleras hacer haremos, después de todo tú conoces este lugar mejor que yo.

Becky rió.

-Podemos ir a la playa, o a alguna feria artesanal, o al cine, o a comprar ropa, o a jugar vídeo juegos becky comenzó una lluvia de ldeas -O podemos ver una película aquí, jugar algún vídeo juego que tenga Rose , o nos sentamos en la terraza y apreciamos el mar todo el día.

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