Broken Soulmates

☆┊┊Chico Papaya┊┊☆

Lando

Entre en el club, buscando distraerme de mis pensamientos. La música pulsante y las luces brillantes siempre me ayudaban a olvidar mis problemas. Mientras me acercaba al bar, mi mirada se cruzó con una chica hermosa. Tenía el cabello oscuro y los ojos azules brillantes, y su sonrisa iluminaba toda la habitación. Se encontraba con Arthur y una muchacha más pero ella se robo toda mi atención. ¿Quién era esa chica? 

—Hola, Arthur. ¿Qué tal si me presentas a tus amigas? —me acerque, yo no era tímido ni de chiste. 

—Hola, —dije, sonriendo. La chica se giró hacia él y sonrió. —Hola. Me presente y ella dijo llamarse Yael. Charlamos un rato, y me sentí atraído por su personalidad y su belleza. —Es un placer conocerte, Yael, —dije, sonriendo. Ella sonrió de vuelta. —Lo mismo digo, Lando. Pero entonces, mencionó a Charles. —¿Charles Leclerc?, pregunte, mi corazón enfriándose. Asintió poniéndose tensa, vi como sus amigos trataban de distraerla. Me sorprendí, no sabía que Yael estaba con Charles. Pero me di cuenta de que quería conocerla mejor, a pesar de su relación con Charles.

Pero entonces vi como su respiración se aceleró, y sus piernas parecían temblar, antes de que pudiera derrumbarse, le dije sin saber muy bien porque.—Estoy aquí para ti. Me miro agradecida, se levantó y se disculpó. —Necesito un momento, —dijo, y se dirigió al baño. La seguí. —Yael, ¿Estás bien? —pregunte, preocupado. Yael respiró profundamente y se miró en el espejo. —Sí, estoy bien, — pero no se veía tan segura aun asi decidi alejarme y darle su espacio.

—¿Estás mejor después de lo que pasó?, —pregunte, preocupado. Yael asintió, —Sí, gracias por cuidarme. — sonreí y me uni a ella en la pista. —Me alegra verte sonreír. —vi como se tambaleaba las luces del club no ayudaban. Se apoyó en mi, y la sostuve con firmeza. —Me hubiera gustado conocerte antes de todo, — me dijo, con una sonrisa melancólica. la mire confundido, pero le sonreí. —No entiendo qué quieres decir, pero me gusta tu sonrisa. —Justo entonces, Sophia su amiga apareció y gritó: —¡Beso de 3!. La multitud alrededor se unió al grito. La mire y vi como reía cosa que me contagio. La tensión era palpable. La gente bailando a nuestro alrededor nos empujó, y terminamos nariz con nariz. La música y las luces se detuvieron por un momento. Solo existía ella con esos hermosos ojos azules. Me incline, mi aliento cálido en su oreja. —Creo que esto es más que un beso de 3, —susurre nervioso. 

Justo cuando ya sentía sus labios muy cerca, Charles intervino, separándonos con brusquedad. —¡No te atrevas a besarla!, —gritó Charles, su rostro enrojecido por la ira. Yo no entendia nada. —¡Déjame en paz, Charles!, —respondió ella con firmeza. —Vete a buscar a tu novia. Seguro que no le gustará que estés aquí conmigo. Charles se detuvo, su expresión cambiando de ira a vergüenza. Fue cuando intervine. —¿Qué pasa, Charles?, —pregunte, confundido. —¿No es tu novia Charlotte, porque le haces escenas de celos a Yael? —Pero antes de responder se retiró, murmurando insultos. —Gracias, —me dijo Yael y vi como se alejaba entre el mar de gente.

Busque a Arthur en el club, encontrándolo en la barra. —Hey, Arthur, —dije. —Necesito un favor.—el me miró intrigado. —¿Qué pasa? —Quiero el número de celular de Yael, —dije, Arthur se sorprendió. —¿Yael? —asenti. —Sí, esa misma. —Arthur se encogió de hombros. "No sé, Lando. No quiero meterme en problemas con Yael. —Le di mi mejor sonrisa. —No te preocupes, Arthur. Solo quiero hablar con ella. No hay nada malo en eso. —Arthur dudó un momento antes de ceder. —Está bien, te doy el número. Pero no me metas en problemas. Sonreí, agradecido. —Gracias, Arthur. Te debo una. —Arthur le dio el número y Lando lo guardó en su celular.Mientras se alejaba, Arthur me llamó. —Lando, ten cuidado. Yael no es alguien con quien jugar.—Me gire y sonreí. —No te preocupes, Arthur. Sé lo que hago. Me sentí emocionado de tener el número de Yael. Quería hablar con ella, conocerla mejor y ver si había podía surgir algo entre nosotros.