Las historias presentadas aquí no son de mi autoría. Me limito a traducirlas al español. Los créditos corresponden a sus respectivos autores, quienes serán mencionados en cada historia.❗
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On Your Knees (For Me)
˖ ࣪⊹ ִ┈┈┈┈♰┈┈┈┈⊹ ִֶָ𓂅
→Autor: @illusioninfnty en Tumblr
→Advertencias: NSFW 18+, sub!Jace, cunnilingus, pisadas de polla, frotamiento de pies, eyaculación en los pantalones
→Núm.Palabras: 807
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—Bienvenida
Tu marido te recibe con sus brazos y te da un beso grande y húmedo en la mejilla. —Te extrañé, amor —murmura en tu oído.
Le acaricias la mejilla y él tararea de placer al sentir que tus dedos acarician suavemente su piel. Sus manos recorren tu cuerpo de arriba a abajo, provocando escalofríos en tu columna vertebral. —¿Necesitas que te ayude?
Te giras para mirarlo y te separas un poco de él. —Ni siquiera tienes que preguntar, amor.
Jace se arrodilla frente a ti y desliza sus manos de arriba a abajo por tus piernas. Se mueve lentamente para sacarte los tacones, luego baja tus medias y las tira a un lado. Tu falda es lo siguiente, dejándote solo con tu blusa y tus bragas.
Los ojos de Jace brillan mientras te mira, con una pequeña sonrisa en su rostro. —¿Cómo estuvo tu día? —pregunta mientras comienza a dejar besos por todos tus muslos.
Suspiras y te frotas la sien con la mano. —Estoy estresada. Necesito un descanso de todos esos hombres de la corte que me hablan en cada reunión que tenemos— Acaricias sus rizos y él gime suavemente. —Qué bueno que te tengo aquí esperándome cuando regrese, ¿no es así?
—No pueden ver lo genial que eres—, murmura contra tu piel. Su boca roza tu coño cubierto de tela y puedes sentir cómo te mojas debajo de él. —No te aprecian como yo
—¿Vas a demostrarme cuánto me aprecias?
—Por supuesto
Jace empuja tus bragas a un lado mientras su lengua se desliza por tus pliegues, un gemido se escapa de tus labios. Tus manos se hunden en sus rizos y él gime en tu coño mientras tiras de ellos suavemente. Presta mucha atención a tu clítoris, lo acaricia y luego vuelve a tus pliegues. Sabe exactamente cómo usar su lengua para hacerte sentir bien.
Miras a Jace, que está preocupado por probar tu coño y nota la tienda de campaña en sus pantalones.
—Mírate— dices con desdén. —¿Se te está poniendo duro de comerme? Ni siquiera te he tocado todavía
Se oye un arrepentimiento, ya que Jace no se levanta de donde está, demasiado concentrado en la comida que es tu coño.
—¿En serio?—Tu pie roza el bulto y él jadea, la vibración te llega directamente y tienes que morderte el labio para contener el gemido.
—Tienes demasiado buen sabor— responde Jace, levantando las caderas para frotarse contra tu pie en busca de alivio.
Gime cuando levantas el pie, chasqueando la lengua burlonamente. —No puedes correrte hasta que yo lo haga. Ya sabes las reglas.
—Lo siento, lo haré mejor. —Vuelve toda su atención hacia ti, con una mano acariciando tu clítoris mientras la otra permanece envuelta alrededor de tu pierna. Su lengua se retuerce en tu interior y no puedes evitar frotarte contra su rostro, gimiendo de placer.
—Eso es, cariño, eso es. —Puedes sentir que te acercas a tu liberación, el calor aumenta dentro de tu cuerpo.
—¿Te estás corriendo? —pregunta Jace, las palabras apenas son audibles con su rostro enterrado en tu coño.
—Sí —gimes cuando finalmente llega tu orgasmo. La lengua de Jace lame tus jugos y la sensación te hace echar la cabeza hacia atrás con euforia. —Joder, sigue haciendo eso.
Él obedece hasta que la estimulación es demasiado para ti, tirando de él suavemente hacia atrás por sus rizos. Su rostro brilla con tu liberación mientras te mira con absoluto placer, como si fuera él el que acaba de correrse.
—Ahora te toca a ti. —Tu pie vuelve a su erección, todavía cubierto por los confines de sus pantalones. Las manos de Jace envuelven tu pierna mientras esta se presiona contra él.
—Gracias, gracias, mami —repite como un mantra, con los ojos apretados mientras gime.
—¿Tan pronto? Pensé que habíamos practicado esto —te burlas, presionando tu pie aún más fuerte contra él, frotándolo a la misma velocidad que él.
—Se siente demasiado bien —es todo lo que puede decir antes de que sientas el calor familiar de su semen debajo de tu planta, el líquido manchando tanto su ropa interior como sus pantalones mientras emerge una mancha húmeda.
—¿Correr en tus pantalones? Es como cuando empezamos a salir —recuerdas, los recuerdos de Jace durando apenas unos minutos cada vez que ustedes dos comenzaron a tener intimidad subiendo a la superficie de tu cerebro.
—Duraré más la próxima vez, lo prometo —se queja, sus mejillas se ponen rojas.
—Solo estoy bromeando, amor. Me halaga cómo todavía reaccionas así. Vamos a limpiarnos
Mientras Jace se pone de pie tambaleándose, lo ayudas a estabilizarse y le das un beso en la mejilla.
