El Niñero Kookv

Capitulo 18

— Tranquilo, no planeo morir sin antes probar tus labios. —dije con tono seductor.

— Será mejor que duermas. —pude notar su nerviosismo, lo cual me hizo sonreír.

— Por favor, dime que estas sonrojado y me dormiré. —pedí.

— Sí. —dijo con un tono tímido y apenas audible.

— Esta bien, que descanses mi tierno y adorable Luna.

— Descansa mi rudo alfa. —eso me puso mucho y más porque usó un tono entre seductor y tímido, colgó antes de que pudiera decir algo más, seguramente le había dado vergüenza.

Deje el móvil en la mesa de noche, sonreí como un idiota, cerré los ojos dejándome llevar por el sueño y el cansancio.

En la mañana me desperté temprano, Jackson ya estaba ahí cuando desperté, me ayudo a llegar al baño, lógicamente podía caminar pero es mejor que no me esfuerce tanto.

Me bañe, me rasure la barba que ya empezaba a tener, me seque el cuerpo y salí de bañarme, me puse ropa cómoda, aún que sabiendo que iba a venir Taehyung me quite la playera.

— ¿Ya le llamo a mi primo? —asentí, le llamo a Hoseok aún que tuvo que llamarle más de una vez hasta que por fin contestó.

— ¿Qué? —contestó de mal humor.

— Buenos días príncipe valiente es hora de levantarse. —le dijo mi Beta.

— Te juro que si no fueras mi primo, deja voy a levantar a Taehyung, nos vemos en un rato. —colgó.

— ¿Enserio le dices príncipe valiente? —se encoge de hombros.

— Así lo despertaba mi tía cuando eramos pequeños. —me reí.

— Bien, mientras esperamos mejor traeme el trabajo atrasado y cuando lleguen te lo llevas. —asintió y salió de la habitación.

Estuvimos cerca de dos horas trabajando cuando escuchamos que un coche aparcaba afuera de la casa, los guerreros que estaban vigilando la entrada de mi casa preguntaron.

— ¿Quien es? —Jackson se asomo a la ventana.

— Soy un alfa y traigo a la luna. —ellos se rieron.

— Lo de que eres un alfa de esta manada te lo creemos, pero no estamos seguros de que ese humano sea luna de la Manada. —gruñí, mi lobo se contacto con los lobos de esos imbéciles y por fin los dejaron pasar.

— Diles a esos idiotas que si vuelven a tratar así a su luna les cortaré la lengua y se las daré de comer a los Rouges. —Jackson asintió y bajo a hacer lo que le ordene.

En pocos minutos mi destinado ya estaba aquí, mi lobo se removia inquieto al verlo, siempre con sus shorts cortos y sus playeras, es perfecto porque adopto un estilo que seguramente muchos le han criticado.

— Hola. —se acerco a darme un beso en la mejilla y yo se lo devolví— ¿Cómo estas? —su voz es la mejor melodia que mis oídos podrán escuchar.

— Estoy muy bien ahora que tu por fin estás aquí. —se sonrojo, le pedí que se sentara conmigo en la cama y así lo hizo.

— Estaba muy preocupado. —bajo la mirada y yo la tomé del menton para que me mirara.

— No moriré, al menos no planeo hacerlo. Por ti pelearía contra la misma muerte para volver a tu lado. —Él me sonrió tiernamente, Tae iba a decir algo pero los primos llegaron a romper el bello momento con sus peleas.

— Ya te dije que no a menos de que Taehyung te de uno, son para Jungkook.

— Pero tu ya te comiste uno. —mire a Taehyung que sonreía y negaba mientras veía a su amigo.

— Pero yo le pedí permiso. —Taehyung fingió toser, entonces ambos primos lo miraron.

— Yo no te di permiso de comerte ni uno, te dije que los prepare especialmente para Jungkook. —se levanto y tomo la caja con los panquesitos.

Me la dio y yo aproveche para rozar sus manos cuando tome la caja que olía delicioso, aun que no tanto como mi destinado, nos quedamos mirándonos.

— Creo que esa es nuestra señal de salida Hoseok.

— No creo. —Jackson lo tomó del brazo y lo arrastró a la salida de mi habitación— Usen condon. —Taehyung se sonrojo.

— Ahorita les traigo el desayuno. —salieron cerrando la puerta, Taehyung aún estaba sonrojado, se volvió a sentar a mi lado.

— Me enteré de que estás trabajando en la pastelería de tus padres. —asintio— ¿Cómo​te sientes trabajando allí? —él suspiro aliviado de que no comentara sobre lo que dijo Hoseok.

— Pues feliz, aún que sinceramente no es algo que quiera hacer toda mi vida, ya sabes que mi pasión es la educación a menores de 10 años, pero necesito hacer la especialidad para cumplir mi sueño.

— Pero se te da bien los postres y por eso tus padres te confiaron su pastelería al menos por un tiempo, ¿no? —él asintió.

— Si, iban a participar en un concurso de repostería y el premio era que tendrían una residencia temporal en París, mi madre siempre quiso vivir allí, me alegra que aún que sea por un tiempo tenga la posibilidad de cumplir sus sueños. —estuvimos un rato hablando y conociéndonos, aún cuando nos trajeron el desayuno seguimos hablando.

Me gustaba hacerlo reír con mis historias de cuando era pequeño, le dije que mi hermano una vez me acuso con mis padres porque le tire su perrito por la ventana, pero mi justificación era que se llamaba cripto como el de súperman y pues pensé que también iba a volar.

— Eras un malvado, pobre perro, ¿no murió? —se rio.

— No era malo, solo que veía muchos dibujos y no solo lo nace por la ventana de la planta baja, pero si se rompió una pata y cayó en los rosales de mi mama así que aprecia un erizo.

— Yo cuando era pequeño tenía un gato llamado Tom, pero jamás se me pasó por la cabeza hacerle lo que le pasaba a Tom de los dibujos. —se rio.

— ¿Así que te gustan los gatos? —asintió.

— Los gatos son bastante independientes pero también pueden ser muy cariñosos.

— ¿Osea que también te gustan los leones, pumas y eso?

— Si, a cierta distancia. —mi lobo gruño y él se río— ¿celoso? —asentí.

Pasamos todo el día hablando, tiendo, incluso vimos algunas películas, mientras veíamos Annabell le miré, no aprecia asustado ni siquiera cuando la muñeca aparecía de repente, hasta yo daba un brinco en mi lugar de vez en cuando pero él no.

— Tranquilo estas conmigo, yo te cuido de la muñeca mala. —se burlo de mi, yo me cruce de brazos. Él al darse cuenta de que me había molestado se abrazo a mi y yo me descruce de brazos para abrazarlo.

Me concentre en escuchar su corazón, se escuchaba tranquilo, su respiración se alentó y supe que se había quedado dormido.

— Es precioso nuestra Luna. —ronroneo mi lobo.

— Definitivamente, quisiera estar así con él siempre.

— Yo también, la Diosa acertó con él, es gracioso, le gustan los niños, su bello cuerpo no tiene comparación, nada en él se podría igualar.

— Lo se, pero no es solo perfecto por eso, es perfecto porque no le da miedo ser él mismo frente a otros, es inteligente y puede debatirnos un tema sin necesidad de enojarse y sabe aceptar cuando no lleva la razón, pocas personas pueden hacer eso. —Taehyung se removió inquieto, le acaricié su cabello y dejó de removerse.